Joe Lewis, propietario de una estancia en Lago Escondido, Río Negro, donde se reunieron magistrados y funcionarios porteños investigados por dádivas por la Justicia Federal de Bariloche. El magnate inglés es uno de los 500 hombres más ricos del mundo, posee inversiones en corporaciones energéticas y se encuentra en conflicto con la ley argentina.
Según informó Télam, otro de los que en más de una oportunidad visitó las tierras de Lewis en Río Negro es Mauricio Macri, con quien el propietario tiene una estrecha relación. También allí se alojó el exmandatario estadounidense Barack Obama, durante una visita de Estado que realizó a Argentina en 2016.
En el último tiempo, Lago Escondido se convirtió en un paisaje idílico de ríos, lagos, montañas y reuniones de negocios entre personajes relacionados con el poder.
Un viaje escondido gracias a Joe Lewis
En octubre, se supo que un grupo de magistrados, funcionarios porteños, empresarios de medios de comunicación y un exintegrante de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI) viajó a Lago Escondido. La información fue publicada por el diario Página/12.
Los integrantes de ese grupo eran: Julián Ercolini, titular del Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional N°10; Juan Bautista Mahiques, fiscal general de la Ciudad de Buenos Aires; Marcelo D’Alessandro, ministro de Seguridad y Justicia porteño. Además, se encontraba Carlos Alberto Mahiques, juez de la Cámara Federal de Casación Penal; Pablo Yadarola, a cargo del Juzgado Nacional en lo Penal Económico N°2; Pablo Gabriel Cayssials, titular del Juzgado Nacional en lo Contencioso Administrativo Federal N°9; Leonardo Bergroth, exagente de la AFI. Por otro lado, Tomás Reinke, presidente de Mediabit S.A.; Pablo César Casey, directivo del Grupo Clarín S.A., y Jorge Rendo, CEO del mismo medio de comunicación.
Sumado a esto, el domingo pasado trascendieron conversaciones de los implicados en un grupo de Telegram, en el cual coordinaban estrategias para dar una versión falsa sobre los motivos de ese viaje.
Fue entonces que el Gobierno nacional presentó una denuncia por incumplimiento de los deberes de funcionario público. Además, la fiscal federal de Bariloche, María Cándida Etchepare le pidió a la Justicia profundizar la investigación para determinar si se cometió un delito de dádivas. La funcionaria había sido aludida en los chats como receptiva a dar cobertura en los tribunales a la versión que los involucrados planificaban.
¿Quién es Joe Lewis?
Según lo publicado en la revista Forbes, el magnate cuenta con una fortuna personal de casi 5.000 millones de dólares.
A los 15 años de edad, Lewis dejó los estudios para trabajar en un negocio familiar de cáterin. Con el tiempo lo expandió y se dedicó a las divisas. Ya en 1979 se radicó en Bahamas, donde goza de las escasas condiciones impositivas del país caribeño.
Allí, estableció la sede del Tavistock Group, su grupo empresarial que posee activos en más de 13 países, entre ellos, Argentina. También es dueño del Tottenham Hotspurs, uno de los clubes más tradicionales de la Premier League de Inglaterra.
Por otro lado, desde mediados de los años 90 adquirió tierras en los alrededores de Lago Escondido, lo que comenzó a generar un conflicto por el acceso libre a ese agua, que aún persiste. Las 12 mil hectáreas que posee en Lago Escondido lo convierten en uno de los terratenientes extranjeros más poderosos de Argentina.
El conflicto en Lago Escondido
Este espejo de agua está situado en una estratégica zona de frontera. Sus empleados de Hidden Lake, la firma con la que opera sus negocios en Argentina, impiden su acceso para el público.
Es por esto que la Fundación Interactiva para la Promoción de la Cultura del Agua (Fipca), encabezada por Julio César Urien, junto a otras organizaciones sociales y sindicales realiza marchas para acceder al lago. Cada vez, las movilizaciones terminan en incidentes con la guardia armada de Lewis.
En febrero de 2021, en la Sexta Marcha de Expedición por la Soberanía a Lago Escondido, les manifestantes que intentaban acceder por un camino autorizado por la Justicia resultaron agredides. El atacante era un grupo de 50 personas armadas, que montaba a caballo y respondía a las órdenes de Nicolás Van Ditmar. Este es el administrador de la estancia de Lago Escondido y un empresario con desarrollos inmobiliarios en la zona. Como consecuencia, Van Ditmar fue denunciado por privación ilegítima de la libertad tras haber retenido contra su voluntad a les manifestantes.