El próximo 24 de abril, en Francia, se realizará la segunda vuelta de las elecciones presidenciales luego de que, el pasado domingo, ninguna fuerza política lograra alcanzar el 50% de los votos necesarios para ganar. Una vez más, al igual que hace 5 años, el pueblo francés podrá optar por Emmanuel Macron o por Marine Le Pen.
Si bien las encuestas revelan una ventaja para el actual presidente, hay una diferencia de tan solo 4,5 puntos porcentuales entre ambos. Los últimos días de campaña serán claves para que ambas fuerzas políticas puedan ampliar su base electoral.
De la misma manera que en el año 2017, con programas políticos radicalmente diferentes entre sí, la elección no sólo es decisiva para Francia sino que, a su vez, tiene grandes implicancias para toda Europa.
Macron con ventaja
En una encuesta publicada este jueves, realizada por la empresa Elabe, el Jefe de Estado obtendría un 53,5 % de los votos. Mientras que la líder del partido Agrupación Nacional recibiría un 46,5 %. La misma señala que el 63 % de las personas encuestadas se encuentran seguras de que irán a votar, mientras que un 27 % optaría por la abstención.
Otra encuesta, proveniente de Ipsos pero encargada por el periodico francés Le Parisien, señala que el actual mandatario de Francia le saca una diferencia 10 puntos porcentuales a su competidora. Según el sondeo, Macron conseguiría un 55 % de los votos mientras que Le Pen alcanza el 45 %.
Por otro lado, un sondeo del instituto demoscópico Ipsos para la revista Paris Match, el canal LCI y Sud Radio, estima que un 53 % del electorado francés optará por la reelección de Macron. En contraste, el 47 % restante prevé elegir a Marine Le Pen.
Más allá de los números finales, la disputa será mucho más ajustada que en el año 2017, cuando el actual presidente de Francia le ganó a su competidora con un 66,1% de los votos.
En busca de los votos de la izquierda
Los resultados del pasado domingo dejaron en tercer lugar a Jean-Luc Mélenchon, del partido Francia Insumisa. La coalición logró un total del 22 % de los votos y quedó a tan solo 1,2 % de Marine Le Pen. En este marco, tanto para Le Pen como para Macron, la dirección de los votos que tomen les electores de izquierda será clave para poder alcanzar la victoria en el balotaje.
El mensaje post resultado de la primera vuelta del líder de Francia Insumisa, en este sentido, fue contundente: “¡Ni un solo voto a Marine Le Pen!”. Así lo manifestó en la noche electoral del domingo ante su electorado. Para Mélenchon, de esta manera, está claro que Macron no representa lo mismo que Le Pen, a pesar de las críticas hacia su gobierno.
Esta parte del electorado que, aunque ve como un peligro a Le Pen, muestra un gran descontento con los últimos 5 años de gobierno del presidente francés. El aumento de la desigualdad, los exabruptos abiertamente clasistas, la dura represión a las protestas populares, la estigmatización a ciudadanes musulmanes o las medidas de corte neoliberales, son algunos de los motivos.
En este contexto, la retórica antisistema de Le Pen, es el motor con el que buscará conquistar el desencanto popular con la clase política francesa. El pueblo contra oligárquico, la nación contra la globalización o les trabajadores contra la casta, son los elementos discursivos que serán la punta de lanza retórica de la candidata. La subida del salario mínimo, el congelamiento de los aportes patronales por 5 años o la quita del IVA para los artículos de primera necesidad, algunas de las promesas electorales.
Jornada de protestas en todo el país
Este sábado, en las principales ciudades de Francia, se desarrollaron manifestaciones en rechazo a una posible victoria de Marine Le Pen. Si bien también hubo movilizaciones contra Macron, las marchas con más fuerza fueron las que, organizadas por más de 30 organizaciones sindicales, se concentraron bajo el lema “Contra la extrema derecha, por la justicia e igualdad”.
Según los datos ofrecidos por el Ministerio del Interior, alrededor de 22.000 personas participaron en la jornada de protestas en todo el país, con 9.200 de ellas en la capital de la nación europea.
Las protestas de este sábado se desarrollan luego de que, hace unos días, les estudiantes franceses decidieron ocupar distintas universidades de París. “Ni Macron ni Le Pen”, eran una de las consignas con las que jóvenes estudiantes de la famosa Universidad de La Sorbona mostraron su descontento con los resultados de las últimas elecciones.