Luego de una semana de encuentros diplomáticos, el ministro de Economía Sergio Massa finalizó su viaje por Estados Unidos. Con un contundente apoyo de actores políticos y económicos del país norteamericano, el funcionario vuelve a la Argentina cumpliendo las expectativas que su gobierno le había encomendado. La profundización de los vínculos con Washington en tiempos de subordinación financiera es evidente.
Acuerdos con la Casa Blanca
Sergio Massa logró reunirse con importantes actores de la Casa Blanca, calificando en general estos eventos como “muy positivos”. En la sede de la secretaría del Tesoro tuvo un encuentro con Janet Yellen, su asesor David Lipton, Michael Kaplan y Andy Baukol, estos últimos de divisiones territoriales del propio espacio.
La agenda de seguridad alimentaria y energética y la situación fiscal en tiempos de crisis internacional fueron asuntos claves en la discusión. Además, a la par de los embajadores Jorge Arguello y Marc Stanley, Massa mantuvo conversaciones con los principales consejeros de Joe Biden: Jake Sullivan, Mike Pyle y Juan Sebastián González.
A su vez, revelaron el acuerdo AFIP e Internal Revenue Services (IRS) para la aplicación de la Ley de Cumplimiento Tributario de Cuentas Extranjeras. El mismo es un proyecto celebrado por el kirchnerismo que pretende debilitar la fuga de capitales.
Asimismo, conversaron sobre la segunda revisión con el Fondo Monetario Internacional (FMI). La cual requerirá la votación del directorio en el cual el Tesoro ocupa un importante lugar. En relación a su gestión económica, Massa sumó los apoyos del gerente de operaciones del Banco Mundial, Axel van Trotsenburg.
Reuniones con inversores energéticos y alimentarios
El tigrense también avanzó en encuentros con inversores de industrias energéticas y alimentarias y funcionaries a cargo de estas carteras. Destaca la instancia realizada con la Cámara de Comercio de Estados Unidos con representantes de más de 30 empresas del país. Litio, minería y petróleo fueron las principales áreas apuntadas.
En ese sentido, la empresa Lamb Weston Holding adelantó una inversión de 250 millones de dólares para instalar una planta de producción de papas congeladas en Mar del Plata. Por otro lado, la minera Livent reforzó relaciones comerciales, habiendo ya invertido 1.500 millones de dólares en Argentina. En relación a los inversores de Houston, Chevron y BPX Energy fortalecieron la asociación productiva sobre el yacimiento no convencional de Vaca Muerta.
El BID y el FMI
Sorpresivo fue el respaldo que consiguió de parte del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) a cargo de Maurice Claver Carone, el primer director no latinoamericano del espacio que le había negado crédito a Argentina por cuestiones políticas.
Luego de incumplir con la entrega del préstamo, el cubano-estadounidense destrabó el Financiamiento Especial para el Desarrollo que consiste en 1200 millones de dólares. Según Massa, “le permitirá a la Argentina poner en marcha programas claves en infraestructura, salud, agua y turismo”.
Central fue la reunión que el ministro mantuvo con Kristalina Georgieva, directora del Fondo Monetario Internacional, en el marco de la segunda revisión del acuerdo de Facilidades Extendidas alcanzado con el organismo multilateral. La titular del espacio resaltó que Massa demostró un “fuerte compromiso para lograr las metas del programa”.
Concretamente, mencionaron los compromisos de un déficit primario del 2,5% del PIB en 2022 y del 1,9% en 2023, “con énfasis en una mejor orientación de los subsidios a la energía, transporte y agua”.
¿Patio trasero?
El gobierno nacional del Frente de Todos, asfixiado en el frente económico interno, depositó en el viaje de Massa fuertes aspiraciones en búsqueda de financiamiento e importantes inversiones. El ministro respondió concretando acuerdos comerciales con empresas energéticas y alimentarios y financiamientos que garantizaran un fuerte ingreso de divisas para fortalecer las reservas del Banco Central.
El notable respaldo que recibió de forma coordinada entre el gobierno de Biden, empresarios del complejo hidrocarburífero de Texas, y organismos de crédito expresan un respiro para el gobierno nacional.
A la devaluación acelerada del dólar oficial se le había sumado el “dólar soja” a medida de las cerealeras para que liquiden con un tipo de cambio subsidiado. En efecto, los mercados apostaron por él y generaron condiciones financieras para una repentina estabilidad con el dólar paralelo, factor que expulsó a Batakis.
La gira diplomática de Massa parece ratificar un rumbo: fuerte aumento de tarifas; pronunciada suba de la tasa de interés que encarece el crédito productivo; y recorte sobre jubilaciones y salarios estatales.
Con la espalda de Washington y el alivio del Frente de Todos, el ministro de Economía planea profundizar el ajuste sobre les trabajadores a demanda de Estados Unidos. Acompañado por la complicidad del gobierno nacional en tiempos de exportaciones récord y superávit comercial.