La presencia de asbesto en los talleres ferroviarios aledaños a una escuela primaria y un jardín de infantes, ubicados en el barrio de Caballito (CABA), pone en vilo a las familias de más de 500 alumnes.
Dos informes oficiales expedidos por la empresa Si Consultores, junto con el laboratorio CIH, certificaron que diversos lugares de los talleres utilizados por la empresa Emova (ex Metrovías) contienen asbestos. A raíz de esto, las autoridades solicitaron que se realicen los estudios correspondientes tanto a estudiantes, como a personal docente y no docente.
Francisco “Pancho” Ledesma, secretario de Salud de la Asociación Gremial de Trabajadores del Subterráneo y Premetro (AGTSyP), dialogó con Nota al Pie para brindar más detalles acerca de la problemática.
Presencia de asbesto
El 26 de octubre se recibieron los informes que constataron la presencia de este mineral altamente peligroso para la salud. Sin embargo, el Ministerio de Educación porteño afirmó al medio Télam que “las tareas que se llevan a cabo en los talleres lindantes a la Escuela no presentan de ninguna manera un riesgo para la salud de la comunidad educativa”.
El asbesto, o amianto, es un mineral muy presente en nuestras vidas. Su característica principal es que las fibras se descomponen con facilidad. Si estas quedan unidas no son peligrosas, pero si se rompen pueden inhalarse y alojarse en los pulmones u otras partes del cuerpo, provocando graves patologías.
El 16 de febrero, la AGTSyP se enteró de la presencia de asbesto en el Metro de Madrid. Más precisamente en los trenes marca CAF modelo 5000.
Esos mismos trenes prestaban servicio en la línea B de la Ciudad de Buenos Aires y se les hacía mantenimiento en el taller Rancagua. Habían sido comprados en 2014 por el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires (GCBA).
Si bien el sindicato resolvió no trabajar más con estas formaciones, Emova, la empresa prestadora del servicio, junto al GCBA, desconocieron la presencia de asbesto en los trenes.
El gremio investigará la presencia del material
A partir de ese momento, la AGTSyP comenzó su propia investigación. El objetivo estuvo puesto en determinar la presencia de asbesto en trenes y lugares de trabajo del subte de Buenos Aires.
En base a estos dos últimos informes, se descubrió que el taller Polvorín, ubicado al lado de la escuela y el jardín, contiene una gran cantidad de asbesto. Este material está principalmente concentrado en los techos, hornos y la cabina para pintado. No obstante, lo que más preocupa es su existencia en formaciones de trenes y piezas ferroviarias que se encuentran por fuera del depósito, ubicado en la calle Emilio Mitre 510.
“Lo que se hace en el taller Bonifacio, que es el que está bajo superficie, es el bobinado de los motores. Está pegado a varios colegios, en la misma manzana a tres”, señaló Ledesma.
El secretario de la AGTSyP afirmó que desde hace tiempo se encuentran accionando sobre esta problemática. “Nosotros veníamos denunciando que ese taller tiene conexión con el patio de esos colegios y en la parte que corresponde a la división en vez de tener paredes de ladrillos tiene ventanales, con sus vidrios partidos y rotos”, expresó.
Hasta el momento, se consiguió el ingreso al Relevamiento General de Riesgos Laborales (RAR) por exposición al asbesto de 2015 trabajadores y trabajadoras del subte. Del total de esta cifra, 39 presentan engrosamientos pleurales reconocidos por la Superintendencia de Riesgos del Trabajo (SRT) y tres desarrollaron cáncer. Uno de ellos, lamentablemente, falleció el 21 de marzo de este año.
Refiriéndose al nulo accionar por parte del gobierno porteño, Ledesma afirmó: “El gobierno de Larreta tiene que tomar la decisión de comprar flotas nuevas. No es un problema de alerta, es un problema de una decisión política. Ya no es una denuncia nuestra por una sospecha, está verificado”.