Desde hace varios años, dos equipos de fútbol de nuestro país están en crisis institucional. Independiente y San Lorenzo están hundidos en un pozo cada vez más profundo, pero que fue cavado por sus propios dirigentes. Estos últimos desaparecen y aparecen, hacen declaraciones en contra de les propies hinchas y su supuesto amor por el club deja mucho que desear. En tanto, tampoco parece haber una posible solución en el corto ni en el largo plazo.
Recordemos que meses atrás la justicia suspendió las elecciones que se iban a celebrar en Independiente. La principal lista opositora a la oficialista de Hugo Moyano, sufrió una proscripción previa a los comicios: la Junta Electoral del Club Atlético Independiente decidió no oficializar la lista presentada por el Frente Unidad Independiente y las elecciones nunca se llevaron a cabo. Esta era encabezada por el mediático Fabián Doman.
La realidad futbolística del primer equipo tampoco ayuda. Con cada vez menos plantel, este verano asumió Eduardo Domínguez, técnico campeón con Colón y con muchos pergaminos para enderezar el rumbo del club, aún no da en la tecla con los resultados y el funcionamiento. Por el torneo local ganó solamente 2 de las primeras 9 fechas.
Sin embargo, la paciencia del hincha con el nuevo director técnico aún es grande, pero se perdió por completo para con esta comisión directiva que lleva en el cargo más de ocho años. Luego del último partido ante Tigre, que terminó en empate a uno, desde las tribunas bajó un cántico al unísono: “Independiente va a salir campeón el día que se vayan todos los hijos de p… de la comisión”.
Incluso el reconocido periodista, Gustavo López aclaró: “La bronca de Independiente, más allá del resultado, yo creo que a favor o en contra, es con Moyano. Porque estamos en la dictadura. No se puede votar, no se puede elegir. Ese es el reclamo”.
Un nuevo problema: los barrabravas
Independiente no gana para sustos, a toda la crisis se le suma un condimento que no es agradable para nadie: una pelea entre barras. El partido del sábado por la noche contó con muchísima menos presencia de público, nadie quería arriesgarse a que se enfrentaran las dos facciones y lamentar un hecho trágico.
Pablo “Bebote” Álvarez, histórico barra de Independiente, encabezó una movilización el viernes escoltado por 300 personas. Se juntaron en la puerta del estadio Libertadores de América – Ricardo Enrique Bochini y aseguraron que retomarán el control de la tribuna que hoy lidera Ignacio Leczniki y César Loquillo Rodríguez.
Bebote juntó a su gente en el restaurante temático y salón de fiestas con roof top que posee y que está situado justo al lado del estadio del Rojo. “Ustedes siempre tendrían que haber estado unidos. ¿Cuántas veces voy a tener que volver yo? Vuelvo para recuperar la tribuna para el Rojo y para su gente”, y luego amenazó con entrar igual a pesar de que no le dieran las entradas.
“Barracas, querido, te vamo’ a matar a tiros”, cantaron sus seguidores, amenazando con un inminente combate frente a la facción de Juani, que es hoy la barra oficial.
En la antesala al partido frente a Tigre en Avellaneda hubo varios detenidos, aunque aún se desconoce a qué facción de la barra pertenecen. Momentos de temor y alta tensión se vivieron en la previa. Este operativo evitó una catástrofe en la tribuna y no llegó a producirse ningún enfrentamiento.
“Qué sé yo, yo no digo nada”, aseveró Hugo Moyano al responder en cuanto a la consigna del tema barrabravas en el club, lo que se llevó el eje de atención.
Las deudas complican el panorama
El Rojo se quedará sin piezas claves de su equipo: Domingo Blanco, Andrés Roa y Carlos Benavídez no llegaron a un acuerdo para renovar sus respectivos vínculos. A esto se le suma que la justicia falló a favor de Gonzalo Verón, ex jugador de la institución, y se le embargaran los ingresos por los derechos televisivos por 18 meses.
“Respecto de Roa, quien lo representa haría el lunes un último intento por llegar a un arreglo, aunque sin mayor confianza en lograrlo. Por Benavidez, que estaba cerca de pasar al AEK, de la Superliga de Grecia, que renunció a hacer la operación, la dirigencia pretende que entre algún dinero al club y por eso buscan transferirlo antes de que quede libre”, le dijo un dirigente al medio Télam. En cuanto a Blanco, “es el que ya no quiere seguir con las negociaciones porque desde enero que comenzaron a hablar con él y aún no le hicieron ninguna propuesta concreta”.
Independiente recibió un duro golpe para sus finanzas: el Tribunal del Trabajo N° 2 de Avellaneda falló a favor del futbolista Gonzalo Verón por el juicio laboral iniciado a mediados del 2020, donde reclamaba 6.2 millones de dólares por incumplimiento de salarios. Pandemia mediante, la justicia se expresó esta semana y quedó determinado que el jugador percibirá casi 5 millones de dólares por parte de derechos audiovisuales internacionales y publicidades de Independiente en la Asociación de Fútbol Argentino (AFA).