En la tarde de ayer, la organización Unidxs por la Cultura convocó y realizó un festival enfrente del Congreso de la Nación bajo el lema: “Evitemos el apagón cultural, la cultura no caduca”. El objetivo de la movilización fue defender la Soberanía Cultural, decir “no” al acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y solicitar el tratamiento del proyecto de ley presentado en septiembre de 2021.
En el evento participaron diferentes artistas que defienden la cultura y la identidad del país. Entre elles estuvieron presentes: María Onetto; Delegación Misiones; Sakatumba; Ballet Nehuen; Sokoles; Paula Ferré; Ballet Raíces; María y Cosecha; Claudia Levy – Dabke Ballet Palestino; UDEMUS y Francisco Alvero, entre otres.
Nota al Pie estuvo presente en el Congreso y conversó con diferentes referentes de la cultura argentina.
“Evitemos el apagón cultural, la cultura no caduca”
«Estamos acá porque dentro de nueve meses se terminarían los fondos que financian a la cultura en nuestro país”, compartió Ingrid Urrutia, delegada general de Asociación Trabajadores del Estado, Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (ATE INCAA), en relación a la de la Ley 27432 que pone fin a las asignaciones específicas a cada sector a partir de enero de 2023.
“Esto quiere decir que los organismos nacionales que fomentan el cine, el teatro, la música, las bibliotecas populares y los medios comunitarios se quedarían sin esos fondos”, amplió Urrutia.
De esta forma, diferentes sectores culturales se verían perjudicados, entre ellos: el Instituto Nacional de Teatro (INT); el INCAA; el Instituto Nacional de la Música (INaMu); las bibliotecas populares; las radios y los medios comunitarios, entre otros.
La delegada de ATE INCAA comentó: «Este es el primer festival que organiza y convoca Unides por la Cultura”. Además, agregó que van a continuar con estas propuestas para “generar presión y que el Congreso trate la ley y revierta esta situación».
Por su parte, Teresa Saporiti, realizadora audiovisual, contó: «Unides por la Cultura está conformado por gente del cine, del teatro, la música, las bibliotecas populares y los medios comunitarios. Todes unides reclamando a les diputades y senadores que voten una ley que evite la caducidad del fondo de fomento».
No al acuerdo con el FMI
Las asignaciones que reciben los sectores culturales, y que son el motor de la cultura argentina, provienen de “un porcentaje de las entradas de cine, de la retención a los premios de la Lotería Nacional, de un canon por publicidad que pagan los medios televisivos y radiales. Son ingresos que genera la propia actividad cultural”, difundieron de Unidxs por la Cultura.
Urrutia menciona que esta quita representa un gran peligro porque “pone en riesgo 700.000 puestos de trabajo que existen en el sector». Además, dejó en claro que «la industria cultural de nuestro país es muy importante, ya que representa el 5% de toda la economía».
Ingrid enfatizó que estos impuestos no se van a dejar de cobrar y que “la AFIP lo va a seguir recaudando, pero van al tesoro nacional. Hoy los compromisos del Gobierno es el Fondo Monetario Internacional. Por eso, decimos soberanía cultural y no al pago al FMI».
Asimismo, Saporiti se sumó a este reclamo y señaló que los puestos de trabajo no son lo único que corre peligro «sino que también se puede llegar a perder nuestra identidad como pueblo”. Además, declaró que no es correcto que estos fondos sean destinados al acuerdo con el FMI porque el objetivo de esas recaudaciones son para fomentar “nuestra memoria, nuestra cultura y nuestra identidad».
“Se olvidan de lo importante que es la cultura”
Teresa Saporiti aseguró que si hay mucho empleo en la industria audiovisual, es porque las personas están trabajando para las plataformas internacionales. No obstante, el riesgo que conlleva esto es que tiene “una mirada que no solo es extranjerizante, sino que, además, es colonialista y tiende a unificar todas las historias del mundo bajo un solo formato».
A su vez, confesó: «Estas plataformas no pagan derecho de autor porque se quedan con absolutamente todo, que en cierto sentido es ilegal”. También denunció que muchos de estos contratos son “con sueldos bastante explotados y en jornadas larguísimas que no están controladas por los sindicatos».
Por último, advirtió que «hoy les funciona filmar acá por el precio del dólar. En un par de años, si esto deja de funcionar, se van a ir y esto va a quedar como una tierra arrasada y si no tenemos nuestros propios fondos para nuestra cultura realmente vamos a quedar muy mal».