“El Gitano” en la serie El Puntero (2011); el líder gremial en el “Tigre Verón” (2019) y además el pintor Mark Rothko (2014) en la obra Red. Estos son algunos de los papeles dramáticos que Julio Chávez lleva en su haber. No en vano tiene a su favor tres Cóndor de Plata; un ACE de Oro; cuatro Martín Fierro y un Oso de Plata en el Festival de Cine de Berlín, entre otros galardones. Esta vez, al también director argentino le toca subirse de nuevo a las tablas en Yo soy mi propia Mujer donde encarnará a Charlotte, un travesti que nació en 1928 en Berlín y vivió épocas del nazismo. La obra está basada en un hecho real.
El debut de Yo soy mi propia Mujer fue en Buenos Aires (2017) contó con la dirección de Agustín Alezzo. Además, robó interminables aplausos e hipnotizó a les espectadores con la obra maestra.
En 2022, la cita del reestreno será el viernes 5 de agosto a las 20 h en el Metropolitan Sura (Av. Corrientes 1343, Ciudad Autónoma de Buenos Aires). Luego, tendrá funciones los viernes y domingos a las 20 h y sábados a las 19.30. Las entradas se encuentran a la venta por Platea.Net.
La obra fue escrita por Doug Wright en una versión de Fernando Masllorens y Federico González del Pino. Se realizó bajo la producción de Rimas Producciones (Florencia Masri; Ricky Pashkus y Alejandro Zaga-Masri) y HSVG (Fernando Sokolowicz y Carlos Gorosito).
“Yo soy mi propia Mujer” y la vida de Charlotte von Mahlsdorf
Chávez encarna dos personajes principales: Charlotte y Doug. Además, interpretará otros papeles secundarios, como la tía Louise y su madre. El actor logra desenvolverse de tal forma que convence a les espectadores de su rol de mujer.
El guion está basado en la vida de Charlotte von Mahlsdorf, un extravagante personaje de Alemania del Este, conocido por coleccionar relojes; fonógrafos y muebles antiguos de la época de Wilhelm II. Sobrevivió al opresivo régimen del nazismo del siglo XX, mientras se mostraba abiertamente travestida.
Creó el Gründerzeitmuseum im Gutshaus Mahlsdorf, un museo en Berlín, que aún sigue abierto. Allí salvaguardó los objetos de arte y el mobiliario que rescató de los embates de la Segunda Guerra Mundial. Por este aporte al patrimonio cultural germano, fue distinguida con la “Orden Alemana del Mérito” luego de la caída del muro.
Sus años finales fueron controversiales debido a las acusaciones de complicidad con los Stasi, la policía secreta alemana.
Por su parte, esta singular obra narra una historia de amor nada convencional y exige que les protagonistas sean actuados por el mismo intérprete. De esta forma, se imprime una intensa teatralidad.
A Julio Chávez se lo ve pasar de una faceta a otra sin solución de continuidad, a través de una suerte de metamorfosis total de su cuerpo, movimientos y su voz con acento alemán irónico. Quien despierta el interés es Charlotte que, con humor único, transitará una vida entre el dolor y la alegría.
Una vida actoral imparable
La formación artística de Julio Chávez comenzó en 1974 en el Conservatorio Nacional de Arte Dramático de Buenos Aires. Posteriormente, estudió actuación con Lito Cruz; Agustín Alezzo; Carlos Gandolfo, entre otres.
Su mundo teatral comenzó en 1976 con Lazarillo de Tormes; El Cuidador; El sí de las niñas; Fausto; En Boca Cerrada; Ella en mi cabeza; Red; Un rato con él; Yo soy mi propia Mujer y en 2020 con Después de Nosotros.
También su faceta en el cine es reconocida. Comenzó en 1976 actuó en No toquen a la nena. Posteriormente Chávez encarnó La Parte del León; El Custodio y El Otro.
En el ámbito de la televisión, su participación es y seguirá siendo interminable. Sus trabajos más relevantes fueron en la miniserie Epitafios; Trátame Bien; El Puntero; Farsantes; Signos y El Tigre Verón. Además, se hizo acreedor de reconocimientos y premios por ser uno de los actores más importantes de Argentina.