Desde hace dos años Enzo Aguilar radica en Buenos Aires. Durante la pandemia, dejó su pueblo natal Villa de Leales, provincia de Tucumán, en busca de un ideal: ser actor. Y ese anhelo se cumplió en poco tiempo.
Se dio a conocer a través de sus cuentas de Tik Tok e Instagram con videos en los que cuestiona temas de la vida de una manera jocosa y con tono enérgico, pero sin usar malas palabras. Además, nunca se lo ve promocionando productos o haciendo canjes.
Entre los temas que aborda, habla irónicamente del funcionamiento de los cajeros automáticos; de les cumpleañeres que no quieren repartir la torta; de les que se quejan del frío; y hasta de por qué les peluqueres no explican cómo van a cortar el cabello. Y muchos más temas.
Su incursión en la virtualidad es todo un suceso. El influencer estudió actuación a los nueve años pero por problemas económicos tuvo que dejar de hacerlo. No obstante, empezó a dar rienda suelta a su creatividad y escribió su unipersonal “Como te digo una cosa, te digo la otra”, en el cual actúa y dirige.
El mismo se presenta todos los domingos a las 20:30 hs. en la Sala Cortázar del Paseo La Plaza, CABA. Su objetivo es encarar temas que muchas veces colapsan a las personas. De esa manera, propone al espectador analizar y reírse de sí mismo.
Nota al Pie dialogó con el actor y humorista, quien detalló cómo fue la historia de su llegada a los escenarios.
¿Por qué decidiste venir a Buenos Aires, a pesar de la pandemia?
Mi meta era actuar y en mi pueblo hice obras de teatro donde solo las veían mis padres y familiares. En Tucumán el mundo de las artes es más chico, no se dan las oportunidades que hay acá. A la vida le pongo todo lo que hay que hacer. Trabajé de bachero, sirviendo café, en una boutique. Hice todo y de todo.
La viralización de tu primer video fue la patada inicial para entrar a los escenarios
Todo comenzó en 2020. Estuvimos todos encerrados y se me ocurrió hacer vivos en Tik Tok, y luego en Instagram. Mis únicos seguidores eran familiares.
En esos vivos en Tik Tok te ven de muchos sitios. Un día hice un descargo sobre cómo molestan los largos mensajes de audio de Whatsapp y a muchos les encantó.
Hubo alguien (no supe quién es, al que le agradeceré siempre) que me dijo que editara el video. Lo subí y fue cómo empezó todo. De 100 seguidores, empezaron a sumarse más hasta llegar a 400.000 en Tik Tok y 50.000 en Instagram. Las redes fueron la consecuencia de lo que estaba buscando, actuar.
¿De qué trata el unipersonal?
Primero estoy terminando una comedia “Los cuernos están de moda”, que será mi nuevo trabajo. Actualmente lo que hago es “Como te digo una cosa, te digo la otra”. Lo escribí en dos días y, desde mayo pasado, las entradas se vendieron en dos horas. No había para una segunda función pero luego se fueron agregando más. Además, viernes y sábados me voy de gira a Mar del Plata, Rosario, Salta, Córdoba y Uruguay.
En el show no se verá nada de lo que muestro en los videos. Interactúo con el público, narro la historia de mi vida desde el humor, hablo de mi infancia, del amor. Voy mechando lo bueno con lo malo, pero con humor.
En los últimos videos de Instagram parodiás a Viviana Canosa
Soy fan de ella desde que era pequeño, más de la que comenzó su carrera, antes que de la actual. Pero entiendo que hace un personaje. No quiero estar en todos los videos protestando. Se me ocurrió hablar de temas, imitándola, porque Viviana dice cualquier cosa, sin sentir culpa. Me enteré de que los vio y comentó que le parecía muy copado mi humor.
Lali Espósito comenzó a seguirte e hiciste un vivo con ella
Soy su fan número. Casi muero cuando me escribió. La amo mucho, me invitó al show que hizo en el Luna Park (CABA).
¿Sos el mismo que mostrás en la virtualidad?
Para nada, soy tímido, vergonzoso. Cuando voy a un bar o a una peluquería me atienden con miedo de que luego me queje en los videos. Aclaró que se queden tranquilos.
Lo que represento es un personaje que me sirve para hacer catarsis. Me interesa el teatro, no me gusta figurar en nada. Me da vergüenza mirar mis propios videos.
¿Analizaste las estadísticas de tus seguidores?
En Instagram tengo un público de 35 a 70 años. Voy a un boliche de gente de 22 años y nadie me conoce, pero entro a un bingo y me reconocen. Está bueno porque esa es la gente que compra entradas al teatro. Van muchos grupos de amigas. A Tucumán fueron ocho amigas desde Chaco. Llegaron una hora antes, vieron la función, y luego se regresaron.
De las anécdotas en tu experiencia teatral, ¿cuál ha sido la más importante?
Me llamó la atención que después de una función escuché que una chica lloraba. Fui a saludarla y me contó que su mamá estaba muy enferma, y que en su último momento de vida pidió ver mis videos. Y se fue de este mundo riendo. Escuché eso y me largué a llorar.
En base a tu vídeo, ¿cómo te llevás con el Whatsapp?
Parezco una señora grande. Me cuesta mucho estar en grupos y tengo todo silenciado, salvo el de mi obra. No respondo rápido los mensajes, no escucho audios y las redes las hago por obligación, pero no entiendo nada. Hay un montón de cosas que gente de mi edad o mayor la tiene clara, y yo no.
Lo que lograste en tu vida, revela que los sueños sí se cumplen
Por supuesto, vengo de un pueblo pequeño, sin mayores posibilidades, no hay teatro. Sin tener eso, visualicé en mi mente que estaría en calle Corrientes. Lo logré, pero las cosas suceden si uno trabaja, nada es regalado. Y voy por más.