En el marco del acto por los diez años de la Ley de Identidad de Género, el Gobierno Nacional anunció que brindará un apoyo económico para les travestis trans mayores de 50 años que no tengan trabajo registrado. Mientras tanto, seguirá en tratamiento una ley de reparación histórica.
La reparación histórica hace referencia a una ayuda para les travestis trans que hayan sido víctimas de percusión por la policía o quienes pasaron años de su vida criminalizadas en comisarías por “incumplir la ley”. Por ejemplo, años atrás les travestis trans debían utilizar una vestimenta adecuada a su sexo, de lo contrario, iban preses.
Nota al Pie dialogó sobre esta cuestión con la militante matancera trans Luisa Domínguez. Quien brindo su experiencia en torno al cupo laboral trans, la persecución en la que se ven envueltes les travestis y sus próximos objetivos como colectivo.
¿Qué opinas sobre la línea de apoyo económico por parte del gobierno?
La resolución que está circulando dice que van a dar seis sueldos mínimos a las personas mayores de 50 años. La realidad es que entregan dos sueldos mínimos. Siempre pasa lo mismo, hacen mucha cáscara y pocas nueces. Nosotres, el travesticidio social ya lo conocemos desde que fuimos a primaria. Les compañeres siempre quedamos a la expectativa de tener algo mejor.
Cuando quieren sacar un proyecto y no hablan con les compañeres que realmente la pasan mal, eso es injusto, no pueden hablar desde un lugar de privilegio. No pueden decir: “vamos a sacar una ley, le vamos a pagar dos pesos con 50”. Tienen que preguntar qué es lo que quieren.
¿Qué reclaman con la reparación histórica?
A lo que vamos con la reparación histórica es que nosotres aun en democracia seguíamos presas. Recién empezamos a ser libres y a caminar como cualquier persona en el 2012. Entonces, desde el 2012 en adelante todes son inclusivos, todes quieren hablar o sacarse fotos con una travesti. Pero nosotres existimos desde hace décadas.
Por eso, cuando escuchamos hablar de un proyecto para nosotres, y que quieran dar cierta cantidad de plata por mes es una vergüenza. Hablan desde un lugar de privilegios, y no caminan por las calles para ver que necesita cada una. “Reparar”, ¿quién va a reparar todo el daño que nos hicieron solamente por el hecho de ser travestis? Porque nosotras no robábamos, no matábamos.
Yo siento que tenemos que luchar por la indemnización y reparación, pero como está el país no creo que nos indemnicen. Que loco, a Nacha Guevara, por haberse exiliado le dieron un millón doscientos mil pesos. Y a nosotres que vivimos toda la vida presa no quieren dar un sueldo de 16.000, es terrible.
Lo que han hecho con nosotras, es una cacería de brujas, genocidio travesti, querían exterminarnos.
¿De qué se trataba la persecución?
Nosotres teníamos horarios para aparecer y para desaparecer, llegaba la noche y podíamos estar solo en ciertos lugares. Desde niñes, tuvimos que negociar para subsistir, para vivir.
Respecto al cupo laboral trans, en tu caso, ¿se cumple la ley?
Con el cupo tuve la suerte de ingresar hace tres meses en un trabajo registrado, pero yo a los 58 años ya me tendría que estar jubilando y recién entre a trabajar. Nosotres nunca tuvimos oportunidad de nada, incluso yo terminé la primaria el año pasado, gracias a una compañere travesti matancera. Ahora, estoy haciendo la secundaria.
La gran mayoría de les travestis trans alquila. Un alquiler nos sale siempre el doble que le puede salir a otra mujer, piensan: “estas se ganan la plata fácil, le gusta la noche”. No tienen la más pálida idea, ¿quién se paró en la ruta a preguntarnos si nos gustaba estar ahí? Nadie.
Entiendo que la única salida que teníamos era estar en una esquina prostituyéndonos, porque no había otra posibilidad. Yo, cuando era chica, anduve buscando trabajo, pero tuve que volver a la prostitución. A los 14 años trabajaba de cadete y los mismos dueños me violaban.
¿En tu trabajo, concientizas sobre la importancia del cupo laboral?
Sí, yo trabajo en un sector que se llama equidad de género, donde damos charlas a todos los institutos para que sepan la importancia del cupo laboral y como nos cambia la vida.
Cuando cuento mis historias la gran mayoría de las mujeres se van llorando porque no pueden entender. “Yo pensé que les gustaba estar paradas ahí, siempre las veía alegres, moviéndose”. Claro, les digo, pero la noche nos trae consumos problemáticos. Obvio que vamos a estar alegres, porque tenemos que aguantar muchas cosas. ¿Cuántas mujeres murieron en la calle?
¿Cuándo descubriste tu sexualidad?
Yo de chico ya sabía lo que quería y mi mamá se daba cuenta. En la escuela, jugaba al elástico, que era un juego de nenas, y las maestras me agarraban de la oreja, me llevaban a dirección y me decían que no podía jugar con las nenas, que era una “mariquita”. Así fue por un tiempo.
Después desistí, y a los 11 no quería ir más al colegio. A los 12 me anoté en turno noche y fue peor porque el maestro de ese tiempo, que es el que me tenía que cuidar, me terminaba violando. Obvio, no fui más, porque el maestro me decía que vaya a la casa, y que él me iba a enseñar. Más adelante, a los 13 años, conocí a unas travestis y empecé en la noche. Era un varoncito vestido de nena. A esa edad ya sabía lo que era el proxeneta.
¿Cómo se tomó tu entorno la decisión?
A los 13 me fui de mi casa, mi mamá se enteró dónde estaba y me fue a buscar. Me vio vestida de nena, y me dijo que si quería esa vida me iba a entender, que junto con mi padre me iban a ayudar. También, me dijeron que tenía que volver a mi casa y avisarles a donde iba porque el día que falte tienen que saber dónde buscarme.
Ahí me sentí más protegida, más querida, eso me fortaleció. Yo gracias al apoyo de mi familia nunca caí en las drogas o el alcohol. Yo tengo auto, y todo a base de la prostitución, nadie me regalo nada. Todo fue a base del sacrificio y de pasar un montón de cosas.
Hoy en día, estoy en pareja hace 11 años, dejé la prostitución encontré un compañero que me ayuda, trabaja y pude dejar todo. No todas tienen la suerte. La gran mayoría de nosotres también pagamos por cariño.
¿Qué mensaje le darías a las nuevas niñeces travestis trans?
Tenemos que evitar que las nuevas niñeces travesti trans pasen por lo que pasamos nosotros. Ellos tienen todas las posibilidades de estudiar, tienen que revertir todo lo que nosotras no fuimos.
La ESI es fundamental en los colegios, para que nadie tenga que estar ocultando quién es y presentarse como quieran llamarse. Si me quiero poner una pollera, sin depilarme las piernas y llamarme luisa, porque me tienen que criticar.
Les travestis también tenemos que reivindicar a los varones trans que están muy olvidados, pienso que hay que acompañar a estas nuevas generaciones y hacerles sentir que no están ni solos ni solas.
¿Cuáles son los próximos objetivos por cumplir del colectivo travesti trans?
Sería bueno conseguir la reparación histórica a nivel nacional para les compañeres mayores de 40. ¿Cuántas travestis pueden haber mayores de edad? La mayoría no llega a los 35/40 años.
Eso sería el broche de oro de este gobierno, que nos puedan dar una buena reparación, una vejez digna, que puedan comer todos los días lo que ellas quieran y no ir a un comedor comunitario para comer una vez al día o a veces no ir porque tienen vergüenza.