«Un paso atrás. No me toques», nace como un proyecto de pura acción que «busca visibilizar la opresión y los abusos del público rockero».
Yesica Prado es fanática del rock, estudiante de la carrera de Artes plásticas en la Facultad de Artes de la Universidad Nacional de La Plata, y fue en el marco de una materia que se dio la puntada inicial para la creación de este colectivo. En diálogo con Nota al pie, contó cómo nació el grupo, la agenda de un colectivo que no para de sumar adherentes que comparten la causa y adelantó lo que se viene el próximo 10 de julio.
El grupo fue conformado originalmente para levantar la voz de las mujeres que comenzaron a publicar en redes sociales distintas denuncias sobre el acoso y la violencia machista a la que están expuestas en los recitales de rock. “Nosotras no podemos ocupar los espacios con la misma libertad que lo hace cualquier varón. Hicimos este grupo para que las pibas que venían solas pudieran acercarse para hacer una previa de chicas”, afirmó Yesica.
Sin embargo, hubo quienes no tardaron en criticar las banderas que levanta el grupo y acursarlas de “feminazis”. “Nos dicen: esto pasa porque es un lugar de hombres y no se tienen que meter al pogo, vayan a platea si no les gusta. Creemos que no va por ahí, ellos saben a lo que vamos”, contestan.
Mi canto ya tiene otras bocas
Desde siempre, los recitales de rock fueron vistos como un espacio con mayor concurrencia de hombres, las mujeres debieron sino acomodarse a esa realidad. El 30 de abril, el colectivo Un paso atrás, no me toques llevó adelante la primera jornada de estampas. Yesica sostuvo: “Fue un boom. Ese día se acercó Inés, la compañera de Gabi que es la mánager de La Renga, y se mostró muy emocionada. No podía creer que por fin estuviéramos hablando de lo que sucede adentro”.
En la última presentación de la banda, Chizzo Nápoli (voz) levantó el pañuelo de la campaña en el escenario y dirigió unas palabras: «Por favor, a las damas hay que tratarlas muy bien, con cariño», y pidió que armen un círculo para que las chicas puedan hacer pogo «sin que nadie se zarpe”. Acto seguido, sonaron los primeros acordes del tema Arte infernal.
“Nos emocionamos mucho, él es la única persona que puede llegar a los que no quieren ver lo que sucede o a las pibas que no nos conocen. Que él haya puesto la voz por nosotras nos puso muy contentas”, afirmó Yesica.
La agrupación está en tratativas de patentar el nombre del grupo y, cuentan, están recibiendo asesoramiento de la banda oriunda de Mataderos. Sin embargo, afirman que ninguna banda se comunicó con ellas, y ni siquiera leen sus mensajes. “Las pibas nos piden que vayamos a recitales de otras bandas, porque se sienten seguras”, dice Yesica, pero hasta ahora solo recibieron respuesta por parte de Los Gardelitos.
“Cuando hablé con Eli Suárez (Los Gardelitos) acordamos que íbamos a subir al escenario a comunicar el motivo de nuestra lucha porque era necesario que podamos hablar con voz propia”, confirmó.
El viento que todo empuja
Yesica y sus compañeras jamás imaginaron la repercusión que iban a tener. “Pienso que es porque sentirse cuidada, y que hay alguien mirando que no te pase nada, es importante”, dice, y añade que la fuerza del grupo surge de las luchas levantadas por el feminismo, bandera que interpela a las integrantes del grupo: “Logramos traer esas consignas al rock, que siempre fue una herramienta para romper las reglas, y creo que acá estamos haciendo eso”.
“Estamos muy contentas y le damos para adelante de a poco, tirando para el mismo lado porque esto tiene que cambiar. Tiene que ser el fin de la violencia y los abusos hacia las pibas que queremos disfrutar de un show como cualquiera”, cerró Yesica, quien también adelantó que el próximo 10 de julio estarán presentes en el recital de Los Gardelitos en el Estadio Atenas de La Plata, pintando un mural y estampando pañuelos en la previa.
Mujeres pertenecientes a todas las zonas del conurbano bonaerense se están organizando para conocerse y compartir una jornada de rock y lucha.