Durante 2015, en la revista Miracle Jump de la editorial Shüeisha comenzó a publicarse una guerra romántica muy peculiar. Kaguya-sama wa Kokurasetai: Tensai-tachu no Ren’ai Zunösen (conocido en occidente como Love is War) llegaba de la mano del mangaka Aka Akasaka. Esta contienda es una simplificación de la lucha de clases, y las contradicciones culturales.
La traducción literal del título es: Kaguya Sama quiere que se le declaren: La guerra del amor entre dos genios. Esta serie aún sigue en publicación, con dos spin-offs (productos derivados) exitosos y una adaptación a la animación cuyo éxito es un hecho. Incluso, la historia ha llegado a tener adaptación a una película con personas reales.
El imaginario popular está equivocado
“Conocerse, enamorarse, declararse y unirse en matrimonio, son etapas de la vida romántica bellísimas en su esencia”… ¡Eso es mentira! En una pareja hay dos roles, quien domina, y quien es subyugado. El amor es una guerra, y cada una de las partes pelea por su lugar. En esta batalla encarnizada, quien se enamora pierde.
La acción se sitúa en la escuela Shuchi’n, centro formativo de la nobleza y estudiantes de padres samuráis. En la actualidad solo asisten las clases más altas, quienes en el futuro liderarán a Japón.
Representando a la élite más importante se encuentran les miembros del consejo estudiantil: la presidenta Kaguya Shinomiya, y el presidente Miyuki Shirogane. Kaguya es hija del dueño del grupo de negocios más importante de todo Japón. mientras Miyuki es de origen humilde, pero un estudiante ejemplar.
Si bien Kaguya y Miyuki se gustan, no van a admitirlo; y en la oficina del centro de estudiantes se llevará a cabo una batalla titánica. De esta forma, cada uno de los lados buscará estratégicamente que el otro se le declare; porque su orgullo no les permite enfrentar sus propios sentimientos.
El que se enamora pierde
Esa es la mentalidad de la pareja protagonista de esta comedia desopilante. Aka Akasaka crea esta narrativa en base a tres elementos clave: la diferencia de clases, el patriarcado y el orgullo. Si se toman en cuenta estos tres conceptos se obtiene una sitcom fantástica que ha logrado extenderse por años.
Kaguya Shinomiya es una niña inexperta en muchos aspectos de la vida cotidiana de la clase media. Tiene chefs de renombre que le preparan la comida día a día; es llevada a la escuela en coche; y vive casi en una torre de cristal. Sin embargo, lleva el peso de su apellido sobre los hombros con orgullo; y demuestra estar a la altura logrando ser la vicepresidente del consejo estudiantil.
Miyuki Shirogane, es un muchacho de clase media, muy sufrido, que lucha día a día para demostrar su capacidad. Ha llegado a presidente a fuerza de estudio, esfuerzo, y la lucha contra las adversidades de una persona con recursos limitados. Todo este trasfondo le llena de mérito, además de estar en un puesto por sobre la hija de la familia más importante de Japón: Kaguya.
La vanidad de estos jóvenes les dice que la única forma de estar en una relación, es conseguir una declaración. Esta actitud llevará a una guerra en la que buscarán manipular a su contraparte para que confiese su amor.
En un principio, tanto Kaguya como Miyuki ignoran que los sentimientos son compartidos y los desafíos estarán plagados de elementos culturales y sociales.
La importancia del contraste y el reparto
Si bien las diferencias entre les protagonistas son evidentes a nivel externo, en el interior comparten valores parecidos. Además, el autor retrata de manera magistral dos adolescentes sin experiencia en el amor, que basan su estrategia en ideales populares que no llevan a nada. El reparto acentúa este contraste.
Por un lado, está la secretaria del consejo estudiantil, Chika Fujiwara. Una niña que es directa en su forma de comunicarse, y que, a diferencia de Kaguya, tiene un cuerpo muy voluptuoso.
Fujiwara complicará los planes de les contendientes, y también será artífice de varias confusiones. En el caso de Kaguya, también resaltará el complejo por la apariencia física.
Yü Ishigami es el tesorero del consejo estudiantil, un muchacho flojo en sus estudios, pero muy bueno en matemáticas. Es quien exterioriza los aspectos “negativos” de la masculinidad que Shirogane oculta tras su actitud de entereza y pulcritud. Ishigami servirá para contrastar con Fujiwara el ideal de inocencia. Con el tiempo, se sumarán más personajes.
Quizá la figura más importante del reparto es la voz que narra los eventos. Ya que asistimos a una competición, un texto que relate/comente las contiendas es necesario; y es aquí donde la narrativa de Aka Akasaka encuentra su clímax. Los cuadros de texto narrativo son deliciosos y ayudan a exacerbar el ideal de la contienda. Es así como se completa esta historia de batallas épicas.
Adaptaciones
En 2019 se estrenó la primera temporada de la adaptación animada, conocida en occidente como Kaguya-Sama: Love is War. Producida por A-1 Pictures, responsables de títulos como Wotakoi, Sword Art Online Aincrad o Darling in the FranXX. Al día de hoy, la adaptación de Love is War lleva tres temporadas.
En el anime, la figura del narrador resalta. La actitud del actor que realiza este rol es tan exagerada que se destaca en la serie. Una actitud que en Argentina encontraría paralelo solo con el genial Osvaldo Príncipi.
Además de la serie, se han realizado dos OVAs (Only Video Animation) y dos películas con actores reales estrenadas en 2019 y 2021 respectivamente. En Argentina el manga está licenciado por Panini Manga Argentina, y al momento de publicar esta nota lleva publicados 20 tomos tanköbon.