El Congreso de España aprobó una Ley contra la violencia sexual que establece la obligación de un consentimiento explícito. Esta es una medida que el Gobierno acompañó después de la violación grupal conocida como “La Manada” a una joven en 2016.
El texto, apoyado por todo el pleno de la Cámara de Diputados, salvo el Partido Popular (PP) y Vox, elimina la distinción entre abuso y agresión, regula la necesidad del consentimiento expreso y tipifica el acoso callejero.
El marco legal se trata de una victoria lograda tras años de movilizaciones de mujeres que llenaron las calles y las redes sociales al grito de: “¡No es no!” La Ley es un gran paso para la prevención; atención y protección de todas las mujeres, disidencias y niñes víctimas de violencia sexual.
¿De qué trata la Ley aprobada en España?
En los últimos meses, el actual gobierno español, declarado abiertamente feminista, amplió derechos a las mujeres a través leyes como la del aborto y la de violencia de género, entre otras. Ahora, regularizó el marco del consentimiento explícito.
Según la nueva Ley “sólo se entenderá que hay consentimiento cuando se haya manifestado libremente mediante actos que, en atención a las circunstancias del caso, expresen de manera clara la voluntad de la persona”.
Esto supone que una agresión sexual no implica necesariamente el uso de la fuerza o que la víctima haya tratado de resistirse ya que, por ejemplo, su pasividad podría estar condicionada por una intimidación o por la ingesta de alcohol u otras sustancias.
El texto, que implica una reforma del Código Penal español, sitúa en el centro el “consentimiento”. Además, la Ley considera ilícita la publicidad que contribuya a promover la prostitución y castiga a quien reenvíe imágenes de terceres que hayan sido grabadas sin autorización.
En paralelo, se reconoce el derecho a recibir ayudas a las madres de los menores asesinados por sus parejas o exparejas como víctimas de la violencia vicaria. Además, plantea que los menores que cometan delitos sexuales deberán realizar programas formativos sobre educación sexual y de igualdad de género.
“Ninguna mujer va a tener que demostrar que hubo violencia o intimidación en una agresión para que sea considerada como agresión. Reconocemos todas las agresiones como violencias machistas”, declaró a los medios la ministra española de Igualdad, Irene Montero.
“La Manada”, el precedente en España
La Ley tiene sus raíces en el polémico caso de “La Manada”. Así se llamaba el grupo de WhatsApp en el que interactuaban los cinco hombres que violaron a una joven de 18 años en un portal durante las fiestas de San Fermín en Pamplona en 2016.
La Justicia los condenó por abuso sexual al entender que no hubo violencia ni intimidación. Más tarde, rectificó y el Tribunal Supremo elevó las penas de 9 a 15 años de prisión por violación.
El caso generó manifestaciones en todo el país, en las que la sociedad española exigió la reforma de las leyes para proteger a las mujeres de ataques sexuales; además de endurecer los castigos para quienes los perpetren.
El caso de Argentina
En nuestro país, existe la Ley contra los delitos contra la integridad sexual. Si bien expresa que “los delitos contra la integridad sexual son aquellos que atacan la libertad y la voluntad sexual de una persona”; no explicita sobre la cuestión del consentimiento como el nuevo régimen español.
En relación a lo anterior, este lunes se conocieron los resultados de la “Encuesta de prevalencia de violencia contra las mujeres” sobre la violencia de género. Esta fue impulsada por el Ministerio de las Mujeres, Géneros y Diversidades (MMGyD) y la Iniciativa Spotlight, y concluyó que la mitad de las argentinas vivió situaciones de violencia de género.
Otro eje que aportó el relevamiento se relaciona con los efectos que la violencia tiene en la salud y bienestar de las mujeres. La depresión, angustia y miedos son las respuestas prioritarias. Entre los impactos más alarmantes, casi el 30% de quienes atravesaron situaciones de violencia reportaron la falta de deseo de seguir viviendo.
La encuesta indagó también sobre situaciones de abuso sexual por parte de varones con o sin vínculo familiar. Frente a esta pregunta, el 17% de las consultadas manifestó haberlo sufrido.
El consentimiento en el mundo
Otros países también han comenzado a tratar el tema del consentimiento. Por ejemplo, en 2021, el Parlamento de Dinamarca aprobó la Ley 17.12.2020 que califica como violación cualquier tipo de relación sexual sin consentimiento explícito previo entre ambas partes; una medida inspirada en la experiencia similar de su país vecino, Suecia.
La idea legislativa busca darle una mayor protección a aquellas víctimas de abusos sexuales que no puedan resistirse al acto, por ejemplo, por estar inconscientes.
Además, la violencia física ya no será un requisito para que una violación sea calificada y juzgada como tal.