Recientemente la Justicia determinó que en la localidad de San Miguel del Monte, provincia de Buenos Aires, se debe construir una Planta de Ósmosis Inversa. Esto sirve para eliminar este elemento y así proveer de agua potable a sus habitantes.
“En el pueblo siempre se habló de que las aguas tenían mucho arsénico”, relató Mercedes Bonich, integrante del colectivo “Todos por el agua” de San Miguel del Monte. En diálogo con Nota al Pie, explicó que, en 2017, un grupo de vecines se organizó para pedirle a la empresa Aguas Bonaerenses S. A. (ABSA) un informe completo sobre el análisis del agua, pero esta nunca realizó ningún estudio.
Entonces, les vecines realizaron sus propios estudios, obteniendo como resultado valores superiores a los permitidos para arsénico. A partir de ahí, decidieron movilizar a todo el pueblo. Fue principalmente un grupo de mujeres, incluida Mercedes, quienes comenzaron a concientizar a la población sobre lo que estaba sucediendo con el agua. Y se organizaron en un grupo denominado “Todos por el Agua S. M. del Monte”.
“El arsénico afecta la salud pero es algo que no está muy estudiado en nuestro país”, denunció Bonich. Ella relató que, en los años 50, se había hecho el mapa del arsénico en Argentina. Este mineral “produce enfermedades de piel, cáncer, diabetes, pulmones, en los chicos afecta el cerebro, infinidad de cosas, pero en este país no hay muchos estudios de nada”, se quejó la vecina.
Tres años atrás, este grupo de vecines decidió que era tiempo de dejar de ingerir arsénico en el agua. Sin darse por vencides, en junio de 2018 presentaron una nota a ABSA. Con unas 200 firmas, solicitaron la entrega de agua potable y la construcción de una Planta de Ósmosis Inversa, para el tratamiento del agua, eliminando todo el arsénico presente.
La respuesta de la empresa fue terminante: eso no lo iban a hacer porque no estaba contemplado en el contrato de concesión. Por lo tanto, tuvieron que iniciar el camino judicial, como lo hacen decenas de municipios de la Provincia de Buenos Aires ante el deficitario servicio de ABSA. Decidieron presentar una Demanda Cautelar, y en 48 horas tuvieron la respuesta de la Jueza interviniente.
Algunos distritos, como 9 de julio, lucharon por 6 años y lo lograron. Ahí, el abogado Fernando Cabaleiro acompañó el exitoso «Caso Kersich«.
Análisis del agua
A mediados de 2019 se realizó una audiencia multitudinaria en los Tribunales de La Plata, donde les vecines de San Miguel del Monte dejaron en claro la desidia estatal de no resolver el alarmante problema de salud pública al que conducía el consumo de agua con arsénico.
De acuerdo con los análisis de laboratorio, llevados a cabo por ellos mismos, en San Miguel del Monte, los valores de arsénico en agua superan 10 veces el límite máximo recomendado por la Organización Mundial de la Salud y establecido en el Código Alimentario Argentino.
Las muestras que tomaron se analizaron en la Universidad de San Martín, uno de los pocos lugares en Argentina que puede realizar a fondo el estudio. Les vecines, asesorados por dicha Universidad, tomaron las muestras respetando todos los protocolos y todas las indicaciones que les realizaron desde el laboratorio y las llevaron personalmente.
“Estos procedimientos se hicieron de manera correcta para que sirvieran judicialmente”, precisó Bonich y detalló que “los análisis son muy caros y los debería realizar la Municipalidad, pero dicen que no pueden, porque los laboratorios están ocupados con el COVID”.
El reclamo judicial fue acompañado por la ONG Naturaleza de Derechos .El Concejo Deliberante de la ciudad también se hizo eco del problema y declaró la emergencia sanitaria. Lo hizo considerando los datos epidemiológicos que surgen de los centros de salud local.
Estos dan cuenta que la tasa de 196 casos oncológicos por año en una localidad con 21 mil habitantes superan 4 veces a la media nacional que establece 217 casos pero por cada 100 mil habitantes.
“El arsénico es un agente cancerígeno y los niveles detectados en Monte son muy peligrosos”, advierten desde la ONG a través de su página de Facebook. Y consideraron que “los resultados de los análisis de agua mostraban valores muy altos y parejos (80 a 100 microgramos) en casi todas las muestras (95 %) tomadas de puntos equidistantes del casco urbano”.
La solución a corto plazo: entrega de bidones
Debido al amparo interpuesto por les vecines, la Justicia resolvió que ABSA provea bidones de agua potable en todos los establecimientos de salud, colegios y clubes de San Miguel del Monte. Además, debe disponer de camiones cisternas con agua para que la población usuaria del servicio pueda abastecerse, más allá de los amparistas, que la reciben embotellada.
Más adelante, Bonich relató que si bien la municipalidad dispone de un camión cisterna que va una vez por semana por distintos lugares, esto no es suficiente. Por eso, van a seguir luchando, “porque hay mucha gente que todavía toma agua del pozo, que son los que están más alejados del casco urbano”.
Por orden judicial, ABSA continúa tomando muestras del agua de red, donde los niveles permanecen altos por lo tanto no es agua potable. Los bidones que entrega ABSA son de la empresa Manantial, cuya agua está apta para consumo.
“Cuando comenzamos a ver el tema de los bidones nos preguntamos cómo sabíamos que esas aguas eran buenas”, narró Bonich. Entonces, mandaron a analizarlas y descubrimos que había empresas que entregan agua con igual o peor cantidad de arsénico. “La empresa Manantial fue la única que dio los resultados de los análisis y fueron valores correctos”, indicó la vecina.
Mesas de trabajo
En su fallo, la Justicia determinó la formación de 3 mesas de trabajo. En primer lugar se propuso realizar el seguimiento de la entrega de agua. Por ejemplo, “avisar que al camión cisterna se le rompió la manguera, que hay un charco y la gente no puede acercarse a buscar el agua. Permanentemente estamos relevando todo esto y ABSA lo va corrigiendo”, detalló la asambleísta.
En segundo lugar se formó la Mesa de Infraestructura, donde se determinó la instalación de una Planta de Ósmosis Inversa para que toda la población que es abastecida por ABSA tenga acceso a agua potable. “El año pasado se realizó una licitación en la cual se presentaron 4 empresas pero se cayó dicha licitación” comentó la vecina montense.
En tercer lugar se determinó que debe estudiarse el Hidroarsenicismo crónico regional endémico. Es una enfermedad que ocurre en las personas que durante mucho tiempo estuvieron ingiriendo arsénico. Esta mesa de trabajo la debe organizar la Municipalidad para realizar los estudios correspondientes a través del hospital público, pero todavía no se formó.
Al respecto, Bonich indicó que estos estudios no se llevaron a cabo “primero, porque estaban con las elecciones, después porque cambió la mano política y, por último, porque vino la pandemia”.
Pero agregó que se comunicaron con Agustina Cabral, quién está a cargo de la Secretaría de Desarrollo Económico Sustentable de la Municipalidad y les confirmó que “se iban a poner a trabajar para ver cómo pueden implementar esto”. Se debe realizar un protocolo específico para la elección de las muestras (si es con orina o sangre) y, además, deben ser representativas.
Planta de Ósmosis Inversa
El pasado 24 de junio se publicó en el Boletín Oficial de la Provincia de Buenos Aires, el llamamiento a Licitación Internacional de la obra “Recuperación de la Capacidad de Tratamiento de Desagües Cloacales y Mejora de la Calidad del Agua para la localidad de San Miguel del Monte”.
Desde el grupo Todos por el Agua San Miguel del Monte informaron que: “Esto significa un gran paso para avanzar en la construcción de la Planta de Osmosis Inversa en nuestra ciudad. Una obra necesaria para asegurar la provisión de agua potable para toda la población de San Miguel del Monte y las futuras generaciones”.
Dicha obra ya había tenido una licitación el año pasado; pero por algunos detalles técnicos se rehicieron los pliegos, por lo que se hace un nuevo llamado que culmina el 2 de agosto.
La obra fue nuevamente presupuestada, siendo financiada por el Banco de Desarrollo de América Latina (CAF), con un monto de alrededor de $400.000.000. Tendrá un plazo de realización de 300 días, por lo que estiman que en un año y medio finalmente pueda estar funcionando.
“Será una de las obras de mayor envergadura en la historia de nuestro pueblo, y es el resultado de la auto-organización de la sociedad civil. Desde hace un tiempo atrás se decidió materializar un reclamo urgente, primero con una campaña de difusión y concientización. Luego, recurriendo a la justicia exigiendo que se garantice el derecho humano al agua potable”, comunicó el grupo de vecines.
Por último, Bonich sostuvo que seguirán concientizando a la población, porque su trabajo es ese, además de que se instale la Planta de Ósmosis Inversa. “El arsénico no solo se absorbe ingiriendo el agua, sino que también a través de la piel. Mucha gente todavía desconoce sobre este tema, por eso seguiremos informando y concientizando”, reflexionó la vecina.