Alguien necesita ayuda, un oído escucha, pasa el dato y la red acompaña. Socorristas en Red (SenRed) es una articulación de colectivas de Argentina que brinda información y acompañamiento a mujeres y a otras personas con posibilidad de gestar cuando deciden interrumpir embarazos.
Desde 2018 Luna es integrante de Mutisias Rebelde, la agrupación de Socorristas en Red de Esquel, Chubut. Ella relató que SenRed inició en el año 2012, impulsado por un grupo de feministas que militaban en otras organizaciones y veían el aborto como un eje central. Entonces, decidieron armar una articulación, primero en algunas provincias y luego se fueron sumando de distintos territorios.
Con la intención de que puedan realizar abortos de manera segura y cuidada, se componen por heterogéneas activistas, colectivas y grupos feministas; el movimiento de mujeres; los movimientos sexo-genéricos; investigadores; personal de salud y otros sectores sociales.
A su vez, forman parte de Red Compañera, una red feminista latinoamericana y caribeña de acompañantes de abortos. Esta cuenta con 23 agrupaciones de 17 países de América Latina y El Caribe. “La red compañera se dio a conocer recién el año pasado, pero los tramados de red venían hace muchos años”, contó Luna.
Acompañar antes y después de la ley
En diciembre de 2020, Argentina aprobó la Ley 27.610, conocida como IVE, la cual permite la interrupción voluntaria del embarazo sin causales hasta la semana 14. Luna asegura que dicha norma no modificó el acompañamiento que ellas realizan, sino que “lo que cambia son las herramientas que ahora tienen quienes quieren interrumpir un embarazo”.
Para la activista, “la única diferencia es que ahora hay más conocimiento”. Sin embargo, denuncia que todavía falta que circule la información, principalmente sobre la aplicación.
“También sabemos que no en todos los lugares se están realizando de la misma manera. Hay muchos donde todavía es muy restringido el acceso al aborto”, explica. Lo que cambia para ellas es que saben que pueden reclamar por ese derecho.
Dentro de las críticas, también cuestionó la objeción de la práctica médica, la condena social y la falta de una campaña de difusión masiva sobre quiénes pueden acceder y en qué plazo. “Hay veces que las personas van a lugares donde hay objetores y sufren malos tratos y prácticas dilatorias”, aseguró.
Socorrer es estar
El acompañamiento que hacen desde la organización no ha cambiado tras la aprobación de la ley, porque lo que buscan es acompañar procesos. En primer lugar, se trata de “atenderlas en ese primer contacto que hacen con la guardia telefónica; en un momento de mucha vulnerabilidad”, relata Luna. Además, contó que cada caso es distinto: “hay quienes están muy nerviosas y otras que no”.
Si, tras el llamado, la persona decide interrumpir el embarazo, el próximo paso implica un encuentro cara a cara con una de las socorristas. “Ahí es distinto, porque se pueden abrazar, hay contacto personal”, explica Luna. Luego, acompañan durante todo el proceso, sea de manera presencial o por teléfono.
En cuanto al rol de acompañadora, Luna aseguró que “es una sensación súper fuerte”. Además de la importancia del ejercicio de la escucha, la socorrista destaca el hecho de “aprender a correrse del foco principal”. Lo único importante es lo que está sintiendo la persona que está abortando.
Las cifras de las Socorristas en Red
6.517 personas con capacidad de gestar tomaron el teléfono para comunicarse con las socorristas durante el primer semestre de 2021. Si bien la mayoría de esas personas se autopercibían como mujeres, 10 fueron personas no binarias, 4 varones trans y 30 no lo especificaron.
En relación a la edad, 3.929 tenían entre 18 y 28 años, mientras que 2.094, entre 29 y 39. Del relevamiento también surge que 3.987 personas, lo que equivale al 61,2%, tenía hijes cuando se comunicó para pedir información sobre el aborto. Otro dato muestra que el 70% de las personas que llamó a las socorristas había sufrido violencia de género.
Cabe mencionar que del total de personas que se comunicaron en el primer semestre de 2021, el 86,2% decidió abortar. Dentro de este grupo, el 22% asistió a un centro de salud, mientras que el 64,2% prefirió hacerlo de manera autogestionada en su hogar.
El problema del embarazo adolescente
En su relevamiento semestral, Socorristas en Red se ocupó también de les menores de 18 años que decidieron interrumpir sus embarazos. Allí, los datos muestran que, del total de menores, el 45% tenía 17 años, el 29%, 16, y el resto, entre 13 y 15.
En cuanto a la salud sexual, los datos muestran que el 14% quedó embarazada durante su primera relación sexual; y el 61% no consultó a una ginecóloga antes del embarazo. Por otro lado, el 13,3% manifestó tener hijes al momento de comunicarse con las socorristas.
En relación al lugar donde recibieron información, el 43,6% recibió información de centros comunitarios y grupos de amigues, mientras que el 39,8% en la escuela.