Vecines de Río Ceballos (Departamento de Colón, Córdoba), han alzado la voz en relación a las obras que el Ministerio de Servicios Públicos provincial lleva adelante sobre el cauce del río. El reclamo se basa en el riesgo medioambiental que este proyecto representa, a saber: la deforestación sin freno y la contaminación que causaría la colocación de una red de cloacas.
Desde el Ministerio, y tras lo acordado con el aval del intendente Eduardo Balassi, llevan adelante, desde mayo de este año, un plan de Sistema de Desagües Cloacales y Red de Cloacas Domiciliarias. Según el anuncio que hicieron a principios de 2022, el proyecto consta de la instalación de 20 kilómetros de cañería colectora troncal. Estas irán desde Río Ceballos hasta la Planta de Tratamiento.
En un primer momento, el Concejo Deliberante había informado a les vecines que un proyecto cloacal pasaría por la Avenida San Martín. A partir de este punto, se rompería la capa asfáltica y se haría una cuenca mucho más profunda para la cañería.
Sin embargo, según las declaraciones prestadas por Susana Rocha a Nota al Pie “era más costoso”. La mujer es una de las tantas personas comprometidas con la causa, quienes denuncian que “era más económico pasar por el arroyo”, sin considerar los riesgos ambientales.
Este martes por la mañana sesionó el Concejo Deliberante de la Ciudad, al cual les vecines presentaron un petitorio en reclamo de más información. Además, bajo la consigna “Queremos el río, no lo destruyan. Salvemos nuestro río” se convocó a una manifestación frente al Hotel San Pedro. Sin embargo, aún no han recibido respuesta.
Un daño inaudito al río
Las empresas contratistas Supercemento y Aryko, que desarrollan las obras, han empezado poco a poco a dañar el arbolado. Además, les vecines denuncian que se vuelca cemento sobre la tierra sin ninguna medida de cuidado. En este sentido, también exponen que hay materiales de construcción y tachos caídos sobre el cauce del río.
“Bajaron por los márgenes del arroyo, pasaron por las cuencas y retiraron las grandes piedras. Destruyeron la arboleda ancestral y de todo porte que en el proyecto figuraban que no se podían sacar”, advirtió Susana. A su vez, aseveró que “han dragado el arroyo, han cambiado su cauce, todos ellos traen grandes daños ecológicos”.
Según la denunciante, les vecines solo quieren proteger el ecosistema. “Queremos un arroyo sano, ellos quieren cementar las márgenes”, reclamó. Alrededor del mundo se elimina el cementado de las márgenes por la cuestión ambiental, “se está arbolando, se dejan las piedras para poder capturar el agua dulce, para poder bajar la velocidad de las corrientes de los ríos y mantenerla dentro de la tierra”, explicó.
No obstante, Susana manifestó que la situación en Córdoba es muy diferente: “Nosotros estamos depredando nuestro medio ambiente”.
Para concluir, indicó que estas cosas son las que alertan a les proteccionistas ambientales. “Todo ello es lo que nos convoca y nos mantiene alerta porque no es únicamente Río Ceballos. Es Unquillo y Saldán, es todas las Sierras Chicas”, indicó.
Los reclamos y un daño que avanza
Les vecines denuncian la falta de información que hay respecto a la extensión de la obra y los lugares en los que debería realizarse. En esta misma línea, señalan que el estudio de impacto ambiental desapareció de la página web de la Secretaría de Ambiente, y van modificando el trayecto a medida que avanzan con el proyecto.
El pasado 14 de noviembre presentaron un petitorio con más de 100 firmas en el Concejo Deliberante. Allí exigieron detener las intervenciones hasta que se les brinde información acerca de las autorizaciones y estudios que fundamentan las mismas.
Además, prevén que se dé lugar a la existencia de aviso de estudio de impacto ambiental. Este exige la Ley provincial de Ambiente 10.208, con respecto al dragado y la canalización.
En diálogo con este medio, Franco Inardi, militante ambientalista y vecino de Ñu Porá, indicó: “Tenemos riesgo de inundación, como en 2015, por este dragado y canalización, que ya no muestran ni los estudios ni el proyecto”.
En ese contexto, desarrolló que “el estudio de impacto ambiental de la obra se hizo en Unquillo en 2017 para el tramo del Río Ceballos, y solo hubo un aviso de proyecto este año”.
Con respecto a la situación de las obras, comentó que “hoy el río está prácticamente canalizado en el barrio Ñu Pora, sin árboles”. A su vez, agregó que “el caño troncal pasa a metros del cauce del río, con caños de PVC en algunas zonas y reforzado en fibra de vidrios en otras”.
Es nula la información que se le ha dado a les vecines en relación a una situación que afecta enormemente su calidad de vida. “El problema es multidireccional porque atañe al problema de que las autoridades no nos escuchan, no nos responden” concluyó Susana Rocha.