Según un estudio realizado por la Cámara Argentina de Café, en colaboración con la firma The Brand Bean, en nuestro país se consume 1 kilo de café por persona al año. Por ello, les fabricantes de café se encuentran en negociaciones a contrarreloj con el Banco Central y la aduana para habilitar el ingreso de la bebida milenaria.
A les fabricantes del café se les redujo el cupo de importación y, por eso, desde las cadenas de cafeterías y fabricantes advirtieron que peligra el abastecimiento. Un insumo que en el país se importa desde Brasil y Colombia.
Volviendo al estudio, se destaca que el 48% de les encuestades beben entre 1 y 3 tazas de café por día. Por otro lado, el café aumentó un 150% su precio en el último año debido a los cambios climáticos que afectaron la cosecha.
De acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC), el café molido de 500 gramos aumentó en un año 116,7%. En abril costaba $295,12 y en el mismo mes de este año, subió a $639,71. El precio de un cortado o una lágrima, por ejemplo, se ubica en torno a los $400.
Por ejemplo, en Starbucks, el café Latte cuesta $670 mientras que el Mocha (incluye chocolate) se va a $730. Además, en los bares porteños, un café doble cuesta entre $430 y $520, dependiendo el lugar.
Damián Di Pace, director de la consultora Focus Market, explicó que entre las causas de que el café aumente se incluye que hubo “pocos dólares que otorgaba el Banco Central; de acuerdo con la nueva métrica que considera para que se pueda importar, y esa métrica dejaba afuera a los cafeteros”.
El café en jaque por las importaciones
En medio de la crisis cambiaría por la escasez de dólares, con una fuerte reducción de reservas y crecientes dificultades para importar; las costumbres cotidianas como tomar un café se ven en suspenso.
Para Fernando Furci, gerente general de la Cámara de Importadores de la República Argentina, el principal problema de su sector tiene que ver con las distorsiones del mercado cambiario.
“En Argentina hay una brecha de más de 100% entre el tipo de cambio oficial y los del mercado paralelo. Se podría compensar con más exportaciones o con otras medidas, pero no las tenemos hoy vigentes y eso hace que nuestras reservas en el Banco Central vayan disminuyendo drásticamente”, explicó.
Por otro lado, para Agustina Román, dueña de la cafetería “Tres” en Buenos Aires, dio su parecer acerca de la situación: “No creo que vamos a llegar al desabastecimiento, pero sí habrá que tener mayor cuidado de la materia prima para que se pueda abastecer a todos los negocios”.
Además, advirtió que la crisis de las importaciones toma a Argentina en pleno invierno. En esta época, la demanda de café aumenta entre 20% y 30% en medio del frío invierno austral.
No solo los granos tendrán faltantes, sino que también se ven involucradas las famosas cápsulas; las cuales vuelven a tener ausencia de variedades o, en otros casos, la necesidad de imponer cupos a la venta para no caer en el desabastecimiento.
Además, Marcelo Salas, socio fundador de la cadena Café Martínez, alertó que la incertidumbre es “total”. Por último, agregó: “El stock varía según los diferentes locales, pero en líneas generales tenemos para unos 60 o 70 días”.