Luego de muchas idas y vueltas, y cuestionamientos de Nación sobre el santuario de Brasil, las elefantas Pocha y Guillermina ya tienen la autorización para lograr su libertad. Los permisos Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (CITES) fueron aprobados el pasado 26 de abril por parte del Ministerio de Ambiente.
En noviembre de 2021, comenzaron a emitirse los últimos permisos necesarios para que las dos elefantas asiáticas que viven cautivas en el ex Parque Zoológico de Mendoza puedan viajar al santuario de Brasil. Mientras todo iba aprobándose, el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible nacional comenzó a cuestionar a dicho santuario y solicitó investigarlo. Esto hizo que algunos permisos comenzaran a vencerse, retrasándose el tan ansiado traslado.
Nota al Pie conversó al respecto con Tamara Anahí Coll, doctora en Biología y vicedirectora de Elephant’s Helper Argentina.
La importancia de los permisos CITES
El comercio internacional de ejemplares de determinadas especies está sometido a un riguroso control. Esto está regulado por la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Flora y Fauna (CITES). “Los permisos CITES son los documentos que autorizan a que las elefantas sean trasladadas al Santuario de Elefantes de Brasil (SEB)”, explicó Coll.
Las especies amparadas por la CITES están incluidas en tres Apéndices, según el grado de protección que necesiten. Toda importación, exportación, reexportación o introducción de especies amparadas por la Convención debe autorizarse mediante un sistema de concesión de licencias.
“Sucede que, como cualquier traslado internacional de animales protegidos por la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (CITES), la obtención de las numerosas autorizaciones resulta muy compleja. Involucra vencimientos impostergables tanto por parte del país importador de animales –Brasil en este caso– como por parte del país exportador; Argentina en este caso”, señaló el Gobierno de Mendoza en un comunicado.
La demora en los permisos
“Este traslado se está gestando hace mucho tiempo. Los trámites comenzaron mucho antes de la partida de Mara incluso. En agosto de 2021 estaba toda la documentación lista y firmada para el traslado”, señaló Coll. Pero la elefanta Guillermina aún no estaba lo suficientemente segura para estar separada de su madre, Pocha, durante el traslado.
“Por seguridad, no pueden viajar en la misma caja de transporte y Guillermina nunca se separó de Pocha en toda su vida. Como la prioridad es el bienestar de ellas durante todo el trayecto, se decidió esperar a que estuviera lista para el viaje”, agregó.
Pero en esa espera, se fueron venciendo algunos documentos, entre ellos los CITES. “Aprovechando esta situación, un grupo de personas con intereses personales y económicos presentaron varias denuncias formales que impidieron y demoraron el traslado hasta ahora”, comentó. Además, sostuvo que todas esas denuncias se desestimaron debidamente por diversas investigaciones que demostraron que eran falsas.
Investigación
Uno de los objetivos habría sido la intención de trasladar a las elefantas a una especie de santuario en Entre Ríos. “La opción que algunos presentan como válida en el país no es apropiada para elefantes. No presentan infraestructura adecuada (ni la podrán tener con el dinero que supuestamente les han otorgado para ello). Tampoco hay personal idóneo para el cuidado de estos animales”, expresó Coll.
Por otro lado, el Gobierno nacional inició una investigación sobre el SEB porque no está inscripto como santuario en Brasil, sino como criadero. Pero desde el Santuario de Brasil aclararon que la reproducción de especies está prohibida.
Desde @mendozagobierno junto al Santuario @ElefantesBrasil y a @GlobalElephants, presentamos una vez más ante Nación la documentación que ratifica la condición de santuario y la imposibilidad de reproducir animales en dicho establecimiento
— Humberto Mingorance (@MingoranceH) April 22, 2022
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“Diversas organizaciones hicimos campañas y juntas de firmas para demostrar que la mayoría de la gente apoya al traslado de los elefantes que quedan en el país al SEB. Es la única opción que tienen para terminar sus días siendo elefantes, en manada como deberían haber vivido toda su vida”, resaltó. En ese sentido, el Gobierno, Ambiente y Ecoparque de Mendoza siempre estuvieron de acuerdo con el traslado.
uno de los aspectos puestos en duda por @juancabandie, en consonancia con lo establecido por las autoridades brasileras. Cabe destacar, que en febrero pasado la Provincia interpuso ante Nación un recurso de Pronto Despacho que aún carece de respuesta por parte de @AmbienteNacion pic.twitter.com/XAJb9B4QTa
— Humberto Mingorance (@MingoranceH) April 22, 2022
¿Qué es el SEB?
El Santuario de Elefantes de Brasil está ubicado en Mato Grosso (Brasil) y fue fundado en 2013. Es el único santuario de Latinoamérica que cuenta con la certificación del The Global Federation of Animal Sanctuaries.
Tiene una superficie total de más de 1.100 hectáreas, separadas en distintos sectores. El hábitat de las hembras asiáticas, donde serán llevadas Pocha y Guillermina, posee 27 hectáreas. Actualmente, allí viven Mara; Rana; Lady; Bambi y Maia y se planea su ampliación.
Además, hay un sector para hembras africanas y pronto estará disponible el área para machos asiáticos. A su vez, cada una de estas grandes áreas está separada en distintos sectores denominados “yards”. Coll explicó: “Esto permite que los elefantes que ahí residen elijan si quieren estar solos o junto al resto de sus compañeros”.
“Ahora solo quedan ultimar detalles de logística propia de un viaje de esta dimensión, y Pocha y Guillermina podrán comenzar el viaje a una nueva vida”, expresó. Además, agregó: “Conocerán a sus nuevas compañeras de vida con las que podrán formar una nueva familia”.
“Tendrán la libertad de elegir con quién estar, cuándo compartir y cuándo no su tiempo, el lugar donde estar, el momento en que quieren comer y qué comer. Sobre todo Guillermina, que por primera vez conocerá el horizonte, ya que nació en el pozo donde vivió toda su vida y nunca conoció el exterior”, concluyó Coll.