Sam Raimi ha tenido una carrera salvaje y ecléctica dirigiendo películas. Quizás sea mejor conocido por ser la mente creativa principal detrás de dos celebradas trilogías: The Evil Dead Trilogy (1981-1992) y The Spider-Man Trilogy (2002-2007). Es difícil negar que estas son algunas de las mejores películas que ha hecho.
Con el regreso del cineasta a la silla de director y al universo de Marvel con Doctor Strange in the Multiverse of Madness, vale la pena mirar hacia atrás a las películas menos conocidas que ha hecho.
The Gift (Premonición, 2000)
The Gift (2000) es una película rara que cuenta con un elenco célebre. Cate Blanchett, Keanu Reeves, Katie Holmes, Greg Kinnear, Hilary Swank y JK Simmons dan vida a los personajes de esta historia. La cinta tiene una premisa interesante sobre un psíquico que se involucra en la resolución de un caso de asesinato en un pequeño pueblo en el sur de los Estados Unidos.
En parte thriller judicial, polémica psicológica y melodrama sureño, la película rebota imprudentemente entre géneros y proporciona una producción llena de estilo visual pero con poca consistencia.
Crimewave (Ola de Crimen, 1995)
Tras el éxito comercial y de crítica de The Evil Dead, Raimi y Bruce Campbell querían hacer otro proyecto juntos y, afortunadamente, Raimi estaba colaborando en un guión con Joel y Ethan Coen que combinaba elementos del cine negro de los 50 con comedia negra y violencia.
Obtener respaldo financiero de un estudio fue fácil, y al principio a Raimi se le otorgó un mínimo de control creativo, antes de chocar con la compañía en casi todo, lo que resultó en quizás una de las peores y más extrañas pesadillas de Hollywood. Los productores querían un “actor de Hollywood” en el papel principal, por lo que reemplazaron a Campbell con Reed Birney.
La trama se centra en un técnico de seguridad malhumorado que, sin saberlo, se topa con un complot de asesinato que involucra a dos asesinos disfrazados de exterminadores de ratas. Crimewave es atractiva cuando se puede ver el toque de Raimi.
Darkman (1990)
Dada la forma en que ha funcionado la carrera de Raimi, es tentador ver a Darkman (1990), una historia original de superhéroes en la línea de The Shadow. Protagonizada por Liam Neeson como un antihéroe desfigurado que busca justicia, la película fue como ejercicio para los éxitos de taquilla de cómics que esperaban su futuro.
La producción de $14 millones le dio al joven cineasta, recién salido del éxito de culto de Evil Dead II, la oportunidad de jugar con los recursos de Universal: los decorados llenos de sombras, los trajes de estilo noir y las acrobacias siguen siendo llamativos y distintos.
Esta película también marca la primera colaboración de Raimi con el compositor Danny Elfman, quien escribiría los temas de la trilogía Spider-Man y Doctor Strange in the Multiverse of Madness. Pero Darkman, ofrece un giro extraño y a menudo siniestro en la historia de origen estándar, merece ser vista como más que una nota al pie de página para proyectos más grandes.
A Simple Plan (Un plan sencillo)
A Simple Plan (1998) es probablemente la película más seria y pesimista del director. Si bien puede carecer de su característico humor peculiar, vale la pena ver su historia tensa y apasionante sobre un trío de personas que descubren varios millones de dólares en un avión estrellado. Destaca su diversidad como cineasta.
Con su mirada directa a la codicia, el engaño y la debilidad humana envueltos en una historia de suspenso y crimen, esta cinta neo noir se parece más a las películas serias de los hermanos Coen. En general, está muy subestimada y, a diferencia de otras películas semi olvidadas de Raimi, vale la pena verla para cualquiera que quiera ver un lado diferente del cineasta.
Drag Me to Hell (Arrástrame al Infierno)
Recuperándose de la decepción de Spider-Man 3, Raimi volvió a sus raíces de terror con este encantador juego de horror que coescribió con su hermano Ivan. Alison Lohman interpreta a Christine Brown, quien es maldecida por una anciana gitana (Lorna Raver) cuando, tratando de obtener un ascenso, se niega a darle un préstamo de casa al cliente para evitar el desalojo.
Christine intenta volver a la vida normal con su novio (Justin Long), pero ahora la persigue un demonio Lamia que le ofrece alucinaciones y otros terrores. Arrástrame al infierno nos recuerda a la esencia de Evil Dead 2, donde el público se divierte porque los demonios lo hacen aterrorizando a la no tan pobre Christine, cuyo egoísmo acaba siendo su perdición.