Pasadas las 11:30 de la mañana, el micro descapotable, que transportaba a los 26 integrantes de la «Scaloneta» y a su cuerpo técnico, salió desde el predio de Ezeiza para tomar la autopista Ricchieri. La organización y la previsión dejaron muchos cabos sueltos. La multitud, congregada por distintos puntos de la provincia de Buenos Aires, creció sin detenerse durante todo el transcurso del día. Ninguna bienvenida es lo suficientemente grande para quienes lograron traer la copa al país después de 36 años.
Detrás de una valla humana de policías, alrededor del micro la gente se agolpaba para tener un mínimo contacto con los jugadores, en recuerdos que se llevarán para toda su vida. Los campeones se encontraban en la misma sintonía y se los veía muy felices y disfrutando de un momento histórico.
En un principio, la delegación iba a seguir el recorrido por la Avenida 9 de Julio, pero el colapso de gente, alrededor de 4 millones de personas, hizo que se viera alterado. Por ello, tuvieron que encaminarse al famoso rulo de la Autopista 25 de Mayo. A medida que salían informaciones, la multitud se desplazaba a los distintos puntos de la Ciudad de Buenos Aires (CABA) y anegando los caminos.
En la parte de adelante del micro descapotable se encontraba Lionel Scaloni y su cuerpo técnico descargando toda la tensión vivida. Del medio para atrás, el grueso de los jugadores con bombos y banderas arengando a la gente. Llegando al final del transporte, los máximos exponentes y referentes del plantel: Lionel Messi, Ángel Di María, Nicolás Otamendi, Rodrigo De Paul y Leandro Paredes.
Un final feliz, pero inesperado
Pasado el mediodía, todos los canales de televisión perdieron el rastro del micro. Lo último que se supo fue que pasaron por el Mercado Central y desde allí no hubo más información. Sólo rumores, que la gente seguía. Al enterarse de que no llegarían al Obelisco, el pueblo copó la subida a la autopista 25 de Mayo ante el posible paso de los campeones. Sin embargo, esa no era una salida viable.
Recién a las tres de la tarde el micro pudo avanzar hasta la intersección de la autopista antes mencionada y la Avenida General Paz. En una hora, recorrieron tan solo 10 kilómetros. Pero las calles eran una fiesta.
El micro de la selección se atascó y no pudo avanzar más. Entre los jugadores decidían qué era lo mejor, si ir al Parque Roca y sobrevolar la ciudad en helicóptero, o ir hacia la Casa Rosada por el mismo medio. Sin embargo, la incertidumbre era total.
Hasta que el presidente de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA), Claudio “Chiqui” Tapia se expresó en las redes pidiendo disculpas. “No nos dejan llegar a saludar a toda la gente que estaba en el Obelisco. Los mismos organismos de Seguridad que nos escoltaban, no nos permiten avanzar. Mil disculpas en nombre de todos los jugadores Campeones. Una pena», escribió en su cuenta de Twitter.
Luego, en otro tuit, destacó la labor de la provincia de Buenos Aires, apuntando directamente a Nación y CABA. “Agradecemos a la provincia de Buenos Aires, encabezada por su ministro de seguridad Sergio Berni, que fue el único que acompañó durante toda la recorrida hasta la entrada a la capital sin registrar ningún incidente, permitiendo a los jugadores abrazarse al pueblo argentino”, expresó.
Finalmente, los jugadores subieron a varios helicópteros y sobrevolaron la ciudad para darle una pequeña alegría a la gente, que se quedó sin poder verlos en el descapotable. Pasaron por el Obelisco donde estuvieron un buen rato, para luego volar de vuelta al predio de Ezeiza donde finalizó la vuelta.
El emotivo posteo de Messi
El mejor jugador del mundo completó su historia en el fútbol. El título con el que soñó y tan esquivo le fue durante cinco mundiales, por fin es una realidad. Por fin pudo dormir con la Copa del Mundo a su lado y una vez despierto, seguía allí, no era más un sueño.
El “10” posteó un video que muestra sus comienzos en las infantiles de Newell’s Old Boys contando todos sus sueños con la selección argentina y las veces que tropezó y se volvió a levantar.
Debajo del video, escribió las siguientes palabras: “De Grandoli hasta el Mundial de Qatar pasaron casi 30 años. Fueron cerca de tres décadas en las que la pelota me dio muchas alegrías y también algunas tristezas. Siempre tuve el sueño de ser Campeón del Mundo y no quería dejar de intentarlo, aún sabiendo que quizá nunca se daría”.
Luego, se acordó de la primera final frustrada en el Mundial de Brasil 2014. “Esta Copa que conseguimos es también de todos los que no la lograron en los anteriores Mundiales que jugamos, como en 2014 en Brasil, donde la merecían todos por cómo lucharon hasta la misma final. Trabajaron duro y la deseaban tanto como yo y la merecimos, incluso aquella maldita final”, escribió.
Incluso, tuvo espacio para recordar a Diego Armando Maradona y agradecer a todes les que acompañaron: “También es del Diego que nos alentó desde el cielo. Y de todos los que se la pasaron bancando siempre a la Selección sin mirar tanto el resultado sino las ganas que siempre le metíamos, también cuando no nos salían las cosas como queríamos”.
Casi al final, le agradeció a sus compañeros y cuerpo técnico: «Y por supuesto, es de todo este grupo hermoso que se formó y del cuerpo técnico y toda la gente de la selección que siendo anónimos trabajan día y noche para hacérnosla más fácil».
Por último, señaló: “Muchas veces el fracaso es parte del camino y del aprendizaje y sin las decepciones es imposible que lleguen los éxitos. Muchas gracias de corazón! Vamos Argentina!!!”.