Desde el año 2004 en la semana del 16 al 22 de mayo se celebra en el mundo la Semana del Parto Respetado. Estas jornadas apuntan a visibilizar los modos de atender los partos y de promover el cumplimiento de los derechos de las personas gestantes y recién nacidas. En Argentina, también en el 2004, se sancionó y promulgó la Ley 25.929 de Parto Humanizado aunque esta se reglamentó recién en el 2015.
Tanto la efeméride como la ley, son una respuesta a las prácticas de violencia obstétrica que las personas gestantes han sido sometidas a lo largo de la historia. Además, es un recordatorio de la capacidad de decisión que se tiene en tanto sujetes de derechos.
Para saber más acerca del derecho a un parto humanizado y las prácticas vinculadas a la violencia obstétrica, Nota al Pie dialogó con la Dra. Eliana Squarzon, especialista en Ginecología y Obstetricia.
¿Qué es el parto respetado?. ¿Qué es lo que se busca respetar?
En el parto respetado, como bien dice la palabra, se busca que se respete tanto lo que quiere la persona que gesta como la familia. Cómo quiere parir, de qué forma quiere hacerlo, si quiere acelerar el trabajo de parto o si no quiere hacerlo, si quiere ir a un parto o por cesárea.
Si quiere compañía o no, si la pareja quiere clampear (sujetar) el cordón umbilical, si quieren que el bebé no se lo lleven en ningún momento como usualmente se hace para pesarlo, medirlo, vacunarlo y demás. Se busca respetar los deseos de la paciente.
Entonces, ¿Qué significa transitar un parto respetado?
Todos esos deseos que te mencionaba forman parte del parto respetado. No hay una sola manera. Yo no me rijo por algo tan estricto sino todo lo más consensuado posible con la paciente y las familias, no nos olvidemos de las parejas porque también forman parte del proceso.
Si en algún momento hay alguna complicación, ¿Cómo se sigue adelante con el parto respetado?
Si en algún momento hay complicaciones, siempre le explicó a la paciente que vamos a respetar todo lo que podamos siempre y cuando no corra riesgo su vida ni la del bebé. Y para esto, es fundamental que cuando se debe tomar una decisión de intervenir en una cesárea, parto o embarazo, siempre es tomarse un ratito para explicar la situación y el porqué se toma esa decisión, que no es al azar sino que tiene un fundamento.
¿Tuviste pacientes que llegaron a vos por haber pasado malos momentos con otros colegas?. ¿Qué le recomendarías a otra persona que trabaja en salud para que realice una buena práctica?
Si, tuve un montón de pacientes que en algún embarazo anterior no se sintieron cómodas con alguna situación. Y siempre hay que escucharlas. En mi caso no hablo mal de un colega porque no estuve en ese momento pero sí es importante explicar que desde nuestro lado vamos a trabajar para evitar esas situaciones.
También le decimos que se informen y lean sobre otros nacimientos, ya sea por amigos o el curso preparto dónde se cuentan las experiencias de otras pacientes, para llenarse de información y ver de qué manera les gustaría parir o que cosas no les gustarían.
¿A que situaciones se las puede considerar violencia obstétrica?. ¿Es posible denunciarlas?
Es un término muy amplio, que abarca desde no respetar los deseos de la paciente hasta hacer cosas como intervenciones que no buscan beneficiar el binomio materno fetal. Incluso, decir cosas que hacen sentir mal a la otra persona, por ejemplo: “dale, mamá que no estamos acá todo el día”.
Son comentarios que hace un tiempo eran muy habituales y que gracias a un montón de corrientes como la del parto respetado se fueron modificando. De todas maneras, son prácticas que siguen ocurriendo y se pueden denunciar.
En caso de que seas víctima de violencia obstétrica, podes hacer un reclamo gratuito ante la Comisión Nacional Coordinadora de Acciones para la Elaboración de Sanciones de la Violencia de Género (CONSAVIG) a través de su correo electrónico. Y si necesitas asesoramiento, podes comunicarte al 0800-122-5878.