Es una de las películas más deseadas del año, y la espera para miles de fanáticos ha terminado. Estrenada en cines mundiales el pasado 28 de mayo, aún sin fecha segura para el sur de Latinoamérica. Aunque según Paramount Pictures Argentina, la fecha tentativa es el 17 de junio en cines locales.
En pocos días ha cosechado positivos comentarios del público y la crítica especializada. Su estreno se vio desplazado en varias oportunidades por la pandemia.
La secuela dirigida por John Krasinski, y protagonizada por Emily Blunt invita al espectador nuevamente a hacer silencio junto a su conocida familia Abbot. Una casi efectiva arma para poder sobrevivir a criaturas extraterrestres ciegas, de aguda sensibilidad, que planean destruir a todos en la tierra.
La historia inicia donde finalizó la primera parte, pero rápidamente hay un flashback donde se permite visualizar la llegada de las criaturas. Allí se puede ver las pocas escenas del director en su papel de Lee, este padre de familia que entre mucha acción y sorpresas tratará de proteger a su familia.
Aunque en realidad, este salto en el tiempo sirve para presentar el personaje nuevo interpretado por el carismático Cillian Murphy. Conocido actor en producciones como Dunkerque, Inception, Batman Begins y la serie Piky Blinders.
La familia en el presente sigue esta carrera vida-muerte, rodeados de monstruos asesinos y su peor enemigo el sonido. Entre señas, mucho murmullo y medidos pasos. Pero no son sus únicas amenazas, porque como en toda puesta en tensión de las personas, la humildad también se convierte en su propio enemigo. Aunque se puede ver muchos más a las criaturas, el suspenso y el silencio son clave en la película más que los sustos.
De mayor acción y con más cambios de escenarios. También se vislumbra un giro de protagonismo en la misma, más allá de que Emily Blunt no pierde su encanto. El papel de Millicent Simmonds, como su hija sordomuda, cautiva en cada aparición y permite simpatizar con sus emociones. Con mucho desparpajo y expresividad la actriz que también es sordomuda en la vida real, ofrece las partes de mayor aventura en la película.
El film dura una hora y 45 minutos, pero deja la sensación de ser corta y la necesidad de ver más. De igual tensión que en la primera, más de una vez te verás tratando de contener el aliento, haciendo total silencio como sus protagonistas. De seguro ya más de uno quiere la tercera entrega, esperando que la espera no sea tan larga.