Este miércoles 27 de julio, un sector autoconvocado de trabajadores de la salud de Jujuy marchó en reclamo de una recomposición salarial. Además, se expresaron en contra de la brecha de ingresos entre el escalafón profesional y el general. Les manifestantes protestaron con un ruidazo frente al Hospital Pablo Soria de la capital provincial y luego marcharon hacia la Casa de Gobierno.
A su vez, otro grupo de trabajadores de diferentes instituciones de San Salvador de Jujuy se movilizaron desde la Plaza de los Inmigrantes y se dirigieron a la sede de la cartera de salud provincial. Asimismo, hubo expresiones del sector en distintos puntos de la provincia del noroeste argentino.
La mayoría de les participantes de la protesta eran enfermeros técnicos, personal administrativo y de servicios generales. En ese marco, el colectivo visibilizó su repudio a la actitud del Gobierno provincial, a cargo de Gerardo Morales, por rechazar las demandas de los empleados.
En diálogo con Nota al Pie, María Cazón, empleada del Hospital Materno Infantil de San Salvador de Jujuy expresó: “Confiamos en que el Señor Gobernador y el Ministro de Salud puedan cambiar de opinión y rever la situación del personal, más exclusivamente del escalafón general que son los no profesionales en un Hospital”.
Aprietes y sugerencias
Algunes trabajadores aseguran haber recibido “sugerencias” de abandonar la medida porque, de concretarse, iba a ser considerada como abandono de servicio. En ese caso, fueron advertidos de que podrían recibir suspensiones o la no renovación de sus contratos.
A pesar de que el sector esperaba una buena repercusión de la marcha, María Cazón, aseguró que la situación se volvió más dificultosa durante el día de hoy. “Cuando ingresamos a nuestros puestos de trabajo, nos vimos con represalias y más aprietes de parte del Ministerio de salud y Gobierno; bajadas de línea”, agregó la empleada.
“Los directivos de nuestros hospitales estuvieron pidiendo nombres y apellidos con CUIL”, prosiguió la trabajadora hospitalaria. “Se sospecha que, con esos datos, se van a elevar al Ministerio para sancionarnos, descontarnos el día, o ver la situación de revista y si es contratado ver si se le renueva o no”, concluyó Cazón.
Bajos salarios y excesiva desigualdad salarial
La demanda principal es la exigencia de un salario básico como mínimo de 80 mil pesos. En la actualidad, el ingreso básico que percibe este sector va de 13 a 20 mil pesos. Otro aspecto del reclamo está vinculado con la marcada brecha salarial entre los distintos escalafones; profesional, técnico y general. También en puestos administrativos de salud y el resto de la administración pública.
En este sentido, los aumentos en los ingresos correspondientes al escalafón general son de 6 mil pesos, el técnico es de 12 mil, mientras que les profesionales sin especialización son de 40 mil y aquelles que poseen especialización alcanzan los 60 mil pesos.
Dicha segmentación es el resultado del cuestionado “recurso humano crítico”, mediante el cual el Gobierno provincial estableció una diferencia salarial desfavorable para el sector del personal que protestó en el Hospital Pablo Soria. Les trabajadores comunicaron, a través, de un parte de prensa que consideran a esa brecha como “desigualitaria y discriminatoria”.
Petitorio y plan de lucha
En cuanto a los aspectos más formales de la demanda, el colectivo presentó un petitorio al Gobierno local, a la Comisión de Salud de la provincia y al titular de la cartera sanitaria, Antonio Buljubasich.
El personal de salud anticipó que continuarán con los abrazos simbólicos en el Hospital Pablo Soria de manera periódica. También con un plan de lucha hasta que sus reclamos sean escuchados y atendidos por las autoridades de la provincia.