A 20 años del asesinato de Darío Santillán y Maximiliano Kosteki, se realizó una nueva movilización para recordarlos y exigir justicia. La jornada de hoy comenzó con una concentración masiva a las 11 am en la estación de tren Avellaneda. Desde el 2013, como un símbolo de memoria, esa estación tomó el nombre de los jóvenes que perdieron su vida un 26 de junio en el año 2002. Nota al Pie se hizo presente en el evento y conversó con múltiples referentes sociales.
Desde allí, partió la cabecera principal con sus referentes. Se unieron a dos brazos de organizaciones más, y luego culminaron con una lectura y un acto central.
En la movilización se hicieron presentes Alberto Santillán y Leonardo Santillán, padre y hermano de Darío. También estuvo Vanina Kosteki, hermana de Maximiliano. Elles tres pronunciaron unas palabras frente a la gran multitud.
Familiares de Maximiliano Kosteki y Darío Santillán
Emocionado por la gran concurrencia en este día, Alberto Santillán expresó: “Darío era la continuidad de los 30.000 compañeros desaparecidos. Y de Darío para este lado, ¡cuántos compañeros han levantado la bandera en estos largos 20 años!”.
Además, aseveró: “Esto es un grito fuerte de todos los compañeros y compañeras. Para que escuche la maldita Justicia y para que escuchen los malditos políticos: no nos vamos a correr hasta tener una justicia plena”.
Un día para reivindicar sus nombres
Este domingo se cumplieron 20 años de aquel 26 de junio de 2002, cuando agentes de la policía bonaerense asesinaron a dos jóvenes en la estación de Avellaneda. En la causa, quienes fueron acusados por los crímenes fueron el ex comisario Alfredo Fanchiotti y el cabo Alejandro Acosta.
En este marco, referentes de organizaciones sociales se hicieron presentes en este nuevo aniversario del asesinato de los jóvenes de 21 y 22 años. La movilización fue encabezada por una pancarta que decía: “La masacre de Avellaneda es un crimen de Estado”.
Silvia Saravia, coordinadora nacional de Barrios de Pie – Libres del Sur, explicó: “Reclamamos justicia por lo que fue el asesinato de Maxi y Darío. Además, lo que estamos planteando es que se necesita seguir peleando para un país más justo”.
En este sentido, agregó: “La movilización de hoy es también la denuncia de esta situación que sigue profundizándose. Seguimos peleando por lo mismo que se peleaba hace 20 años y que tiene que ver contra la pobreza y por el trabajo digno”.
“Es necesario hoy seguir reivindicando estas banderas, porque evidentemente también hay muchos sectores que están estigmatizando la lucha de los piqueteros y las piqueteras”, criticó Saravia; y concluyó: “Estamos en las calles denunciando las situaciones de pobreza y de precarización laboral que cada vez se profundiza más hoy”.
Maxi y Darío: un símbolo en la Argentina
Durante la jornada de este domingo también se hizo presente Vilma Ripoll, dirigente del Movimiento Socialista de los Trabajadores (MST) del Frente de Izquierda y de Trabajadores (FIT) – Unidad. “Se reclaman los mismos derechos que nos faltan, los mismos niveles de hambre y de postergación de los derechos y, además, falta cárcel a los responsables políticos”, expresó.
A su vez, Ripoll detalló frente al papel del Estado: “Que no intente sacarle los planes, sin darle trabajo a los compañeros, ni quitarle la organización para entregársela a los gobernadores y a los intendentes. Ya supimos lo que hacen, cómo actúan”.
Por otra parte, Manuela Catañeira, dirigente nacional del Nuevo Más, expresó la importancia de este día: “Maxi y Darío son un símbolo en la Argentina de la lucha contra la miseria capitalista; contra la represión, el hambre, la miseria. Un símbolo de la organización popular colectiva”.
“Es clave que, en estos 20 años, estar arriba de este puente reivindicando a Maxi y a Darío, también es sumarnos a los pedidos de la familia, en relación a las denuncias y a las responsabilidades políticas de esa masacre en Avellaneda”, manifestó.
Otras voces, el mismo reclamo
En tanto, Miriam Bregman, diputada nacional por el Partido de los Trabajadores Socialistas (PTS), mencionó que esta fecha “es un símbolo de lucha, un símbolo de resistencia en un momento muy particular de la Argentina”.
Asimismo, comentó que “también significa que el pueblo trabajador en la Argentina se organiza ocupado o desocupado. Busca formas de organizarse y de resistir a las políticas de ajuste”.
“En un momento tan particular, donde el Fondo Monetario Internacional vuelve a asignar el destino económico y político del país, la figura de Darío y Maxi se agiganta. Nos encontramos 20 años después, muchos de los mismos y las mismas que vivimos aquella jornada”, concluyó la diputada.
La familia: a 20 años de la masacre
La jornada también estuvo integrada por les familiares de las víctimas. Luego de una extensa carta abierta, expresaron algunas palabras en un aniversario más que se cumple.
Alberto Santillán, papá de Darío, denunció entre lágrimas: “Mientras vos no tenés a tu hijo por 20 años, los responsables políticos de la masacre de Avellaneda se siguen paseando por todos los medios; libremente amparados por todo el arco político y por toda esta maldita justicia”.
“Extraño enormemente a mi hijo. Extraño sus abrazos. Pero ha dejado un camino para caminar, para seguir una lucha. Acá estamos por convencimiento, porque estamos en la vereda justa, en la cual queremos terminar cambiando”, expresó enérgicamente.
Por su parte, Vanina Kosteki, hermana de Maximiliano, expresó: “Hay muchas cosas para decir. Es un momento complicado y difícil, pero acá estamos de pie, luchando en la calle”.
Además, agregó: “No le vamos a permitir a ningún gobierno que nos sigan matando, porque los muertos siempre los ponemos nosotros. Estamos cansados. De una vez por todas queremos tener justicia”.
“A este Gobierno le decimos que su gran error es tener a Aníbal Fernández como ministro de Seguridad. Porque, aunque él sea el ministro y nos ponga a toda la cana en la calle, nosotros jamás la vamos a abandonar, porque la calle es del pueblo argentino”, denunció.