Este jueves llega a los cines argentinos la primera comedia romántica gay bajo el ala de un gran estudio cinematográfico. En ese marco, la película “Bros” presentará a dos hombres muy dispares que se sienten atraídos, pero, al mismo tiempo, limitados para afrontar una relación seria.
“Bros” fue escrita por Billy Eichner y Luke Macfarlane. En efecto, se trata de una producción donde la mayoría de las personas involucradas pertenecen a la comunidad LGBTQ+.
No obstante, no se trata de una comedia liviana, sino que tiene muchos condimentos. Así, aparecen en ella desde humor ácido y mordaz, contenido sexual sin desnudez gráfica, parejas múltiples, vocabulario del ambiente queer hasta escenas sin prejuicios de personajes consumiendo poppers, esteroides y alcohol.
Sobre “Bros”
El film comienza presentando a Bobby, un periodista en los 40 que aún lucha por encontrar su lugar en el medio. Tiene un podcast de temática gay y una meta muy deseada: abrir el primer museo LGBTQ+. De carácter muy libre, en sus planes no estaba por ahora tener pareja ni enamorarse. Sin embargo, una noche conoce a Aaron en un boliche bailable. Él es el clásico chico musculoso, superficialmente perfecto, pero de cortas palabras.
De todos modos, se da una clara conexión y comienzan a conocerse. Este último se desempeña como abogado y redacta testamentos día tras día. Sin embargo, su verdadera y frustrada vocación es ser chocolatero y crear bombones personalizados.
Poco a poco, su relación mejora y descubren que son buenos el uno para el otro, pero todo se complica con la salida del closet del mejor amigo de la infancia de Aaron y la llegada de sus padres a la ciudad.
Desde esa premisa el film logra atrapar al espectador y no pierde dinámica hasta el final. De grata sorpresa en la cartelera actual, resultó ser una de las comedias románticas más frescas y atractivas del año en Estados Unidos. En ese marco, no solo trasciende por ser la primera comedia romántica con un reparto mayoritariamente LGBTQ+, sino por ser francamente abierta, divertida, honesta y cínica a la vez.
Una película con muchas figuras representativas
Bros surge de un equipo creativo, encabezado por el guionista y actor Eichner, el guionista y director Nicholas Stoller y el productor Judd Apatow. En conjunto logran un equilibrio entre las escenas de burla a las clásicas películas románticas y los chistes con guiños para el colectivo LGBTQ+, pero que resultan universales.
Adentra al público al universo gay actual, y sin límites expone lo mejor y lo peor. Además, muestra lo difícil que es mantener o consolidar una pareja en tiempo que el sexo ocasional está en bandeja. Hay muchos cameos de figuras de series y estrellas del ambiente artístico americano. Desde Guy Branum como un amigo de Bobby, hasta el equipo de la junta directiva del futuro museo LGBTQ+, que incluye a Jim Rash, Miss Lawrence, Eve Lindley, Ts Madison y Dot-Marie Jones.
En realidad los que llevan la película adelante son la pareja protagonista. Bobby y Aaron lucen con una verdadera química, pese a una verdadera disparidad. Y tanto Billy Eichner como Luke Macfarlane están muy bien en sus personajes. El primero además de ser el creador del film, en su rol de actor demuestra tener pasta para corporizar momentos de vulnerabilidad, cinismo y tristeza aunque presenta cierto egocentrismo elevado. En un personaje que tiene una realidad cambiante, pero luchadora y hasta se permite cantar hacia el final. El segundo protagonizó algunas comedias de poco vuelo, pero acá logra un papel muy empático de fácil representación y llegada. Hasta logra sorprender en los pocos momentos dramáticos de la trama.
Un final algo forzado, pero que entretiene
Bros resulta toda una sorpresa, posee una sólida combinación de diversión y audacia. Y no es un film que invite a una gran reflexión, pero hay un importante trabajo para mostrar que un romance gay no es lo mismo que un romance heterosexual. Pero que el amor es amor, y solo importa las personas y no la orientación sexual. El mensaje es bueno pero el resultado no es una comedia romántica sino más sexual con ciertos clichés románticos. Ni es un film propagandístico aunque formula y asegura que las personas queer existen desde el principio de los tiempos, sólo que parece que ahora empiezan a contar sus propias historias y lograr ser vistas.