Este sábado 18 de junio, el ex combatiente de Malvinas, Ariel Tascón, y el oficial principal de Reserva Efectiva, José Guerriera, volvieron a encontrarse después de 40 años en el Cuartel de Bomberos Voluntarios de Puerto Madryn. Recibido por una guardia de honor, Tascón se presentó junto con su esposa, Fabiana, y compartieron un desayuno de camaradería con el personal de la institución.
Unas semanas atrás, Fabiana se había comunicado con el cuartel de Madryn, conmovida por un documental que vio el pasado 2 de abril. En esa producción, se mencionaba el desembarco del Canberra y la fecha tan sentida para les madrynenses.
Asimismo, la esposa del conscripto le preguntó a su marido si recordaba cómo fue su llegada al continente. Tascón le mostró una carta que hace 40 años le había escrito un bombero. La misma revelaba la identidad de su primer contacto en tierra argentina: José Guerriera; quien, años más tarde, se convirtió en jefe de cuerpo activo.
Cuatro décadas más tarde, los protagonistas de esta historia se reencontraron para luego fundirse en un abrazo. Ambos mostraron su emoción y la importancia de cada uno en la vida del otro.
Malvinas y la historia detrás del reencuentro
Oriundo de Mar del Plata, Ariel Tascón llegó a las Islas Malvinas con 18 años siendo conscripto, y formó parte del Grupo de Artillería de Defensa Aérea 601. Luego de dar batalla, regresó al continente junto a cientos de soldados heridos y prisioneros en el crucero SS Canberra. La marina británica había dispuesto esta nave como transporte de tropas primero, y luego como buque hospital durante el conflicto.
El conscripto llegó de las Islas Malvinas afectado por el “píe de trinchera”, una lesión provocada por el enfriamiento de las extremidades al estar en condiciones de humedad y constante frío.
El 19 de junio, recordado como el “Día que Madryn se quedó sin pan”, el ex combatiente fue bajado en camilla y recibido en una Jeep Gladiator. Este vehículo prestaba servicio como móvil ambulancia de los bomberos locales.
Allí, conoció a José Guerriera, bombero del cuartel madrynense, que en ese entonces tenía 23 años. Durante la hora y media que duró el traslado hasta la localidad vecina de Trelew, el ex combatiente y el bombero se conocieron un poco más.
Al llegar a la Base Almirante Zar, intercambiaron teléfonos. Tascón le solicitó al bombero que llame a su tía, quien vivía en Mar del Plata, para informarle que seguía con vida. Días más tarde, Guerriera le escribió una afectiva carta al ex combatiente, donde incluyó una tarjeta con la mascota del cuartel: Panchito.
El desembarco
El 19 de junio de 1982, más de cuatro mil soldados argentinos bajaron del buque inglés Canberra en Puerto Madryn. Pese a que en ese momento se trató de ocultar su llegada, les madrynenses los recibieron afectuosamente. Este día se recuerda como “El día que Madryn se quedó sin pan”.
El trasatlántico Canberra atracó en el Muelle Almirante Storni, en la ciudad de Puerto Madryn, en la mañana del sábado 19 de junio sin aviso alguno a la población.
“La gente corría a la par de los camiones y colectivos; aplaudían, gritaban, nos daban aliento, fuerza… Nos traían pan de a montones que, con el hambre que teníamos, lo agarrábamos asomando la mitad del cuerpo afuera», recordó el ex combatiente Juan Carlos Sosa a Télam.
Una gran parte de soldados argentinos que llegaron a la localidad chubutense fueron llevados a la ex Barraca Lahusen. Luego fueron trasladados al aeropuerto de Trelew y a otras unidades militares aledañas para regresar a sus hogares.
Ese 19 de junio de 1982 fue un antes y un después para la localidad de Madryn ya que, pese a el conflicto que el país atravesaba, se les recibió a los soldados con cariño y reconocimiento por el gran acto heroico hacia su país.