El lunes pasado, la Comisión de Apelación de la Federación Internacional de Fútbol Asociación (FIFA) confirmó que el encuentro suspendido entre Brasil y Argentina debe volver a disputarse. En la dirigencia argentina no cayó bien esta noticia y ya apeló al Tribunal Arbitral del Deporte (TAS).
De esta forma, se le suma un nuevo capítulo a esta novela que ya tuvo sus idas y vueltas. La fecha que manejan desde el ente mundial del fútbol es que se dispute en el mes de septiembre, en un estadio a definir, pero se rumorea con que sea en Medio Oriente.
La postura de la FIFA
“Después de analizar las presentaciones de ambas partes y considerar todas las circunstancias del caso, el Comité de Apelación confirmó que el partido se repetiría. Y también confirmó la multa de CHF 50,000 que se impuso a ambas asociaciones como resultado del abandono” difundieron desde el organismo responsable de la regulación del fútbol internacional.
Por otro lado, determinaron reducirles las multas a ambas federaciones a la mitad: Brasil que tenía que abonar 500.000 CHF (francos suizos), tendrá que pagar 250.000 CHF por infracciones relacionadas con el orden y la seguridad. Mientras que Argentina se le redujo a 100.000 CHF (debía la suma de 200.000 CHF) por incumplimiento de sus obligaciones en relación con la preparación y participación en el partido.
Desde la AFA, no recibieron bien este comunicado y le respondieron a la FIFA inmediatamente. El ente regulador del fútbol local anunció que solicitará los fundamentos de ambas decisiones tomadas (la multa y la reanudación del encuentro). Y que “efectuará las apelaciones correspondientes ante el Tribunal Arbitral del Deporte (TAS) a fin de seguir defendiendo los derechos de nuestro seleccionado”.
Hay que recordar que Argentina ya cumplió parte de la primera sanción en el mes de marzo, cuando en la última doble fecha de eliminatorias no pudo contar con los jugadores Emiliano Buendía, Emiliano Martínez, Giovani Lo Celso y Cristian Romero por incumplir «el protocolo de partidos internacionales».
Los cuatro futbolistas nombrados militan en la Premier League. Y en ese contexto de pandemia, el 5 de septiembre de 2021, había una serie de restricciones diferenciales que estipulaban que les ingresantes a Brasil provenientes de Reino Unido, India y Sudáfrica tenían que realizar una cuarentena obligatoria de 10 días.
La suspensión, sus idas y vueltas
El partido entre Brasil y Argentina, por la fecha 6 de las Eliminatorias Sudamericanas, fue suspendido a los 5 minutos de juego. Esto fue debido al ingreso de les funcionarios de la Autoridad Sanitaria Brasileña (ANVISA). El motivo de la invasión a la cancha fue por la presunta infracción del protocolo sanitario por parte de Emiliano Buendía, Emiliano Martínez, Giovani Lo Celso y Cristian Romero.
La AFA aseguró y defendió que siempre se basaron en la legislación sanitaria impuesta en ese momento por la Confederación Sudamericana de Fútbol (Conmebol). Y que estaban instalados en el país desde el 3 de septiembre respetando todos los protocolos vigentes.
Por su parte, la CBF se desvinculó con cualquier negociación que represente omitir las restricciones sanitarias. Y sostuvo que ANVISA podría haber actuado con mayor antelación y no accionar con el encuentro en marcha.
A partir de ese momento, comenzó una ida y vuelta de resoluciones y reclamos. Desde la FIFA, la postura es que el encuentro se juegue en alguna de las ventanas que quedan previas al inicio de la Copa del Mundo de Qatar 2022.
A su vez, desde la AFA consideran que los argumentos presentados son válidos para que se le den los puntos. No obstante, con la Albiceleste ya clasificada, con las eliminatorias ya finalizadas y con el mundial cada vez más cerca, ven de forma positiva que el encuentro quede en el olvido.
Reprogramación y cambio de sede
En caso de confirmarse que el encuentro se dispute en Medio Oriente, esta no sería la primera vez que se prioriza lo económico por sobre lo deportivo. No obstante, primero hay que diferenciar los partidos amistosos de los oficiales. Las Eliminatorias Sudamericanas entran en este segundo grupo y no debería estar permitido, salvo casos de extrema necesidad, que se le saque la localía al país anfitrión.
Argentina vs Brasil, Brasil vs Argentina, es uno de los clásicos a nivel selección más convocantes del mundo. No solo por la historia de ambos equipos y los jugadores que defendieron esos colores, sino también por Messi y Neymar. Todos estos condimentos que presentan hace que sea un enfrentamiento lindo de ver y rentable desde lo económico.
En los últimos años, hubo varios casos en donde se dio un cambio de sede de forma repentina. Sin embargo, uno de los más recordados y recientes es la final de la Copa Libertadores en el 2018 entre Boca y River. Que luego de los disturbios en las inmediaciones del Monumental, el partido se pospuso y semanas más tarde se confirmó que el superclásico argentino se mudaría a Madrid.
Una final que terminó dejando la suma de 880 mil dólares, resultado de un ingreso por venta de entradas de US$ 10,106 millones y gastos operativos por US$ 9,226 millones. En este caso se priorizó lo económico por sobre lo deportivo. Ya que este cambio de sede representó que muches hinchas no puedan ir a la cancha a ver a su equipo.
Cuatro años más tarde, se baraja la posibilidad de que se repita esta situación. Desde la FIFA no solo quieren que el partido entre Brasil y Argentina se lleve a cabo. Sino que además buscan llevarlo a otro país para generar una mayor ganancia desde lo económico. Pero quitándole la posibilidad a muches seguidores de despedir a su equipo antes de que vaya a jugar el mundial.