La expresidenta de Bolivia, Jeanine Áñez, fue condenada este viernes a diez años de prisión en el juicio que investigaba los delitos de incumplimientos de deberes y resoluciones contrarias a la Constitución y las leyes; denominado “Caso Golpe de Estado II”, en el marco del derrocamiento al ex presidente boliviano, Evo Morales, en noviembre del 2019.
Luego de un largo proceso, que contó con distintas interrupciones a causa de fallas técnicas y debido a la salud de Áñez; la justicia boliviana resolvió que la expresidenta deberá cumplir la condena en la cárcel de Miraflores. No obstante, las partes acusadoras como la Fiscalía; el Ministerio de Gobierno; la Procuraduría y, el actual titular del Senado, Andrónico Rodríguez habían pedido 15 años.
Además de la condena efectiva, la justicia de Bolivia reconoció la existencia de un golpe de Estado en el año de 2019; algo que los opositores a Evo Morales y al gobierno de Luis Arce todavía insisten en negar. A su vez, Áñez se encuentra a la espera de otros 2 juicios: el “Caso Golpe de Estado I”; y el juicio por las masacres de Sacaba y Senkata. En ese sentido, la reciente resolución marca un precedente de cara a ellos.
La causa y la defensa de Áñez
En la causa “Golpe de Estado II”, que llevó adelante el Tribunal Primero de Sentencia Anticorrupción de La Paz, se investigó las acciones de Áñez cuando era vicepresidenta de la cámara alta de Bolivia. Luego, tras el derrocamiento de Morales y su posterior persecución, asumió como Presidenta del Estado Plurinacional de Bolivia.
En ese contexto, la justicia determinó que la expresidenta de Bolivia incumplió y violó tres artículos de la Cámara de Senadores; tres del Reglamento de Diputados, los artículos 153 y 154 del Código Penal y nueve artículos de la Constitución Política del Estado. La sentencia también incluyó al excomandante en Jefe de las Fuerzas Armadas, Williams Kaliman y al ex comandante general de la Policía, Vladimir Calderón.
En su defensa final Áñez sostuvo que “en ningún momento he vulnerado la Constitución Política del Estado o he emitido normas u órdenes contrarias. Y esto se ha podido evidenciar en todas las declaraciones y en todas las pruebas. Fui sometida a estas cansadorísimas horas de juicio porque el poder político les exigía un juicio exprés para tener una sentencia exprés”.
En ese sentido, la ex mandataria declaró que fue sometida a un “simulacro de juicio” y no se arrepintió por su accionar en las circunstancias en las que asume la conducción del Estado.
“Bolivia sabe que esos delitos no los he cometido. Bolivia sabe que fui una consecuencia de todo lo que sucedió el 2019. Aquel que cometió incumplimiento a la Constitución, irrespetando hasta un referendo, está feliz y libre haciendo política. Para él hay impunidad”, dijo en referencia a Evo Morales.
La palabra de Evo Morales y del gobierno de Arce
El expresidente de Bolivia, Evo Morales, resaltó en su cuenta de Twitter que “pese a las mentiras, chicanas e incluso actuaciones para decir que estaba enferma o a punto de morir, la justicia sentenció que Áñez y sus cómplices asaltaron el poder con un golpe de Estado”. En tanto, el líder del MAS – IPSP, declaró que “10 años de cárcel es una pena benigna en relación al daño que causaron a la democracia”.
Frente a las declaraciones de Áñez, en las que pedía un juicio de responsabilidades y no ser juzgada por la vía ordinarias, Evo Morales puntualizó que “en otras palabras pide que sus cómplices Mesa y Camacho le aseguren impunidad en el Legislativo. Los asesinos del pueblo evitarán condenarse entre ellos” y que estos “no tienen ningún privilegio”.
Por su parte, el actual presidente de Bolivia, Luis Arce, a través de un comunicado del Ministerio de Justicia, remarcó que “la sentencia por el caso Golpe II es un precedente histórico, para que no se vuelva a repetir un golpe de Estado a partir de la ruptura del orden constitucional”. En ese marco, según la institución boliviana, la resolución de la justicia “establece ante la historia que la vía democrática y constitucional es la única ruta para llegar al poder”.
Por último, el Ministro de Gobierno de Bolivia, Eduardo Del Castillo, aseguró también en sus redes sociales que “el pueblo boliviano puede decir con orgullo que esta vez no quedará impune quien vulnera derechos, persiga personas, divida familias y provoque dolor en la gente”. También destacó que el fallo “debe servir para que nunca, bajo ningún motivo, una persona se autonombre presidente del país”.