Este lunes, Gonzalo “Pipita” Higuaín realizó una conferencia de prensa para anunciar su retiro del fútbol profesional. El actual delantero del Inter de Miami tuvo una trayectoria envidiable, no solo por los clubes en los que jugó, sino por la huella que dejó en este deporte.
No obstante, muchos y muchas olvidamos todo lo que nos dio, de las alegrías que nos regaló en cada uno de sus 32 gritos de gol con la Celeste y Blanca; principalmente el de volea a Bélgica antes de los ocho minutos, un tanto que luego nos permitió acceder a las semifinales.
Al igual que otros, para algunes, ese grito quedó sin valor injustamente y los que lo amaron,ocho días más tarde salieron a defenestrarlo, luego de esa jugada en la final contra Alemania. Porque así somos, no tenemos un punto medio. Si ganan son los mejores. Si llegan a una final, pero pierden directamente se transforman en unos fracasados.
Esta forma de percibir un deporte, en el que se puede ganar o perder, es lo que, por muchos años, nos autoboicoteo la posibilidad de devolverles a los futbolistas un poco de la felicidad que tanto nos dieron.
La primera despedida, el adiós a la Selección
En marzo de 2019, Gonzalo Higuaín comunicaba que no volvería a vestir los colores de la Celeste y Blanca: “Mi ciclo en Argentina está terminado”. En esta misma conferencia dejó una frase para reflexionar: “Para alegría de muchos y de otros no tanto”.
Esto fue en respuesta al centenar de memes e insultos que recibió tras la final de la Copa del Mundo en Brasil, y post Copa América (2015 y 2016). Es fácil opinar desde un sillón, detrás de la pantalla todos somos unos “cracks”, pero hasta los mejores pueden tener un mal día, una tarde en donde la pelota no quiere entrar.
Uno de los futbolistas que respaldó en su momento al Pipita fue Gabriel Batistuta. El «Batigol» dejó en claro que “no es fácil ser 9”, porque “no todos son capaces de estar ahí”. Asimismo, sostuvo que en el fútbol el hecho de que “la pelota entre, o no, depende de muchos factores, no es solo pegar al arco y ya está”.
Uno de los gestos más emblemáticos que tuvo Higuaín, y todos los futbolistas de esa camada, no solo fue llevar a la Argentina a una final después de 24 años; sino que, a pesar de todas las críticas, siempre volvieron a defender los colores de la Albiceleste.
Durante esos años, jugadores que la rompían en sus ligas, y eran amados y respetados por sus clubes, tuvieron que soportar que los llamen toda clase de insultos, cuando no se daban los resultados con la Selección.
El abuso en las redes sociales
En la misma comunicación donde compartió que no volvería a vestir los colores del seleccionado, reconoció lo duro que fue el post del Mundial 2014. «Cuando a uno lo critican con maldad a todo el mundo le duele”, comentó el Pipita.
Al momento de escribir, y expresarse, es importante tomarse un segundo para pesar si lo que estamos diciendo puede lastimar a la otra persona; no solo por el daño que se puede provocar, sino además por cómo puede afectar a su entorno familiar. Esto fue uno de los motivos que llevó a Higuaín a decir adiós a la Celeste y Blanca. “Mi prioridad es que no sufra mi familia», aclaró.
El delantero sostuvo que esto no es algo que solo él sufrió, sino que “el bullying, la crítica feroz, está a la orden del día y es normal”. Y añadió que esta es una realidad que “la sufren millones de personas y se convierte en una carga que puede producir la muerte”.
Esta es una problemática que la Federación Internacional de Fútbol Asociación (FIFA) busca combatir. Hace unas semanas difundieron los resultados de un informe, elaborado con la colaboración de la Federación Internacional de Futbolistas Profesionales (FIFPRO), sobre el acoso virtual a los jugadores y cuales pueden ser las formas de Contrarrestar el Discurso de Odio.
Uno de los datos más impactantes, es que esta es una situación que afecta a “más del 50% de los jugadores”. Los profesionales dentro de esta cifra, en algún momento de su carrera, “fueron objeto de algún tipo de insultos discriminatorios”.
Es fundamental la realización de estos documentos, pero no solo tienen que quedar en la información. Tienen que servir para ayudarnos a concientizar y cambiar esta forma de pensar. Los jugadores no son inmunes y la salud mental es un rol vital en el rendimiento de un deportista.
Los futbolistas no son robots
Espero estar confundido, pero no tengo dudas de que son varias las personas que están esperando un pequeño tropiezo de esta Selección. Desde el 10 de julio de 2021 que sus detractores no pueden atacar a este cuerpo técnico ni a los jugadores.
Aunque en mi opinión, es desde mucho antes del título conseguido en Brasil que este equipo viene demostrando buenos resultados. Más allá de lo que suceda en los próximos meses, esta unión que se generó (tal vez por obligación) tiene que perdurar. Y al momento de criticar, de forma constructiva, no olvidarnos que del otro lado hay una persona y que los deportistas no son robots.
Hay que seguir demostrandoles a los futbolistas un apoyo incondicional, porque como dijo el Pipita Higuaín: “Dejamos la vara muy alta». Esta generación la está defendiendo, pero no sabemos cuando volveremos a ver jugadores que dejen su huella en la Selección Nacional y en las ligas más importantes del mundo.