La inflación no para, los precios están por las nubes y no parece haber solución a la vista. El gobierno atraviesa su peor momento económico de la gestión. Según el último informe del INDEC, el aumento de la Canasta Básica Total (CBT) fue de 6,3% y la Canasta Básica Alimenticia (CBA) 6,8% respecto a junio de este año.
La presencia de Sergio Massa a la cabeza del Palacio de Hacienda parecía calmar a los mercados y el dólar paralelo. Sin embargo, la gente sigue sufriendo. Una familia de cuatro integrantes necesitó $111.297 para no ser considerada pobre y $49.465 para no encontrarse en situación de indigencia.
Desde diciembre pasado, la CBT registró un aumento del 46,2% y se ubica en el mismo nivel que la inflación de precios minoristas en el mismo periodo. Por su parte, la CBA acumula un aumento del 50,1% y se ubicó cuatro puntos porcentuales por encima del costo de vida los primeros seis meses del año.
En ambas canastas impacta la suba del precio de los alimentos, que es el principal componente que la integran. En los últimos doce meses el aumento interanual de la CBT fue del 64,7%. Por su parte, la CBA creció 70,6% interanual.
Según el INDEC, la canasta básica alimentaria tiene en cuenta los requerimientos proteicos y calóricos imprescindibles para que una persona adulta cubra durante un mes sus necesidades. Por otro lado, la canasta total incluye otros artículos y el gasto de servicios públicos.
Datos poco alentadores del INDEC
El Gobierno nacional encabezado por Alberto Fernández continúa sin tener respuestas para la gente. La fuerte aceleración de precios que registra el país en las últimas semanas, encamina a cerrar el 2022 con una inflación superior al 90%. Algunos “expertos” se arriesgan a vaticinar una inflación de tres cifras que no ocurre desde el año 2002.
La inflación de julio fue de 7,4% respecto al mes pasado. De esta forma, la suba de precios este año alcanzó un 46,2%, mientras que la comparación interanual fue del 71%.
Algunos rubros subieron más que otros. Los vinculados al turismo durante las vacaciones de invierno tuvieron un fuerte impacto ya que “Recreación y cultura” tuvieron un incremento del 13,2% y “Restaurantes y hoteles” 9,8%.
Los gastos de salud avanzaron 6,8% a partir del aumento de las cuotas de la medicina prepaga y los medicamentos. En comparación con julio de 2021 el aumento fue de 72%. El transporte por su parte, el INDEC detectó subas de precios de 6,1% llevándola al 64,6% interanual.
Alimentos disparados
En julio también se registró el índice de precios al consumidor más elevado en los últimos 20 años. Además, se espera que semejante aceleración empuje la remarcación de precios en agosto. El valor de los alimentos en las dos primeras semanas de agosto trepó a otro 3% más.
Estos datos se desprenden de la consultora LCG, que mide 8.000 alimentos en cinco cadenas comerciales. Aunque, para dar una buena noticia entre tantas malas, el ritmo de remarcación mermó y fue de 0,74% la segunda semana de agosto.
En julio hubo alzas generalizadas en bienes y servicios, pero con un preocupante incremento promedio del 6% en alimentos y algunos precios exorbitantes en ingredientes básicos para cocinar. Por ejemplo, la cebolla subió 57,9% respecto de junio. Fideos, harina y galletitas de agua superaron el 39,9% sumados entre sí.