Este jueves, se difundió un informe llevado a cabo por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) el cual advirtió que 4 de cada 10 latinoamericanes sufrieron inseguridad alimentaria en 2021.
A través del SOFI, el organismo reveló las cifras vinculadas al hambre y la inseguridad alimentaria. El SOFI (Estado de la Seguridad Alimentaria y la Nutrición en el Mundo) es una publicación conjunta de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).
Además, otras de las entidades que participaron en el informe fueron: el Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA); el Fondo para la Infancia (Unicef); el Programa Mundial de Alimentos (PMA) y la Organización Mundial de la Salud (OMS).
La situación en Latinoamérica según la ONU
De acuerdo al estudio, desde Naciones Unidas advirtieron que entre 2020 y 2021 hubo más de cuatro millones de personas que sufrieron hambre en la región latinoamericana.
En el periodo de 2020-2021 se registró que la cifra de personas con desnutrición ascendió a 56,5 millones. La ONU alertó que el año pasado había 823 millones de personas con hambre en el mundo; de las cuales un 7,4 por ciento se concentra en Latinoamérica y el Caribe.
La institución notificó sobre el estado de inseguridad alimentaria en las regiones y en el mundo. En ese sentido, expuso que esta problemática empeoró. En 2021, 268 millones de personas (un 40,6 por ciento) experimentaron inseguridad alimentaria moderada o grave.
Entre los factores que incidieron en la profundización de la problemática las agencias de la ONU señalaron a la pandemia. En ese marco, los organismos sostuvieron que la crisis de COVID-19 repercutió en la economía con efectos en la escalada inflacionaria de los precios de los alimentos.
Además, mencionaron las consecuencias del conflicto bélico en Ucrania y los “fenómenos climáticos extremos más frecuentes y graves” como factores con incidencia en los problemas de suministros de productos.
Caso nacional y pedido de soluciones
En línea con lo expuesto, desde la FAO brindaron una serie de datos vinculados al caso particular de la Argentina. De esta manera, el organismo señaló que en los períodos 2014-2016 y 2018-2020 el país registró un aumento de 16,6 puntos en la inseguridad alimentaria moderada o grave.
En consonancia, el Banco de Alimentos de Buenos Aires también analizó la problemática en el contexto nacional. A través de un informe se encontró que en el último período el 15,5% de los menores de 18 años sufrieron inseguridad alimentaria severa en nuestro país.
A su vez, la inseguridad alimentaria severa comprendió el 8,6% de la población de todas las edades. Mientras que el grupo más afectado por el hambre engloba a jóvenes entre 13 y 17 años; rango de edad donde la inseguridad alimentaria alcanzó el 18,9%.
Las agencias que constituyen las Naciones Unidas también analizaron la problemática. De esta manera, consideraron que se produjo un retroceso en los internos para terminar con el hambre, la inseguridad alimentaria y la malnutrición a nivel mundial.
En ese contexto, y por medio de los datos evaluados, los organismos creen que esto implicó un fracaso del plan de Objetivos de Desarrollo Sostenible. Este programa consiste en un acuerdo que data del año 2015; en el cual los Estados miembros establecieron 17 puntos a concretar, entre ellos el fin de la inseguridad alimentaria para el 2030.
Un pedido mundial
Para concluir, desde los organismos involucrados en el informe se hizo hincapié en la importancia de realizar un llamamiento a nivel mundial. Las entidades reclamaron que los Gobiernos tomen cartas en el asunto y establezcan medidas para garantizar presupuestos públicos eficientes. El objetivo, al menos a corto plazo, es reducir el costo de los alimentos y facilitar el acceso a los mismos a la población general.