Según el último informe producido por el Observatorio “Adriana Maricel Zambrano”, de La Casa del Encuentro, en la última década fueron asesinados 120 chiques menores de 12 años como víctimas de los femicidios vinculados.
Ada Rico, fundadora del Observatorio, aseguró que el femicidio vinculado “surgió cuando nos dimos cuenta que eran asesinadas personas, entre ellas niñas y niños, con el objeto de castigar a la mujer”.
Este término, que incluye a los varones, puede entenderse como máxima expresión de la violencia vicaria. Al ser vinculado, refiere a los casos donde muchas veces no son asesinadas las mujeres, sino que asesinan a sus hijes, a la nueva pareja o a un familiar que se interponga para defenderla.
Para Rico, la finalidad de estos hechos es “matar para lastimar a la madre”. Cabe mencionar que el informe abarca un rango etario de entre 0 y 12 años, pero Ada aclara que también son asesinades adolescentes y personas adultas.
“Son vinculados porque no hubiera asesinatos si no existiera el objeto de dañar a la mujer quitándole lo que más quiere”, expresó Ada. Además, agregó que “lo que trata de generar el femicida es la culpa, le instala la idea de que si no se hubiera separado su hijo o hija vivirían, es muy perverso”.
El informe
El trabajo asegura que entre 2012 y 2022 se cometieron 120 infanticidios y las víctimas tenían entre meses y 12 años. La referente del Observatorio mencionó que “mayoritariamente son los padres, los padrastros o las exparejas de la mujer que no han convivido, pero al separarse de la mujer los terminan asesinando”.
Dentro de los métodos más utilizados se destacan las muertes por golpes o mediante el uso de un arma de fuego. Y, respecto a las zonas, la Provincia de Buenos Aires fue el lugar con mayores crímenes.
Entre los datos que estremecen, en el 63% de esos casos el asesino fue su propio padre. Sumado a esto, el 37% de los agresores se quitaron la vida luego de matar a su hije.
Otros datos muestran que 17 femicidas poseían denuncias en su contra, mientras que 7 tenían dictada alguna medida cautelar de prevención. Por otro lado, 5 de los femicidas eran agentes o exagentes de fuerza de seguridad y uno juez de la Nación.
Observatorio Adriana Marisel Zambrano
En el año 2009, cuando surgió el Observatorio, los datos mostraban que una mujer era asesinada cada 30 horas. Ahora, más de 10 años después, la cifra continúa intacta. “No se ha modificado nada, tendríamos que descender ese índice”, denunció Rico.
A su vez, mencionó que los distintos Observatorios cumplen con el rol del Estado al trabajar sobre los femicidios y aclaró que en sus informes faltan los casos que no se vuelven visibles en los medios de comunicación.
Al respecto, desde la Casa del Encuentro sostienen que los femicidos, vinculados o no, son una cuestión cultural y solicitan políticas públicas. “Hasta que no dejen de considerar a la mujer como un objeto esto va a continuar”, manifestó Ada.
Los principales reclamos de la organización se basan en prevención y asistencia. Según Rico, se debería “no solo acompañar a la mujer, sino también proporcionarle herramientas para tener acceso al empleo y la vivienda”.
En la misma línea, mencionó que muchas veces las mujeres no se separan por falta de sustento económico o porque no saben qué hacer o a dónde ir. Para ello reclama que se debería fortalecer a las mujeres en situación de violencia para que “sepan cuáles son sus derechos”.
En paralelo, demandó “una mirada federal”. “No estamos hablando solo de C.A.B.A. y Buenos Aires, sino de otros lugares donde hay mujeres asesinadas que no tiene acceso a la información”, señaló.
Les niñes como víctimas
Ada mencionó el caso de Tomás Santillán. “Es un claro ejemplo porque el femicida lo asesinó porque le representaba la historia anterior de Susana que es la madre y a ella no la asesinó”, explicó. El niño de nueve años fue asesinado por Adalberto Cuello, expareja de su mamá, a la salida del colegio.
Pero Tomás no fue el único. Hacía tres días que León, de 7, no iba a la escuela y su familia no respondía los llamados. Cuando la directora denunció que el nene no asistía a la escuela descubrieron que Gabriel Eduardo Cáceres había asesinado a su esposa María Daniela Carco y al hijo de ambos.
El 2 de mayo, en Córdoba, Sergio Domingo Galarza mató a su ex-pareja Susana Chiappero y a su hijo de 4 años. El 14 de febrero, en Tucumán, Maximiliano Lazarte asesinó a su hijo de 3 años. El 23 de febrero, en Santiago del Estero, Alberto Ramón Sanabria mató a su pareja Romilda Corbalán, y a sus hijes de 7 y 3 años. Los tres femicidas se suicidaron luego de cometer los crímenes.