En el día de hoy, 8 de mayo, se conmemora el Día Mundial del Cáncer de Ovarios. El objetivo es concientizar a la población sobre esta enfermedad, que afecta a más de 250.000 mujeres por año en el mundo. La iniciativa surgió de organizaciones que luchan contra esta patología a nivel mundial.
¿Qué es el cáncer de ovarios?
Según la Coalición Mundial del Cáncer de Ovario el diagnóstico de esta enfermedad “no es un diagnóstico único; sino que es un término general para una multitud de diferentes tipos de cáncer que afectan los ovarios; las trompas de Falopio y la cavidad peritoneal primaria”. A su vez, estiman que hay más de 30 tipos diferentes de cáncer de ovario; y existe una variación muy amplia en la incidencia y el pronóstico en términos de los mismos.
La doctora Sandra Magirena es una profesional con perspectiva de género. Instagram: @consultoriomagirena
En diálogo con Nota al Pie, la médica especialista en ginecología y sexóloga clínica, Sandra Magirena explicó que “el cáncer de ovarios, de los cánceres ginecológicos; si bien no es el más frecuente, es el que más mortalidad tiene”. Además, advirtió que “como es muy difícil de diagnosticar tempranamente y en general se diagnostica en estadios más avanzados, se los suele llamar ‘silent killer’ (asesino silencioso)”.
Asimismo, Magirena detalló que “es muy difícil de detectar porque tarda mucho tiempo en dar síntomas”. Por ello, “hay que estar atentos en ir a buscar factores de riesgo en primera instancia y no evitar los controles ginecológicos”, añadió.
¿Cómo prevenir el cáncer de ovario?
La especialista en ginecología manifestó que “la prevención tiene que ver mucho con la evaluación de los factores de riesgo”. En ese sentido, indicó que “las personas que hayan tenido antecedentes de familiares directos con cáncer de mamas; cáncer de ovarios o asociación de cáncer de colon con cánceres ginecológicos, son las que tendrían que estar más atentas a la hora de la detección temprana”.
En tanto, Magirena aclaró que “no hay una forma de prevención como la tiene el cáncer de cuello de útero, que es un cáncer que sí se cura o se puede erradicar con la detección temprana; a partir del papanicolaou y el test de VPH y con la vacunación de niñas y niños a partir de los once años”.
“En el caso del ovario, esto no existe”, explicó la médica. Y continuó: “Como dije antes, de los tres cánceres ginecológicos más importantes: el cuello, la mama y el ovario; el cuello se detecta y se cura. La mama se detecta tempranamente y se atenúa la mortalidad; y el cáncer de ovario, es muy difícil de detectar temprano”.
Estadísticas mundiales sobre el cáncer de ovario
Según estiman desde la Coalición Mundial del Cáncer de Ovario (World Ovarian Cancer Coalition), para el año 2040, “el número de mujeres en todo el mundo diagnosticadas con cáncer de ovario aumentará casi un 37% a 428.966”. Asimismo, dicha entidad alertó que “se prevé que la cantidad de mujeres que mueren de cáncer de ovario cada año aumente a 313.617, un aumento de más del 50 % a partir de 2020”.
Dicho informe señala que las tasas de supervivencia del cáncer de ovario a cinco años varían en cada país. Así, en el caso de los más desarrollados “las tasas actuales oscilan entre el 36 % y el 46 %”.
Sin embargo, también advierten que en algunos países la cifra es mucho menor. En general, explican que “las tasas de supervivencia son muy inferiores a las de otros tipos de cáncer, como el cáncer de mama, donde las tasas de supervivencia a cinco años en muchos países se acercan al 90 %”.
Por su parte, la especialista mencionó que “si una persona es portadora de los genes asociados a la expresión de estos cánceres de mama o de ovarios, que es el BCR1, BCRA2, uno puede empezar a modificar factores de riesgo”. No obstante, consultada sobre las causas de este aumento, Magirena detalló que “está muy relacionado con el ambiente, el ambiente celular y el ambiente de la persona”.
En este sentido, la médica y especialista recomendó para todas las personas “el manejo de las emociones, lo cual tiene que ver con la espiritualidad y el desarrollo de las prácticas meditativas”. Dicha cuestión es ampliada en su libro “Regreso a Mí”, recientemente publicado por la Editorial El Ateneo.
A su vez, destaca que son importantes: la actividad física; regular y reglada, acorde a la edad de la persona y la sexualidad. “Una sexualidad saludable, placentera y vivida con plenitud, sin situaciones que puedan poner en conflicto emocional a esa persona”, expresa.
La importancia de cambiar el estilo de vida
Según la profesional, lo más importante que se puede hacer “es que las mujeres tomen conciencia de cómo funciona su cuerpo, cómo es su aparato genital, cuáles son los factores de riesgo a los cuales se exponen cuando se salen de alimentaciones saludables o de prácticas que no son saludables en general”. Al mismo tiempo, Magirena destacó la importancia del control ginecológico: “En este cáncer en particular, y en la detección temprana, lo más importante es la visita anual que una mujer le hace al ginecólogo o a la ginecóloga”.
Magirena también enumeró los estudios que se realizan para la detección de la enfermedad: el exámen físico y la práctica de algunos estudios complementarios, como la ecografía transvaginal; o la visualización vascular de algunas lesiones o quistes, el cual es un estudio que se llama doppler. Este último, asociado a la ecografía.
“Se pueden detectar más tempranamente, pero suele ser un cáncer de manifestación silenciosa y cuando nosotros hacemos el diagnóstico, muchas veces son estadios avanzados”, especificó.
De igual modo, la profesional aclaró que “no quiere decir que esto sea de mal pronóstico”, ya que existen también algunas personas que “han tenido cánceres avanzados de ovarios y luego de los tratamientos iniciados tuvieron una sobrevida muy larga”. En general, “son personas que cambian radicalmente sus condiciones medioambientales y su estilo de vida”.
“Vuelvo a lo que digo en mi libro, “Regreso a Mi”, los cuatro pilares fundamentales para mejorar tu calidad de vida que son: la alimentación, la actividad física, la sexualidad y la espiritualidad”, concluyó Magirena.