Tras ser denunciado por violencia de género, el abogado, relator del juez Ernesto Löffler y del Superior Tribunal de Justicia de Tierra del Fuego, Marcelo Guzmán, fue desplazado de su cargo en el Poder Judicial fueguino. En un video subido a Facebook, su todavía esposa, Carla Kirstein, había relatado los maltratos físicos y psicológicos que sufrió por parte de su pareja.
La víctima hizo público en sus redes sociales el martirio que vive y apuntó a su actual esposo, quien es colaborador directo de uno de los cuatro integrantes del Superior Tribunal de Justicia, Ernesto Adrián Löffler.
En el video, Kirstein relata el calvario que vive, mientras pueden observarse su rostro y su cuerpo llenos de moretones y marcas de golpizas. Además, la mujer aseguró que el funcionario tiene una orden de alejamiento que no cumple y “teme por su vida”.
Marcelo Guzmán es uno de los relatores del juez de la Corte fueguina Ernesto Loffler; y, en base a la denuncia, afronta una causa penal que se tramita en el Juzgado de Instrucción 1 de Ushuaia, a cargo del juez Javier De Gamas Soler.
Comunicado de Ernesto Loffler y colectivo feminista
Frente a la denuncia, el juez Loffler difundió un comunicado a través del área de prensa del Poder Judicial, en el que informó la destitución de Guzmán. En él, expresó: “Es conocido que condeno enfáticamente cualquier tipo de violencia, especialmente de género”.
“Hoy lo ratifico, así como mi compromiso de garantizar a todas las posibles víctimas y personas en situación de vulnerabilidad un acceso pleno a la justicia y a que sus casos sean analizados con perspectiva de género, con los más amplios alcances que ello implica”, continuó.
A su vez, agregó: “Hasta tanto se esclarezcan los hechos y el proceso judicial culmine, el Dr. Guzmán está desafectado de sus tareas en mi vocalía y están en trámite las medidas administrativas correspondientes, más allá de los procesos judiciales que deba atravesar”.
Asimismo, a través de un comunicado, el colectivo feminista de Ushuaia se refirió al caso y se solidarizó con la víctima. En este sentido, sus integrantes exigieron medidas de protección para ella y sus hijos. “Nos declaramos en alerta y vigilancia colectiva del proceso judicial en marcha en cumplimiento de mayores garantías y derechos”, reclamaron.
La ex gobernadora de Tierra del Fuego, Fabiana Ríos, también se refirió a los hechos; y, como abogada y dirigente feminista, sostuvo que se puso a disposición de la víctima. “Es aberrante, inaceptable, horroroso y delictivo. Respeto a los tiempos de la víctima y espero el debido castigo al responsable de semejante atrocidad”, escribió en su cuenta de Twitter.
“Guzmán me ha hecho cosas que ni en una película aparecerían”
Carla Kirstein, instructora de pilates nacida en Chaco, relató en su cuenta de Facebook el infierno actual que padece. Conoce a Guzmán hace 15 años, están casades hace 12 y juntes criaron a una hija de un anterior matrimonio de ella. Con el inicio de la convivencia, la mujer comenzó a ser víctima de diversas situaciones de violencia, tanto psicológica como económica y física.
En el video de 26 minutos subido a su cuenta, la instructora detalló la violencia ejercida por parte de Guzmán; y explicó que tardó en hacer las denuncias porque depende económicamente de su marido, además de temer represalias.
“Él trabaja con gente muy poderosa en la Justicia”, aseguró la denunciante; y, sobre las críticas respecto al tiempo de las víctimas añadió: “La gente juzga, pero a veces es difícil denunciar cuando estás sola, sin familia, sin amigos, sin dinero y con hijos”.
En cuanto a los tratos de su esposo, Kirstein agregó: “Me ha hecho cosas que ni en una película aparecería. Me ha grabado, me ha tratado de encerrar, ha tratado de declararme insana, ha inventado cosas terribles.”
A Guzmán le colocaron provisoriamente una orden de restricción para que no se acerque a 200 metros de su esposa. Sin embargo, Kirstein cuenta que lo vio merodeando por los establecimientos donde su hija realiza distintas actividades; e incluso afirma que el denunciado se acercó a su lugar de trabajo.
“Después de 12 años gracias a Dios tuve el coraje de denunciarlo. Te encontrás acorralada, sin poder salir. Te encontrás pensando qué le vas a dar de comer a tus hijas, dónde las llevo a vivir”, comentó.
Sin embargo, y a pesar de la burocracia sobre las denuncias, se dirigió hacia las víctimas de forma contundente: “Denuncien, no aguanten. Para que las mujeres podamos denunciar, y no aguantar y no perder nuestra vida tienen que empezar a pensar de otra manera, las cosas tienen que cambiar”.