La hidatidosis es una enfermedad producida por el parásito Echinococcus granulosus y que se transmite por la materia fecal de los perros. Esta patología tiene gran incidencia en zonas rurales de Corrientes, en particular en el sureste, abarcando los departamentos de Curuzú Cuatiá, Paso de los Libres, Monte Caseros, Sauce y Mercedes. Sin embargo, es poco conocida por la población, lo cual alerta a la salud pública.
En este sentido, un estudio del Instituto de Medicina Regional de la Universidad Nacional del Nordeste (Unne) reveló que el 30% de les habitantes de los departamentos correntinos con más cantidad de casos de hidatidosis desconoce esta enfermedad. Sumado a esto, en otras zonas de la provincia la mayoría jamás escuchó hablar de hidatidosis.
En qué consiste la hidatidosis
La hidatidosis es una enfermedad curable, pero puede causar complicaciones si no se trata a tiempo. Gustavo Fernández, magíster en Enfermedades Transmisibles, explicó a Télam-Confiar que “altera la calidad de vida de la gente y puede producir cuadros graves. En la provincia hemos tenido hidatidosis ósea, chicos a quienes hemos tenido que amputar la pierna porque el quiste se le instaló en el hueso. También hubo hidatidosis cerebral, lo cual genera secuelas”.
La transmisión funciona a partir de que “el perro elimina unos huevos, el hombre ingiere estos huevos y adquiere esta enfermedad que afecta a las personas en el hígado, en el pulmón y otros órganos, provocando un ‘quiste hidatídico’”, explicó Fernández.
Además, indicó que el quiste que produce el parásito “tiene una membrana que lo protege de las defensas del organismo, de los remedios. Por eso el quiste puede estar años en el cuerpo de una persona, y no tiene síntomas”.
Al ser una enfermedad asintomática, “va creciendo tan lentamente que el organismo se va adaptando. Si el parásito se instala en el hígado, empieza a formar un quiste muy chico y crece con los años. Hay quistes de 20 centímetros, en la medida que va creciendo va ocupando un espacio desplazando al órgano y comenzará a alterar la función hepática. Eso es lo que se llama síndrome de masa ocupante, que va apretando la circulación de los vasos, con problemas de digestión de las grasas”, ejemplificó el investigador.
Fernández señaló que en la zona rural los perros suelen estar infectados. Estos “defecan eliminando huevos que contaminan a otras ovejas y también contaminan al hombre”. Es por eso que “es importante trabajar en medidas de prevención relacionadas a la zona rural y evitar darle vísceras crudas”.
La importancia de concientizar
El trabajo de Fernández en el Instituto de Medicina Regional de la Unne se trata de la “Epidemiología de la Hidatidosis y percepción de riesgo de la provincia de Corrientes”, que se desarrolló entre 2017 y 2019. La investigación dispara la necesidad de invertir en campañas sobre cómo prevenir esta enfermedad parasitaria y asintomática.
Al tener gran incidencia en la población, la provincia cuenta hace años con el Programa Provincial de Hidatidosis, que busca la detección temprana de casos. La metodología de trabajo contempla un catastro ecográfico, es decir, operativos en las escuelas para detectar quistes en niñes.
“Los que tengan alguna imagen sospechosa, un pequeño quiste, se someten a un protocolo que incluye resonancia, laboratorio con serología, y si se confirma va a tratamiento”, sostuvo.
Un año después de la implementación del catastro ecográfico, en 2018, los datos oficiales revelaron que hubo 19 casos de hidatidosis en chicos menores de 14 años en el departamento de Curuzú Cuatiá.
El tratamiento de la Hidatidosis
“El diagnóstico es mediante una ecografía. Cualquier persona que se detecte en forma temprana el tratamiento va a ser más corto y llevadero. Ahora cuando hablamos de un quiste grande, de una evolución de ocho o diez años, el tratamiento puede llevar hasta 60 o incluso 90 días. Lo que se trata es de evitar la cirugía”, remarcó Fernández.
“Lo bueno es que el tratamiento es gratuito, no es complejo, ni tóxico, ni genera reacciones adversas. Una vez confirmado el caso, se administra un antiparasitario, albendazol, que es una droga bastante inocua que actúa matando al parásito”, desarrolló.
Además, detalló por qué rehuyen a la intervención quirúrgica: “Se evita la cirugía porque puede haber algún tipo de ruptura o el quiste puede tener alguna fisura y liberar el contenido. Y si ese contenido se libera, adentro hay muchos parásitos. Se puede diseminar la enfermedad en el cuerpo de la persona causando un shock que puede producir la muerte. Hay casos reportados de muertes en el postoperatorio por el shock”.
Es por esto que lo fundamental es su difusión, porque la hidatidosis “tiene tratamiento y es curable”.