La vida de John Lennon siempre dio que hablar. Sus vivencias desde niño y sus actitudes como estrella consagrada configuraron el perfil del “beatle rebelde”. Cada vez que podía, apuntaba contra quienes ocupaban espacios de poder porque le gustaba incomodar. En tiempos rigurosos, se comparó con Jesús; le devolvió una medalla de reconocimiento a la Reina Isabel y hasta encabezó campañas por la paz cuando las guerras eran moneda corriente alrededor del mundo.
Lennon atravesó la tragedia desde lo público y lo privado, y con eso pudo construir su impronta. En detalle, su vida dejó entrever lo lejos que realmente estaba de ser aquel joven perfecto que la sociedad inglesa esperaba. Ya no existía el chico de flequillo que sólo quería cantarle a su novia. Más de adulto quiso llevar otro mensaje y expresar otra cosa porque tenía con qué.
Una infancia difícil
El músico nació en la ciudad inglesa de Liverpool el 9 de octubre de 1940. Su nombre completo era John Winston Lennon: “John” en honor a su abuelo paterno y “Winston” por Winston Churchill, el primer ministro de Reino Unido de ese entonces. Hijo de Julia Stanley y Alfred Lennon, John creció marcado por la ausencia de ambos y pasó la mayor parte de su infancia con su tía Mimi, la hermana de su mamá.
Su padre, que era soldado, se desempeñaba como marino de guerra y por eso casi nunca estaba con él. Durante el tiempo afuera, Alfred enviaba dinero a la familia hasta que un día dejó de hacerlo: había sido detenido por abandonar su puesto de combate. Sin embargo, eso no fue lo único que decidió abandonar. A su regreso a Liverpool, quiso “reconstruir” la familia pero Julia se negó. Según algunas versiones, el conflicto derivó en los dos adultos obligando a su hijo -de entonces cinco años- a decidir con quién quería quedarse. Ante la elección por su madre, Alfred optó por marcharse y no volver. Su hijo nunca se lo perdonaría.
Pero a pesar de la decisión de John, a cargo de él quedó su tía Mimi luego de que ésta denunciara a Julia por motivos que no son muy claros. De todos modos, con el correr de los años Lennon pudo retomar el vínculo con su mamá e incluso fue ella quien lo introdujo a la música y le regaló su primera guitarra. Con sus aciertos y sus errores, Julia despertó en su hijo un amor mezclado de dolor. Tanto, que a lo largo de su carrera él le dedicaría algunas de sus canciones más profundas.
Las marcas de la pérdida
El 15 de julio de 1958, Julia salió de la casa de su hermana Mimi, y a los pocos metros fue atropellada por un auto y murió. La pérdida definitiva de su madre provocó en John Lennon un trauma que se tradujo en comportamientos violentos.
Con el correr de los años el músico logró poner en palabras aquello que sentía al respecto. A diez años del accidente y durante el famoso retiro espiritual en la India, el beatle escribió la canción Julia. Allí expresó: “La mitad de lo que digo no tiene sentido, pero lo digo solo para alcanzarte, Julia”.
No obstante, el mensaje más desgarrador llegó tiempo después, en 1970, cuando Lennon otra vez se dirigió a su madre a través de la música. Titulada Mother, la canción también hacía referencia a su padre. Sin metáforas de por medio, el músico pedía a gritos por ambos. “Mamá no te vayas, papá veni a casa”, exclamaba como si nuevamente fuera aquel niño que debía elegir con quién quedarse.
Paul McCartney: del amor al odio
Entre las consecuencias que dejó la muerte de mamá, hubo una en particular: la pérdida provocó que el vínculo entre John Lennon y Paul McCartney se fortaleciera. Es que McCartney también había perdido a su madre, tres años antes, víctima de un cáncer.
Los músicos se habían conocido en 1956 cuando formaron los Quarrymen, la banda que luego devino en los Beatles. Con el tiempo y la confianza, ambos se consagraron como la dupla compositiva más importante de la historia de la música. El buen trabajo en equipo y los aportes enriquecedores que uno tenía para el otro, llevaron a que cada canción de los Beatles sea firmada con “Lennon/McCartney”.
Sin embargo, como en todo espacio donde abundan los egos y el poder, algo siempre se rompe. Atrás había quedado el sueño y la dulzura de aquellos músicos jóvenes de los ‘60, y a principios de los ‘70 ya no se podían ni ver. Fue el documental Get Back, estrenado en 2021, lo que derribó el mito del grupo abanderado del amor y demostró que el último tiempo la banda fue un todos contra todos.
Con acciones legales de por medio, el “dream-team” empezó a desmoronarse rápidamente. La bronca de Lennon devino en How Do You Sleep?, una de las canciones más cargadas de su repertorio. Las referencias explícitas permiten descifrar a Paul McCartney como receptor. Preguntándole “¿cómo dormís?” le recriminó: “La única cosa que hiciste fue Yesterday”.
Cuando John conoció a Yoko
En noviembre de 1966, durante una exposición artística, John conoció a Yoko Ono. La relación fue polémica desde principio a fin, porque el músico todavía estaba casado con Cynthia Powell, con quien además tenía un hijo. Sobre esto, en alguna oportunidad el músico reconocería su mal comportamiento con ambos, a quienes dejó apenas formalizó con la artista japonesa.
El evento donde la pareja se conoció era la primera exposición individual que presentaba Yoko Ono. Allí exhibía su obra Ceiling Painting, que consistía en subir por una escalera y mirar a través de una lupa el diminuto mensaje colgado en una mampara del techo. Aquel mensaje simplemente decía “si”. Al narrar la anécdota durante una entrevista, Lennon aseguró que leer esa palabra fue lo que hizo interesarse por Ono. Para finales de los 60, la relación estaba tan encaminada como el final de los Beatles.
Es que lo que pasó entre el músico y su nueva pareja no tenía precedentes. Por fin John Lennon parecía haber encontrado el lugar seguro donde refugiarse y con ella hasta cambió su percepción de vida. En 1970 lo dijo a través de su canción God: “No creo en los Beatles, sólo creo en mi…en Yoko y en mí”, confesó.
El trágico final
La pareja encaró muchos proyectos en conjunto y hasta editó varios discos donde se la pasaron experimentando. Incluso, fue con los aportes de Yoko que John pudo escribir Imagine, el famoso himno de las causas pacifistas.
Luego del post-beatles, idas y vueltas en la relación, el nacimiento de su hijo Sean y el nuevo disco Double Fantasy, les artistas parecían haber encontrado “estabilidad” en New York. Allí vivieron en el famoso edificio Dakota, lugar donde el 8 de diciembre de 1980, un joven llamado Mark David Chapman les esperaba.
Parado en la puerta del edificio, el muchacho de anteojos y algo tímido aguardó mientras les veía llegar. Consigo traía el arma que usó para disparar contra Lennon. De los cinco disparos, cuatro impactaron en la espalda y el hombro izquierdo del músico. Minutos después, el ex beatle fue declarado muerto. Desde entonces, los cantos por la paz ahora fueron gritos desconsolados. John Lennon ya no regresaría, los Beatles tampoco.