El Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) reveló el tan esperado dato del Índice de Precios al Consumidor (IPC) correspondiente a noviembre. La cifra de inflación descendió a 4,9% en comparación al 6,3% de octubre y acumula un 85,3% en lo que va del año.
La cifra inflacionaria de noviembre fue la más baja registrada en los últimos nueve meses, desde que en el mes de febrero se registró un 4,7% de inflación. Desde entonces, comenzó un pronunciado aumento de precios que el Ministerio de Economía no lograba contener.
El rubro de los alimentos fue el que menos aumentó: un 3,5%, lo cual contribuyó a desacelerar el aumento general de precios. Aunque éste es un dato positivo que puede generar alivio a les consumidores, lo cierto es que el poder adquisitivo de les trabajadores continúa erosionado.
Los aumentos de noviembre
El aumento de los artículos de la canasta básica de alimentos y bebidas no alcohólicas fue el más bajo de los últimos 12 meses, desde el 4,3% que se registró en diciembre del año pasado.
El mayor aumento fue en los rubros de vivienda, agua, electricidad, gas y otros combustibles, con un 8,7%. En este aspecto se traduce el aumento correspondiente a la reducción y quita de subsidios por la segmentación de tarifas.
Por el alza de tarifas, el rubro Transporte subió un 6,1%, los precios de restaurantes y hoteles aumentaron un 5,5%, mientras que los productos de Equipamiento y Mantenimiento del hogar aumentaron 5,4%.
En el ámbito de la comunicación se reveló que la inflación fue del 6,4%. Esta cifra surge principalmente del impacto de la suba de los precios de los servicios de telefonía e internet. Por otro lado, las bebidas alcohólicas y el tabaco subieron un 6,3%.
El impacto de Precios Justos
Desde el ministerio de Economía, atribuyen la desaceleración de precios a la ejecución del programa Precios Justos. Les funcionaries insisten en los acuerdos de precios para que el sector privado se comprometa a no aumentar por encima de la inflación.
Los principales productos incluidos en el programa fueron los alimentos y bebidas de grandes cadenas de supermercados. Posteriormente se sumaron los acuerdos de combustibles, insumos industriales básicos y ahora también los medicamentos.
“Estos acuerdos nos permiten continuar reduciendo la inflación paulatinamente hace 4 meses, bajándola del 7,4% recibida en julio a 4,9%. Un número alentador, pero que no nos conforma y nos obliga a seguir trabajando para llevar alivio a las y los argentinos”, declaró el ministro de Economía Sergio Massa en sus redes sociales.
La pérdida del poder adquisitivo
El poder adquisitivo de les trabajadores, aunque disminuya levemente la inflación, continúa erosionado. En este sentido, las negociaciones salariales intentaron adaptarse a los acelerados incrementos de la inflación. Sin embargo, la recomposición salarial fue insuficiente para que les trabajadores incrementen o al menos mantengan el poder adquisitivo.
Según un informe del Mirador de la Actualidad del Trabajo y la Economía (MATE), el salario del empleo registrado en el sector privado se mantuvo estable. Por otro lado, el salario de les trabajadores informales cayó fuertemente.
Por otra parte, el Salario Mínimo, Vital y Móvil (SMVyM) llegará a marzo del 2023 con un aumento del 110% con respecto a marzo del 2022. No obstante, durante gran parte del año, su valor estuvo retrasado respecto a la inflación interanual, por lo que el aumento del SMVyM no se traduce en mayores salarios.
De hecho, el informe indica que “el salario real retrocedió 1% en el primer trimestre y 0,4% en el segundo trimestre. Pero la caída más importante se observó en el tercer trimestre, que va de julio a septiembre: la baja fue de 1,6%”.