Se lleva a cabo la muestra “Pegatinas: Afiches agitando las calles” hasta fines de junio en el Centro Cultural de la Cooperación. También se presentó el libro homónimo que presenta una multiplicidad diversa de afiches tipográficos, serigráficos y digitales y reúne las experiencias de artistas de diferentes generaciones. También, la muestra se realiza de forma itinerante y este viernes se presentará a las 17 horas, en la Galería Damme en La Plata, Buenos Aires.
En diálogo con Nota al Pie, el compilador del libro y curador de la muestra, Juan Pablo Pérez, contó cómo fue este proceso: “La idea inicialmente fue combinar la producción de afiches que forma parte del libro “Pegatinas: Afiches agitando las calles”, que coordinamos con Claudio Mangifesta y que diseñó Diego Lazcano”, otro artista que también participa.
Ambos compilaron y coordinaron; pero a la vez forman parte de la experiencia, “del trabajo más poético, político con los afiches, en la producción, en algunos casos con afiches tipográficos, con serigrafías, en otros digitales. O con tipografías sueltas al modo de “Haikus obligados”, como plantea uno de los artistas que no participa en este libro pero que siempre trabaja con afiches en la calle, que es Hernán Cardinale”, contó Pérez.
La disputa de sentidos
En la exposición y el libro hay una multiplicidad de materiales gráficos que se vienen trabajando desde los últimos años y que tienen como uno de los inspiradores y punto de partida, al artista Juan Carlos Romero (que falleció en 2017). Éste desde el principio de los años 70 “abrió la posibilidad de pensar el afiche tipográfico; como afiche de tirada popular en un papel muy barato, muy precario. Es el papel sulfito, a veces en blanco y negro, o en colores, con distintas potencias visuales”,explicó Pérez.
Asimismo, la idea que tenían con Claudio Mangifesta “era recuperar y darle visibilidad a este tipo de gráfica que realizan artistas; otros tipógrafos de oficio en distintos talleres, algunos colectivos, grupos o activismos”. Este tipo de imagen o “palabra-imagen o poesía visual, hecha afiche gráfico disputa también ciertos sentidos en el espacio público”, destacó el compilador.
“La Calle Pesa”
Sobre el subtítulo de Pegatinas: “afiches agitando las calles”, Pérez explicó que es porque “en este último tiempo y sobre todo en el contexto de pandemia que estuvo, de algún modo, vedada la posibilidad sanitaria de estar en la calle, de participar políticamente en manifestaciones sociales, en las marchas como la del 24 de Marzo por Memoria, Verdad y Justicia”.
Entonces, en algún punto “queríamos recuperar parte de esos afiches que en muchos casos se han hecho como pegatinas furtivas, solitarias, individuales, en plena pandemia”. Y que circularon por las redes sociales, por las «calles virtuales», relató. Y a la vez en este último tiempo que “se abrió la posibilidad de acción y participación también recuperar la palabra en la calle”.
Al respecto, uno de los afiches que imprimió María Inés Afonso Esteves, que se regaló con cada ejemplar del libro Pegatinas, con la frase «La calle pesa». Entonces, dijo Perez: “La calle tiene un peso y la pegatina en ese sentido, “es una fiesta, es un ritual que, en algunos casos puede llegar a ser solitario pero mayoritariamente es colectivo y acompaña distintas movilizaciones, acciones o marchas en el espacio público”. En general por la tradicional Avenida de Mayo hasta la Plaza, por barrios; en la ciudad y otras provincias también.
Algunes de les artistas que participaron
El libro aborda la producción de artistas de distintas generaciones, con distintas trayectorias y estéticas. Aparece Luis Pazos como uno de los referentes de artistas protagonistas del conceptualismo de los 70. Con el trabajo también con arte correo y la poesía visual al igual que Hilda Paz, una de las grandes referentes; grabadora y artista más experimental que sigue pegatineando y haciendo stenciles en la calle.
También participan el grupo GRASA, el grupo Matanza Nómade, explicó Perez, “son colectivos que en determinadas situaciones salen a la calle a manifestar y hacer pegatinas en distintos puntos de la ciudad con un hilo conductor, conceptual, con alguna frase, en torno y en diálogo alguna manifestación específica”. También participan con sus obras Raquel Masci, María Paula Doberti, Javier del Olmo, entre otres artistas.
Durante la presentación del libro que se realizó en abril en el Centro Cultural de la Cooperación, Nota al pie estuvo presente. Allí algunes de les artistas relataron sus experiencias. Como por ejemplo, Hilda Paz, quien contó que “terminando ya la dictadura estábamos con un grupo universitario de Berazategui y hacíamos hojas en serigrafía y salíamos, estampábamos 10 minutos; alguien controlando en la esquina de campana. Después uno comprende que también había una acción”.
Más adelante la artista expresó que ”es todo una experiencia; quien todavía no se haya asomado a eso, está a tiempo, puede salir, puede decir”. Porque es “otra forma de combatir, otra poética, otra realidad para marcar ese espacio donde todos los días confluye la gente”, destacó.
“Rendirse es impensable”
También estuvo presente en la charla el periodista y artista Luis Pazos que brindó unas sentidas palabras a quienes participaron: “Yo me conmuevo de verlos a ustedes porque más que un libro, son una creencia. Los que estamos aquí esta noche somos creyentes, en que la libertad es posible”. Y que “algún día no tan lejano vamos a poder decirle a nuestros nietos, te entregamos este país que es maravilloso”, continuó Pazos.
También el artista recordó a Juan Carlos Romero, “con él fuimos a una fábrica en ruinas, con el grupo Escombros y pintamos a brocha gorda nomás; una silueta de una persona baleada y de ahí en más no nos separamos nunca”. Sobre esta amistad relató: “Compartimos incluso el año trágico que fue 1972, expusimos obras que pasaron el límite de lo que puede aguantar el poder”.
En esa intervención que se realizó en la década del 70 en la plaza Roberto Arlt; ”Juan Carlos presentó tres obras y yo puse tres lápidas negras a la entrada de la plaza para ver qué efecto causaba”, recordó Pazos.
Luis Pazos en una de sus intervenciones artísticas. Video: Museo de Arte Moderno.
Y agregó: “Pasó de todo menos lo proyectado, de pronto tres chicos, muy jóvenes, 16, 17 años se acostaron al pie de las lápidas y se quedaron ahí como si los hubieran baleado; fue la foto más impresionante que se tomó”.
Para finalizar su alocución el artista dejó un mensaje: “Lo único que puedo decir es que tengan coraje; y como resultado les digo: Rendirse es impensable”.