Más de 18 agrupaciones sindicales nucleadas bajo la Federación Marítima Portuaria y de la Industria Naval (FeMPINRA), convocaron un paro nacional de todo el sector para este viernes 4 de noviembre. Además, adhirieron al paro les remolcadores de puerto.
Desde las 10 de la mañana, les trabajadores de actividades marítimas, puertos y astilleros concentran en las calles porteñas Avenida Paseo Colón y Avenida Belgrano. Desde allí, se dirigen al Ministerio de Transporte de la Nación en reclamo de un amplio abanico de reivindicaciones sectoriales.
Debido al conflicto, la medida de fuerza afectará durante estas 24 horas a la navegación interior, la actividad marítima y, principalmente, el funcionamiento de los puertos. Por otra parte, en cada puerto habrá una guardia para situaciones de emergencia.
A través de un documento firmado por Juan Carlos Schmid, la FeMPINRA denuncia: “Es inadmisible que todavía no deroguen decretos de la etapa de (Mauricio) Macri, ni que cumplan con la Ley de Cabotaje permitiendo que embarcaciones extranjeras hagan el trabajo en aguas nacionales”.
El trasfondo del paro nacional: una cuestión de soberanía nacional
Durante el apogeo del neoliberalismo en la Argentina en la década de los 90, la liberación del comercio exterior implicó ceder poder nacional en materias marítimas y fluviales a los capitales transnacionales.
Como consecuencia, el comercio exterior quedó en manos de las empresas extranjeras, se perdieron los Convenios Colectivos de Trabajo de manera inconstitucional; se destruyó la industria naval y se afirmó la actividad de embarcaciones extranjeras en jurisdicciones nacionales.
Al respecto, Juan Carlos Schmid resaltó que “ya pasaron 18 años desde que Néstor Kirchner nos devolvió los Convenios Colectivos de Trabajo, tanto a los portuarios como a los marítimos. Desde ese momento hasta ahora, no se ha implementado una sola medida que nos permita recuperar la industria naval, la marina mercante y la navegación interior. Tampoco se llevó adelante una política de control de nuestro comercio exterior más efectiva”.
Desde FeMPINRA denuncian que “desde la cartera de transporte no han ofrecido alternativas al estancamiento de la Ley de Marina Mercante y de promoción de la industria naval vetada por el macrismo”.
El impacto de la desregulación estatal sobre estos sectores no ha sido revertido durante los gobiernos posteriores al menemismo. Aún siguen reclamando, como medida de defensa de la soberanía nacional, una planificación pública y estratégica que ponga al Estado como protagonista en el desarrollo de puertos y vías navegables.
Los reclamos puntuales
- Derogación del Decreto 870/18, que reduce el Puerto de Buenos Aires a un proyecto inmobiliario con una sola terminal.
- Revisión del Decreto 817/92, una política que determinó la desregulación portuaria y marítima durante la década de 1990.
- Reglamentación de la Ley 27.419 de Marina Mercante.
- Cumplimiento de la Ley de Cabotaje.
- Resolución de la problemática de formación y titulación.
- Incorporación del sistema fluvio-marítimo de carga en los programas de desarrollo del Ministerio de Transporte.
- Restitución de los artículos 10 y 13 de la Ley 24.718 de Promoción de la Industria Naval.
- Derogación del Decreto 909/94, del Régimen de Incorporación de buques usados.
- Esclarecer la política operativa de la Vía Navegable Troncal, en resguardo del cabotaje nacional.
- Quita del Impuesto a las Ganancias.