Hoy se cumple el 130° aniversario del nacimiento de Alfonsina Storni Martignoni, una de las grandes escritoras y poetas argentinas que supo insertarse en una sociedad machista. Su trayectoria la posicionó en uno de los mejores lugares de la escritura iberoamericana. Dejó un legado de versos y estrofas que fueron retomados en la música y el cine.
“Tú me quieres alba / me quieres de espumas / me quieres de nácar. / Que sea azucena / sobre todas / casta. / De perfume tenue / corola cerrada / ni un rayo de luna / filtrado me haya”, dice uno de los versos del poema “Tú me quieres blanca”, que escribió Alfonsina Storni criticando a la sociedad machista de esa época.
Alfonsina Storni Martignoni nació el 29 de mayo de 1892 en Capriasca, Suiza. Hija de Alfonso y Paulina, el matrimonio tuvo a Romeo, María, Alfonsina e Hildo. Su familia de clase baja volvió a la Argentina, precisamente a San Juan en 1896.
Alfonsina estudió en la Escuela Normal de San Juan, donde logró conocer una de sus grandes vocaciones: la actuación. En los años de estudio, participó en obras de Benito Pérez Galdós, Henrik Ibsen y Florencio Sánchez. Posteriormente, debieron mudarse a la ciudad de Rosario, Santa Fe, por problemas económicos.
Allí, sus padres instalaron el “Café Suizo”, y la pequeña Alfonsina debió trabajar y dejar sus estudios. A sus 14 años, Alfonso falleció y su madre abrió una escuela domiciliaria para poder ganar dinero. Tiempo después, Alfonsina trabajó como aprendiz en una fábrica de gorros y posteriormente trabajó para la compañía teatral de Manuel Cordero, en donde realizó una gira por Argentina, reemplazando a una actriz.
A su vuelta, decidió estudiar la carrera de maestra rural en Coronda, donde se recibió y tomó un lugar sobresaliente en la comunidad educativa. Trabajó como maestra y se vinculó con las revistas Mundo Rosarino y Monos y Monadas, donde aparecen varios poemas.
La lucha de un sueño
Storni sufrió a sus 20 años un desengaño amoroso con un hombre casado. Producto de este amorío, el 21 de abril de 1912 en el Hospital Ramos Mejía nació Alejandro.
Frente a esta nueva situación, como madre soltera decidió luchar con prejuicios y trabajó como cajera en una tienda y en la revista Caras y Caretas. En 1916, publicó su primer libro titulado La inquietud del rosal; en junio de ese mismo año apareció publicado en la revista Mundo Argentino un poema titulado “Versos otoñales”.
Ya en 1919, junto con Carolina Muzzilli, Julieta Lanteri y Salvadora Medina Onrubia, reclamaron en el diario La Nación un lugar para las mujeres. Para la época, Alfonsina era una mujer con convicciones, pasiones, con ideas críticas y claras. Storni era considerada peligrosa para algunas mujeres, pero para otras era admirada.
Los años siguientes publicó El dulce daño en 1918, Irremediablemente en 1919 y en 1920 lanzó Languidez, el cual recibió el Primer Premio Municipal de Poesía y el Segundo Premio Nacional de Literatura.
Para 1925, publicó “Ocre” y en 1927 “Poemas de amor”, dos poemas de amor irónicos en donde hizo una crítica al hombre. Luego, presentó su primera obra de teatro El amo del mundo, una comedia feminista que no fue aceptada. Y en 1932, publicó Dos falsas pirotecnias.
Una vida ligada a grandes amistades literarias
En el paso por la escritura, en 1922 Storni conoció y se hizo amiga del pintor Emilio Centurión, con el cual, posteriormente, crearon el grupo Anaconda. Allí conoció al escritor uruguayo Horacio Quiroga, con quien mantuvo un romance fugaz. Pese a esta historia, Alfonsina no acompañó a Quiroga a Misiones.
Entre 1933 y 1934, conoció a Federico García Lorca en la peña del café Tortoni, a quien le dedicó un poema titulado “Retrato de García Lorca”, que fue publicado en el libro Mundo de siete pozos.
En 1935, descubrió que tenía cáncer de mama y fue operada. El cáncer se ramificó en su cuerpo y, ante la depresión, la neurosis, la paranoia y los ataques de nervios, empezó a evitar y recluirse de sus amistades.
Luego del suicidio de su amigo Horacio Quiroga, Storni empezó a crear poemas sobre el mar. Tiempo después, otro de sus amigos, Leopoldo Lugones, también tomó la decisión de suicidarse. Años más tarde, decidió confesarle a su hijo Alejandro que el cáncer le había tomado su garganta y que no había accedido a tratarlo.
Un final marcado por la tragedia
Aunque su vida tuvo momentos buenos y malos, Alfonsina Storni supo consolidarse dentro del mundo literario y poético para los años que transcurrían. Siendo madre soltera, trabajadora, feminista y luchadora, su vida estuvo marcada por la tragedia: la muerte de su madre, amores no correspondidos, los suicidios de sus amigos y el final que ella eligió para con su vida.
Su trayectoria la hizo ser partícipe de la creación de la Sociedad Argentina de Autores, junto a las poetas uruguayas Juana de Ibarbourou, Delmira Agustini y la chilena Gabriela Mistral. Se convirtió en representante de la poesía modernista latinoamericana.
El 25 de octubre de 1938, a sus 46 años, Alfonsina Storni entró a las aguas para descansar. Su cuerpo fue encontrado al día siguiente por dos obreros en La Perla, Mar del Plata. Antes de suicidarse, Alfonsina escribió el poema “Me voy a dormir” y el 22 de octubre lo envió a la redacción de La Nación.
Su vida basada en canciones y películas
Su paso por la literatura y la poesía dejó un legado de historias para contar. En 1938, el Senado de la Nación le rindió homenaje a la gran escritora. Ya en 1957, el director austriaco Kurt Land dirigió una película sobre la vida de Alfonsina, protagonizada por la actriz argentina Amelia Bence y, posteriormente, realizó un documental sobre su vida.
En honor a Alfonsina Storni, Ariel Ramírez; Félix Luna; Mercedes Sosa y Chabuca Granda interpretaron la canción “Alfonsina y el mar”.Por otra parte, desde 1996 hasta 2010, Amelia Bence, quien fue alumna de Alfonsina Storni en el Teatro Infantil Labardén, la interpretó en diversos teatros Hispanoamericanos con la obra Alfonsina, el mar y yo en donde se intercalaba música y poesía.