Las protestas del pueblo en contra de Iván Duque aún no cesan. Por su parte, el presidente tampoco tuerce el brazo ante estos reclamos. En Colombia continúa el régimen de represión masiva sobre los manifestantes, obteniendo saldos desastrosos.
Defender la Libertad es una red de organizaciones compuesta por agrupaciones sociales, estudiantiles, culturales, comunales y de DDHH. La misma expuso ayer las consecuencias de la política represiva colombiana en un nuevo informe.
Las cifras del terror
Según el informe, el número de homicidios cometidos por miembros de las fuerzas policiales y/o “civiles sin identificar” alcanzó los 51. “8 de esas personas fallecidas están en proceso de identificación y se está verificando su relación con las protestas”, expresó el comunicado.
Incluso se informó sobre el caso de una joven menor de edad que se suicidó luego de haber sido abusada sexualmente por miembros de la fuerza pública. Con anterioridad, otras mujeres ya habían denunciado el accionar por parte de la policía colombiana.
El número de personas heridas por la Policía Nacional y en particular por el ESMAD (Escuadrón Móvil Antidisturbios) es de 611. De esa cifra, 64 personas resultaron lastimadas por armas de fuego.
Al día 4 de mayo, la cifra del registro de personas desaparecidas otorgada por la Defensoría había alcanzado las 89. Sin embargo, múltiples organizaciones salieron dos días después a corregir esta cantidad, y manifestaron que el número real estaba por encima de los 400. Al ser una cantidad entregada a principios de mes, se estima que aumentó con creces.
Se detuvo a 1502 personas, “muchas de ellas de manera arbitraria aplicando de manera generalizada, indiscriminada y sin justa causa la figura del traslado por protección”. En su arresto, la mayoría padeció tratos “crueles e inhumanos” y torturas.
De los 12 allanamientos que se realizaron, 8 se declararon ilegales. Mientras que los 4 restantes continúan en investigación.
Represión sin límites
En el informe, las agrupaciones manifestaron su preocupación frente a los métodos violentos utilizados por la policía y de la ESMAD. En estos días, ambas instituciones agredieron a la población lanzando gases en zonas residenciales, incluso al interior de las viviendas, “golpeando a las personas, estuvieran o no en las protestas y usando armas de fuego contra población civil indefensa”.
Se denunció que en zonas como Cartago y Valle del Cauca la fuerza pública y el ESMAD utilizaron ácido contra las manifestantes, provocándoles graves quemaduras en sus cuerpos.
En otros lugares como Caldas y Antioquia se expusieron los crueles e inhumanos tratos contra les detenides y el “corte subrepticio del servicio eléctrico y el bloqueo de la señal de internet, mientras intervienen en las protestas sociales pacíficas”.