Con un plazo de 90 días, la Justicia ordenó a la Asociación del Fútbol Argentino (AFA) que intervenga la Liga Profesional de Fútbol (LPF) y que también convoque a elecciones. Toda la situación se oficializa con el propósito de que la casa madre del fútbol argentino pueda regularizar la LPF tras la impugnación por parte de Marcelo Tinelli, ex presidente, hacia la candidatura del actual mandamás, Cristián Malaspina.
Con el objetivo de concebir y designar una nueva mesa directiva en la LPF, la Sala B de la Cámara Civil le dio la orden al presidente de la AFA, Claudio Tapia, para que lleve a cabo la convocatoria a elecciones en un período de tres meses. Además, le informó que durante esa prolongación de tiempo será él quien se responsabilizará de manejar y coordinar el normal funcionamiento de la Liga.
Tinelli vs Malaspina
El hecho de que Tinelli, como presidente saliente de la LPF, haya ido a la Justicia para solicitar la nulidad del proceso electoral de Malaspina, fue el detonador de esta decisión de intervención. Durante el mes pasado, el conductor de televisión envió una serie de cartas a todos los clubes de Primera División, a la AFA, la Liga y la comisión electoral con el fin de informarles que impugnará la lista presentada por el ex presidente de Argentinos Juniors.
La movida de la comunicación sobre la impugnación, fue con la intención de recuperar su cargo como Presidente de la LPF, y así reemplazar a Malaspina, tras haber denunciado irregularidades reglamentarias. En aquella elección, la lista ganadora fue la única en presentarse, la cual tuvo el apoyo del actual mandatario de AFA, sectores del gobierno nacional y 20 de los 28 equipos de la LPF. Todo estaba dado para que Tinelli dejara su cargo que mantenía desde la fundación en mayo del 2020.
El fútbol siempre paga
Con todo el escándalo de la intervención en la LPF, el fútbol argentino termina como la víctima. Según lo que suceda con el cargo de presidente se formarán grietas entres los clubes que apoyaban a Malaspina y los demás. De antemano se sabía que ni River ni Boca, los dos equipos más importantes del país, avalaban al titular de Argentinos en su candidatura y su postura de dividir mejor las ganancias.
De hecho, serán 20 clubes los que resulten como perdedores si Tinelli recupera su cargo y tan solo 8 los vencedores de manera política y económica. Entre la lista a favor del actual presidente solo un grande estaba incluido, Independiente, el cual sería la conexión entre las demandas de los demás grandes y la Mesa Directiva; situación que no agradó mucho en los 4 restantes.
Dentro del cúmulo de equipos que siguen firmes con la idea de Malaspina, junto al “Rojo” se encuentran los dos platenses, los grandes de Rosario y Santa Fe, entre los otros más “chicos” de la categoría.
Para ellos sería un total problema porque volverán a sufrir las diferencias económicas y, en consecuencia, las deportivas e institucionales. El objetivo principal del mandatario del “Bicho” es coordinar y equiparar todos los ingresos y devolverle el poder unificado a la AFA sobre el fútbol.
Los clubes opositores
Por el lado de los clubes opositores, River junto a San Lorenzo, Talleres, Vélez, Banfield, Atlético Tucumán y Tigre apoyaban a Mario Leito, presidente del club tucumano. Para Boca el candidato era Víctor Blanco, mandamás de Racing. También estaba la posibilidad de Sergio Rapisarda, mandatario de Vélez pero se inclinó por seguir a Leito.
Lo que promovía Malaspina desde el 8 de abril, día de su asunción, es poder jerarquizar la liga y tornarla más competitiva con 22 equipos. Además de cubrir las necesidades de todos los clubes por igual en cuanto a los ingresos. Esta situación es un conflicto político que traerá mucha tela para cortar y dejará a los clubes en vela hasta que haya soluciones, porque de ello dependerá su futuro económico e institucional.