Luego de frecuentes reuniones que fracasan, el Gobierno nacional endurece su postura en favor de las empresas de neumáticos con el argumento de no poner en riesgo la producción y 150.000 empleos. El secretario general del Sindicato Unido de Trabajadores del Neumático Argentino (SUTNA), Alejandro Crespo, reiteró que la única manera de alcanzar un acuerdo es que mejore la oferta salarial.
Por su parte, las patronales insisten en que cualquier aumento se trasladaría a los precios y afectaría la capacidad de exportación. Además, rechazan la iniciativa del ministro de Economía de la Nación, Sergio Massa, de abrir las importaciones en caso de que no se resuelva la situación.
Un conflicto que no para de escalar
La situación gremial que enfrenta a las empresas del área del neumático y les trabajadores del sector en Argentina no deja de profundizarse. Luego de 34 reuniones en los últimos seis meses, de las cuales ninguna prosperó; trabajadores organizades en el SUTNA definieron parar la actividad en las plantas. La medida intenta llamar la atención sobre la urgencia de una mejora salarial.
Crespo, secretario general del sindicato, protestó contra el Gobierno nacional conducido por el Frente de Todos. Según sus declaraciones, diferentes funcionaries “torcieron la mesa” para acorralar a les trabajadores.
Para debatir el conflicto en las últimas semanas, se llevaron adelante diferentes reuniones convocadas por el Estado. Sin embargo, Crespo destacó que “no se pidió que asista el gremio del neumático”. El interés del Gobierno es destrabar la huelga general que paralizó la producción en las plantas de Bridgestone, Pirelli y Fate.
El sindicato rechaza la oferta de mejora salarial del 38%, por un lado, exigiendo que el porcentaje no sea menor que la inflación proyectada; y por otro que se eleven al 200% el valor de las horas trabajadas los fines de semana. “No sólo no tenemos tiempo de estar con nuestras familias, sino que no tenemos con qué darles de comer”, remató el referente de SUTNA en conferencia de prensa.
A su vez, el presidente de Fiat, Martín Zuppi, indicó: “Estoy convencido de que lo que tenemos que buscar es una solución al conflicto existente hoy en día”. En este sentido, rechazó la amenaza del ministro de Economía de liberar las importaciones para afrontar el escenario ya que “no resuelve el problema de fondo”.
Sergio Massa refuerza el enfrentamiento con les trabajadores del neumático
En la última reunión, Massa aclaró que debido a la situación gremial se ponen en riesgo 145.000 puestos de trabajo y casi 40.000 millones de dólares. Además, agregó que representaría una pérdida de 200 millones de dólares de exportaciones hasta fin de año.
“Entendemos que no podemos ser de ninguna manera rehenes de situaciones de inflexibilidad y casi de capricho”, afirmó en el encuentro. Asimismo, responsabilizó a un “grupo muy chiquito” de sindicalistas que mantienen el reclamo y los bloqueos.
Fue en esa misma instancia donde deslizó que, si no se resolvía el conflicto, habilitaría a las empresas como importadores de emergencia. De esta forma, les daría la posibilidad de ingresar los neumáticos necesarios para abastecerse.
“Tenemos que mostrar no solo la voluntad, sino la determinación de garantizar el normal funcionamiento del sector automotor y autopartista”, expresó Massa. En tanto, las fábricas de Ford y Toyota decidieron frenar sus líneas de producción por falta de neumáticos e instaron a que se solucione el conflicto en el rubro.
De acuerdo al conflicto laboral, la diputada por el Partido Obrero, Romina Del Plá, repudió al ministro de Economía en el marco del debate legislativo por el proyecto de Ley de Presupuesto 2023. La legisladora denunció que Massa se volcó al servicio de las patronales, “pisoteando los convenios colectivos de trabajo y la negociación paritaria”.
El tigrense la cruzó planteando que el deber del Estado es resolver esa clase de conflictos y tensionar en caso de que alguna de las dos partes no quiera sentarse con la otra. Asimismo, tildó a Crespo de mentiroso, quien mencionó no haber sido convocado a la reunión porque tuvo un encuentro a solas con el ministro de Producción, José Ignacio de Mendiguren; y el secretario general de la Confederación General del Trabajo (CGT), Pablo Moyano.
El Frente de Todos entra nuevamente en crisis
La situación laboral volvió a poner de relieve la incapacidad del Gobierno de resolver conflictos tales. También renovó el reclamo por una suba salarial generalizada y dictada por decreto. Se trata de un debate interno que se viene desarrollando desde el verano pasado, cuando la inflación comenzó a acelerarse de forma pronunciada.
En ese sentido, el ministro de Trabajo, Claudio Moroni, puso trabas a esa posibilidad. Al respecto, argumentó que no la cree “necesaria ni conveniente” mientras se aplique el sistema de paritarias. Esto coincide con “los gordos” de la CGT, que consideran que esa clase de aumentos por suma fija achatan la pirámide salarial y restan protagonismo a la dirigencia sindical.
El alineamiento entre la cúpula y funcionarios del Frente de Todos es claro. El planteo de Massa identificando a “un sector pequeño” dentro de la masa sindical pone en cuestión la representatividad de Crespo, vinculado al Partido Obrero.
De hecho, los máximos dirigentes de la central obrera le reclamaron, en una reciente reunión en Olivos junto al presidente, “más firmeza” ante la postura radicalizada de SUTNA. Para les funcionaries, estos reclamos anteponen “un planteo ideológico por encima de la cuestión salarial y laboral”.
No obstante, la situación también expone la crisis del peronismo. En el kirchnerismo reprochan al sector “blando” del gobierno; mientras que la fisura de la dirigencia de la CGT ha escalado tanto que, a raíz del conflicto, se puso en duda la continuidad de la unidad gremial.
En un escenario cada vez más confrontativo que trascendió la esfera sindical, el gobierno nacional parece legitimar una posición: en la nueva etapa que conduce el líder del Frente Renovador, el salario será el ancla contra la inflación.