El pasado lunes, el ministro de Relaciones Exteriores de Rusia, Serguei Lavrov, exhortó a Ucrania a aceptar de “forma amistosa” la propuesta de paz o atenerse a que el Ejército ruso se encargue del “asunto”. Dicha oferta implica que el país comandado por Vladimir Putin controle sus “nuevos territorios” en el este ucraniano.
“Las propuestas de desmilitarización y desnazificación de los territorios bajo el régimen (de Kiev), y la eliminación de las amenazas a la seguridad de Rusia desde allí son bien conocidas por el enemigo”, aseguró Lavrov. En esta misma línea, señaló que “el asunto es simple”: las exigencias se cumplen “por las buenas” o de ello se ocupa el Ejército ruso.
Por su parte, su par ucraniano Dimitri Kuleba buscó impulsar una cumbre por la paz. Esta fue planteada con la mediación de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), y el secretario general António Guterres como convocante. No obstante, se establecieron condiciones para que Moscú pueda participar. En el caso de presentarse, debería aceptar ser procesado por crímenes de guerra ante un tribunal internacional.
“Solo así podrán ser invitados”, ratificó el embajador ucraniano. Además, Kuleba consideró que “las Naciones Unidas podrían ser el mejor lugar para celebrar esta cumbre, porque no se trata de hacerle un favor a ningún país en particular”.
La postura de la cancillería de Ucrania
Kuleba pretende concretar, a fines de febrero, un encuentro en la ONU con Guterres como mediador. Para el canciller, el secretario general del organismo “ha demostrado ser un mediador y negociador eficiente y, sobre todo, un hombre de principios e integridad”. Por esta razón, según indicó Kuleba en una entrevista con The Associated Press, le corresponde “una participación activa”.
Además, el político ucraniano restó importancia a las autoridades rusas que declararon estar listas para las negociaciones. “Regularmente dicen que están listos para las negociaciones, lo cual no es así, porque todo lo que hacen en el campo de batalla demuestra lo contrario”, indicó.
Por otra parte, Kuleba aseguró que Ucrania hará todo lo posible para ganar la contienda el próximo año. “Toda guerra termina diplomáticamente», expresó el ministro. Asimismo, concluyó que todo conflicto “finaliza como resultado de acciones tomadas en el campo de batalla y en la mesa de negociaciones”.
A raíz de estas declaraciones, la portavoz adjunta de la ONU, Florencia Nino Martínez, respondió al pedido de Kuleba. “Tal como el secretario general ha dicho muchas veces en el pasado, sólo puede mediar si todas las partes quieren que medie”, puntualizó.
Lavrov agita las aguas
En dicho contexto turbulento, Lavrov se expresó acerca de los hechos puntualizados con anterioridad. “Sobre la desmilitarización y desnazificación de las tierras controladas por Kiev y sobre la eliminación de las amenazas a la seguridad deben ser aceptadas de ‘manera amistosa’”, comentó en una entrevista con la agencia TASS. Al respecto, agregó que, de lo contrario “el Ejército ruso se ocupará de este asunto”.
Asimismo, aseguró que Kiev ya conoce las propuestas de Moscú para poner fin a la guerra. La propuestas de paz rusa tiene varios puntos, entre los que se destacan la eliminación de las amenazas de seguridad de Rusia, provenientes del territorio ucraniano. A su vez, se hace hincapié en los “nuevos territorios” que ganaría el país presidido por Putin en el este de Ucrania, a saber: Donetsk, Lugansk, Jerson y Zaporiyia.
En cuanto a la relación de Ucrania con Estados Unidos, Lavrov afirmó que este último es el principal beneficiario del conflicto. En esta línea, sostuvo que dicho país intenta obtener el máximo provecho tanto en el plano económico como en el estratégico militar.
Según el canciller, el objetivo de Estados Unidos y la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) en Ucrania es derrotar a Rusia en el campo de batalla para subyugarla en el plano militar.
“Para nadie es un secreto que el objetivo de EE.UU y sus aliados de la OTAN es la victoria sobre Rusia en el campo de batalla como mecanismo para debilitar significativamente o incluso destruir nuestro país”, desarrolló el político.