En el marco del balance del 2022, el boxeo femenino argentino tuvo un año intenso, con actividad tanto en el país como en el exterior. ¿Quiénes fueron las púgiles más destacadas?, ¿Cuáles fueron las derrotas más perjudiciales? Nota al Pie te presenta un repaso sobre ello.
Fue una temporada agridulce para la disciplina. Por un lado, Argentina tuvo nuevas campeonas del mundo como Clara Lescurat y Celeste Alaniz. Además, en el ámbito amateur, Florencia López hizo podio en el Mundial. Sin embargo, a excepción de Micaela Luján, el resto de las monarcas no pudo defender su título.
Una temporada inolvidable para Clara Lescurat
En esta época de transición, el recambio se hace cada vez más fuerte en el boxeo femenino albiceleste. Tras un largo recorrido en el ámbito aficionado, Clara Lescurat llegó al profesionalismo con la meta de ser la mejor de su división. Por ello, en 2022 dio grandes pasos para acercarse a ese objetivo.
Luego de algunos combates de preparación, la porteña ganó primero el cinturón dorado de la Asociación Mundial de Boxeo (AMB). Eso fue en marzo en Panamá ante la local Nataly Delgado. Aquella victoria le abrió las puertas a su oportunidad por el título mayor. Como retadora oficial, venció en junio a la mexicana por entonces campeona Maribel Ramírez en Buenos Aires.
Meses más tarde, defendió la corona ante otra azteca. Fue victoria contra Naylea Gil Sanabia para demostrar que pisa firme en la categoría supermosca. En la previa a ese desafío, la púgil nacional confirmó a este medio su principal propósito: “La idea es realizar una pelea de unificación en 2023. Quiero traer los títulos mundiales a la Argentina. El último peldaño sería combatir ante una compatriota”, reveló.
Celeste Alaniz, intensidad y efectividad asegurada
La residente de Merlo es otro de los grandes nombres de 2022. Con 26 años, la talentosa deportista se convirtió en campeona mundial del peso mosca de la Organización (OMB). Ello fue en junio con una contundente victoria frente a su compatriota Tamara Demarco, quien ostentaba el cinturón.
La Chucky dio una auténtica exhibición, en lo que fue una de las mejores demostraciones de boxeo de los últimos meses. Derribó en dos ocasiones a su rival en el primer round, y luego siguió su dominio hasta que en el séptimo asalto el equipo de Demarco tiró la toalla. Fue nocaut técnico.
No sólo cumplió la meta de ser monarca mundial, sino también de defender lo ganado. En septiembre superó a la venezolana Débora Rengifo con otro triunfo antes del límite. La retadora cayó en la séptima vuelta y el nocaut técnico llegó en la novena.
Asimismo, al igual que Lescurat, es probable que las intenciones de Alaniz sean tener un combate de unificación en 2023. En ese caso enfrentaría a alguna de las campeonas de los otros organismos internacionales.
Evelin Bermúdez perdió el título, pero mantiene su jerarquía
La menor de las hermanas santafesinas tuvo una temporada con varios aspectos positivos, más allá del revés que sufrió sobre el cierre. A fines de marzo defendió con éxito el cinturón minimosca de la Federación Internacional (FIB). Lo hizo ante un Luna Park repleto que observó su triunfo contra la venezolana Rengifo. Además, esa noche obtuvo el cetro de la OMB, el cual estaba vacante.
Luego de ese éxito, y de llevar la totalidad de su campaña en el país, La Princesita consideró que era momento de medirse en otros lares. Fue así que aceptó defender las coronas en Estados Unidos ante la costarricense Yokasta Valle, campeona mundial de la división mínimo.
En la noche del 26 de noviembre, la centroamericana se impuso por fallo mayoritario. Como era de esperarse, fue una pelea intensa, de alto volumen de golpeo. Si bien la argentina mostró parte de sus credenciales, su adversaria tuvo algo más de constancia.
Con madurez y deportividad, Bermúdez valoró la experiencia y se mostró conforme con el nivel. En 2023 tendrá el desafío de volver a ser monarca ecuménica, ya sea en ese peso o en otro.
Un año marcado por varias derrotas en el exterior
Más allá de que las representantes nacionales muestran fortaleza de local, y surgen nuevas exponentes, el 2022 no fue positivo respecto a las experiencias en el extranjero. Es así que, además de lo ocurrido con Bermúdez, Cecilia Román, Leonela Yudica y Yesica Bopp perdieron sus respectivos campeonatos ecuménicos tras derrotas fuera de casa.
¿Por qué se dio esto? En los casos mencionados se observan dos razones notorias. La primera de ellas tiene que ver con la falta de roce internacional. Nadie niega la capacidad y experiencia de estas púgiles, pero el mayor porcentaje de su carrera se dio con combates en su nación.
El otro ítem tiene que ver, en ocasiones, con el importante localismo que existe en los fallos en Estados Unidos y Reino Unido. Esa cuestión genera una presión extra y muchas veces exige el doble de rendimiento de lo habitual para llegar a la victoria.
La primera que perdió su título fue Román. La técnica boxeadora sanjuanina fue con ilusión a tierras británicas. Allí realizó en marzo nada menos que su séptima defensa del cetro gallo de la FIB. Sin embargo, en lo que era apenas su segunda pelea en el exterior, perdió por fallo unánime frente a la australiana Ebanie Bridges.
La otra sanjuanina que no pudo retener el título fue Leonela Yudica. Tras un exitoso ciclo de nueve defensas, la púgil de 34 años cedió el cinturón mosca FIB al caer frente a la mexicana Arely Muciño en California. Se trató de su primera pelea perdida.
Fue por fallo dividido en una pelea muy cerrada en la que la albiceleste mereció al menos un empate. Sería un acto de justicia si el organismo indica la realización de una revancha para la próxima temporada.
En el caso de Bopp, la Tuti cerró en Panamá una histórica etapa como campeona mundial minimosca de la AMB. Fue con sabor amargo tras perder en marzo un reñido combate frente a la mexicana Jessica Nery Plata en decisión dividida.