Luego de 70 años de extinción, el gran depredador tope comienza a repoblar el Iberá. El sueño de volver a ver yaguaretés en los esteros registra un gran avance. Mombyry, Yboty, Arandu y Jasy, los cachorros nacidos en plena libertad en junio, continúan creciendo en buen estado; mientras reciben el cuidado de sus madres y la protección que otorga el Gran Parque Iberá. Esta camada representa la nueva esperanza de la recuperación de la especie. En Corrientes, desde enero de 2022 hasta ahora, ya hay 12 individuos libres.
“Mientras estos cachorros crecen, también crece la esperanza de recuperar al depredador tope del monte y los esteros correntinos. Y crecen también las interacciones ecológicas, la salud y belleza del Iberá”, afirmaron desde la Fundación Rewilding Argentina.
El yaguareté (Panthera onca) es el mayor felino de América y uno de los mamíferos más amenazados de Argentina. Se estima que su población es de unos 200 ejemplares en toda su distribución en el norte del país. A mediados del siglo XX se extinguió de la provincia de Corrientes debido a la cacería, la modificación del ambiente y la pérdida de sus presas naturales.
El Parque Nacional Iberá es un lugar clave para llevar a cabo el proyecto de reintroducción de la especie dentro del país. Esta gran área protegida cuenta con abundantes presas, como carpinchos y ciervos, y un hábitat apto para su desarrollo. Además, la sociedad correntina apoya y fomenta la idea del retorno de este felino emblemático a la provincia.
Nota al Pie conversó con el Dr. Gustavo Solís, quien profundizó sobre la importancia de esta especie y cómo es el trabajo a contrarreloj que llevan adelante en la Fundación Rewilding Argentina para salvar al yaguareté de la extinción.
La vida se abre paso en el Iberá
Las crías de yaguareté nacidas en libertad son la demostración de que la vida siempre se abre paso. “Los nacimientos de los cachorros se dieron en los mismos lugares que hace algunos meses habían sido afectados por los incendios”, señaló el Dr. Solís.
Los primeros cachorros en nacer en libertad dentro del Parque Nacional Iberá son Arandu y Jasy, que ya tienen unos 5 meses de vida. Sus padres, Arami y Jatobazinho, han marcado un hito histórico en la conservación del yaguareté: son los padres de los primeros yaguaretés concebidos y nacidos en total libertad en Corrientes.
Arami, y su hermana Mbarete, nacieron en junio de 2018 dentro de los grandes corrales del Centro de Reintroducción del Yaguareté (CRY) en Parque Iberá. Fueron las primeras yaguaretés nacidas en Corrientes luego de 70 años de extinción. Ambas crecieron sin contacto estrecho con humanos y aprendieron a cazar con su madre, Tania. Desde hace casi un año, Arami vive libre junto a otros 7 yaguaretés, entre los que se encuentra Jatobazinho.
Por otra parte, “la concepción y nacimiento de Mombyry e Yboty, se dió en libertad. Son hijos de Mariua y Jatobazinho, ambos provenientes de Brasil. Esto nos indica la total adaptación de Mariua a la libertad, y el éxito del trabajo que se viene llevando adelante”, explicó el Dr. Solís. Cabe destacar que es la segunda camada de cachorros de Mariua en Iberá.
Si bien están en total libertad, son monitoreados por la Fundación Rewilding. “Como son muy pequeños para colocarles un collar satelital, el monitoreo se lleva a cabo mediante el collar de la madre, Mariua, y cámaras trampas que se ubican en la zona donde se mueven”, comentó.
Para el especialista “sus nacimientos son sumamente importantes, porque nos ratifican el éxito del proyecto y nos demuestra que la recuperación del yaguareté es una realidad”.
El regreso del yaguareté al Iberá
“La presencia del yaguareté en Iberá es de gran relevancia, ya que es el predador tope. A partir de su rol ecológico, se moldea el ecosistema, recuperando su salud e integridad”, señaló el Dr. Solís. Además, regula las poblaciones de herbívoros, y estos a su vez, de muchas especies vegetales.
La Reserva Natural Iberá tiene una extensión de 1,3 millones de hectáreas. Después de dos décadas de trabajo, han aumentado las poblaciones de carpinchos, ciervos de los pantanos y yacarés. Por lo tanto, se necesita el rol regulador de un gran predador para mantener su salud a largo plazo.
Respecto de los incendios, el especialista remarcó que “los incendios de principio de año causaron mucho daño. Pero también demostraron la resiliencia de un ecosistema que está en equilibrio, cuando tiene a todas sus especies, cumpliendo con su rol ecológico”.