Santa Evita, la miniserie lanzada el día del 70° aniversario de la muerte de Eva Perón, es una adaptación de la novela homónima de Tomás Eloy Martínez publicada en 1995. La ficción toma elementos y personajes relevantes de la historia nacional para crear una narración sobre el oscuro peregrinaje que atravesó el cuerpo embalsamado de la ex primera dama argentina. La producción se encuentra disponible en el servicio de transmisión Star+.
Realizada y coproducida por Non Stop, está protagonizada por un elenco encabezado por Natalia Oreiro (Eva Perón); Ernesto Alterio (coronel Moori Koenig) y Diego Velázquez (Mariano Vázquez). Además, cuenta con la participación especial de Francesc Orella (Dr. Pedro Ara) y Darío Grandinetti como Juan Domingo Perón.
Compuesta por siete episodios, cada uno con una duración que oscila entre 40 y 45 minutos, Santa Evita fue dirigida por Rodrigo García Barcha y Alejandro Maci. La adaptación fue escrita por Marcela Guerty y Pamela Rementería y contó con la producción de Salma Hayek.
El cuerpo
La historia se desarrolla y se centra sobre el cuerpo de Eva Perón y el mito que se ha construido a su alrededor durante más de dos décadas, luego de que el golpe de Estado militar de 1955 derrocara al entonces presidente Juan Domingo Perón.
El cadáver de Eva estuvo oculto durante 16 años para evitar que se convirtiera en un símbolo contra el régimen. Esto se convirtió en un episodio singular aunque surrealista, que contribuyó a crear un aura mitológico en torno a la mujer que logró trascender su propia muerte, instalándose en la memoria popular.
Aquí comienza la fábula. Minutos después de su muerte, Pedro Ara, el médico español que embalsamó a Eva, comenzó a trabajar en su cuerpo. Se crearon tres copias idénticas del cadáver, como previendo lo que podría acontecer. Los destinos de esas Evitas, falsas y verdadera, intercambiables como muñecas de cera, ocupan buena parte de la historia. Son venerados, secuestrados y vapuleados.
De esto trata Santa Evita, sobre el peregrinaje póstumo nefasto del cuerpo de la santa/política/puta/virgen/madre/mártir/trepadora; a la que ciertos sectores no le perdonaron su condición de mujer poderosa.
La mujer condicionada
Fue sobre todo el antiperonismo que no quiso que se celebrara como santa a Eva Perón, pero toda esta obra encaminada al ocultamiento del cadáver tuvo el efecto contrario. La serie cuenta con una narración no cronológica y no lineal, a través de la que se reconstruye la vida del ícono, al mismo tiempo que da una versión ficticia de lo que sucedió con sus restos mortales.
De niña, Eva perdió a su padre, y a los 15 se trasladó a Buenos Aires para abrirse paso en el mundo del espectáculo. Primero actriz, luego activista social, política, mito. La narrativa avanza y retrocede, dejando a su paso piezas del complejo rompecabezas que fue su corta vida.
En la miniserie, Eva Perón es retratada como una mujer compleja, multifacética, dura y decidida, pero a la vez solidaria. Por su parte, el coronel Moori Koenig, primero ayudante y luego enemigo acérrimo; Mariano Vázquez, el periodista de investigación que quiere descubrir la verdad a toda costa; el doctor Ara, quien se ocupó de su embalsamamiento; y Juan Domingo Perón, son los hombres que condicionarán la vida y muerte de una de las mujeres más relevantes del siglo XX.
“Santa Evita” cuenta con una estructura narrativa de tres tiempos
Un comienzo de ritmo tranquilo le da al espectador un breve vistazo sobre los últimos días de Eva. Las escenas de su muerte; el proceso de conservación y el día del entierro, al que asistieron millones de personas, se presentan de forma dramática pero sin exageración.
El equipo de producción confía en el poder de la historia e incorpora material de archivo que coincide con el contexto. Esto le ofrece a la serie una cierta pseudo autenticidad deliberada.
La trama se presenta en tres líneas de tiempo diferentes, que de otro modo serían difíciles de integrar. La parte principal de la historia está ambientada en 1971, con el periodista Vázquez (un personaje ficticio, que en la novela encarna al escritor Tomás Eloy Martínez) que da caza a los rumores sobre el regreso del cuerpo de Evita a Juan Domingo Perón.
La segunda narrativa se establece en 1955 y las acciones del coronel Moori Koening para ocultar el cuerpo de Eva. En tanto la tercera línea argumental relata la historia del ascenso al poder de Evita y la épica que se tejió a su alrededor.
Cada parte se escenifica de manera correcta, aunque la trama del periodista y la historia de las tres Evitas tienen el mayor potencial de tensión y oscuridad. La historia sobre la vida de Eva, en cambio, tiene tintes de novela.
Santa Evita, al igual que el material fuente escrito por Eloy Martínez, mezcla misticismo, ficción e historia con mayúscula. Con estos elementos, cuenta un capítulo importante de la historia nacional, que aún después de 70 años resuena en la memoria colectiva.