La película rusa María. Salva a Moscú (Мария. Спасти Москву) ha producido grandes controversias en su país. La historia narra la vida de una mujer soldado de la Segunda Guerra Mundial, Maria Limanskaya. En la historia real de Rusia constituye un símbolo de la victoria aliada contra el poderío nazi. Esta joven militar dirigió el tráfico en la Puerta de Brandeburgo en 1945, después de la Batalla de Berlín. Por su parte, el film recrea una historia de ficción que se relaciona muy poco con la realidad. Por ejemplo, la protagonista recibe otro nombre: María Petrova. Asimismo, se falsifican tanto datos históricos como mitos históricos religiosos, y se transforman en los pilares de la trama en la película.
Esta película fue realizada en su mayoría por mujeres: la directora es Vera Storozheva y la guionista Elena Rayskaya. Como protagonista, cuenta con la joven actriz Mariya Lugovaya, la heroína que debe sacar el Icono Tikhvin de la Madre de Dios de los territorios ocupados por el enemigo. Este fue un punto central al cual los críticos rápidamente se opusieron, pese a ser un film de ficción, y la tildaron en general de “blasfema” por sus grandes diferencias con la historia real del país.
Mariya: Save Moscow — trailer / Мария: Спасти Москву — трейлер from TRAILER COLA on Vimeo.
«Maria. Salva a Moscú«: diferencias y coincidencias con la historia real
La historia de ficción traslada a la protagonista a Moscú en diciembre de 1941. El guionista se apodera de una leyenda popular en Rusia. La cual cita que, al comienzo de la guerra, la famosa anciana Matrona, una afamada especie de bruja, predijo a Stalin que se detendría la ofensiva alemana contra Moscú. Pero para esto es necesario entregar el ícono de la Madre de Dios de Tikhvin a la capital, realizar un servicio de oración y llevar la reliquia por la ciudad.
El icono de la Madre de Dios de Tikhvin es, según la leyenda, uno de los iconos de la Virgen María pintados por el evangelista Lucas. Se trata de uno de los autores de los evangelios canónicos. En María. Salva a Moscú, en esta mujer militar se refleja el destino de la nación, ya que ella es la encargada de esa misión presente en la leyenda. Además, se subraya su sacrificio y odisea, ya que es hija de un sacerdote ortodoxo y renuncia tanto a su padre como a la fe.
Si en algo coincide con la realidad de la historia, es la valentía del personaje principal. La protagonista mantiene la esperanza pese a perder a todo su batallón y sus seres queridos. Pero, en un intento de reescribir la historia, en el film se la presenta casi como una superhéroe. Además, la película peca de jugar con los eventos de la Segunda Guerra Mundial relacionados con la liberación de Moscú, que distorsionan las trágicas páginas de la historia bélica rusa.
La idea original de rescatar un personaje histórico es respetable para la comunidad rusa, pero convertirlo en algo sobrenatural y distorsionar el papel de la Iglesia ortodoxa durante la guerra, restó generó muchas críticas por parte del público ruso.
¿Quién fue realmente Marina Limanskaya?
Maria Limanskaya fue una joven que, con tan solo 18 años, se unió al ejército rojo en plena Segunda Guerra Mundial. Durante su ascendente carrera militar, en solo tres años logró ser la chica soldado rusa más conocida en su país al ser filmada y entrevistada por un periodista ruso en su misión en la Puerta de Brandeburgo en 1945. Cobro fama de inmediato y en su tierra natal se convirtió rápidamente en una imagen modelo icónica de la victoria rusa sobre la Alemania nazi.
Luego de la guerra, la joven se casó dos veces. La última vez lo hizo con un compañero de guerra con quien compartió sus últimos días en la Villa de Zvonaryovka en Saratov, a 858 km al sureste de Moscú. Durante 23 años de matrimonio, trabajó como enfermera de quirófano y llegó a vivir hasta los 89 años. Dejó cinco nietos, que hoy se conoce que habitan en Alemania.