El Día Mundial de la Salud se celebra desde 1950 todos los 7 de abril, en conmemoración al aniversario de la fundación de la Organización Mundial de la Salud (OMS) en 1948; y como reconocimiento a la salud como un derecho básico y universal.
En medio de la pandemia por COVID-19, que le costó la vida a miles de personas en el mundo; la alta contaminación del planeta; y una incidencia creciente de enfermedades, el lema elegido para 2022 es «Nuestro planeta, nuestra salud».
El objetivo de este día es alertar y concientizar sobre como la salud de las personas es afectada de forma directa por la salud del planeta, cada vez más agravada a causa del cambio climático, la perdida de biodiversidad y la contaminación.
Nota al Pie celebra este día recordando que proteger la salud de las personas requiere del compromiso y la responsabilidad de los Estados y las Empresas, para llevar a cabo acciones transformadoras en todos los sectores, incluidos la energía; el transporte; la naturaleza; los sistemas alimentarios; los sistemas productivos y la economía.
Garantizar un ambiente saludable
La Organización Panamericana de la Salud (OPS) brinda datos alarmantes sobre los determinantes ambientales sobre la salud:
- Cuatro millones de personas mueren al año por enfermedades relacionadas con cocinar con combustibles contaminantes y las mujeres son las más afectadas.
- Un tercio de la población del planeta carece de acceso a combustibles limpios.
- Aproximadamente 28 millones de personas carecen de acceso a una fuente de agua mejorada, 83 millones de personas carecen de acceso a instalaciones de saneamiento mejorado, lo que provoca cerca de 30 mil muertes evitables por año.
- Los riesgos químicos, como la exposición a plaguicidas tóxicos, plomo y mercurio, afectan desproporcionadamente a les niñes y las mujeres embarazadas.
- La exposición a sustancias químicas tóxicas puede llevar a trastornos de salud crónicos e irreversibles, como defectos congénitos y del desarrollo neurológico y enfermedades asociadas con alteraciones endócrinas.
Frente a este panorama urge tomar medidas que preserven el planeta de los efectos del cambio climático, la contaminación ambiental y contribuyan a crear sociedades basadas en el bienestar.
La responsabilidad de los Gobiernos y las empresas
La salud es un derecho básico universal, a pesar de ello, al menos la mitad de las personas en todo el mundo siguen sin tener acceso a una atención sanitaria de calidad.
En este sentido es responsabilidad de los Gobiernos desarrollar políticas públicas que garanticen un pleno acceso a este derecho, al igual que tomar las medidas necesarias para regular y controlar las actividades productivas extractivitas que depredan los recursos naturales y con ello ponen en riesgo la salud y la vida de las personas.
Las grandes empresas también tienen su cuota de responsabilidad en garantizar condiciones de salubridad para sus empleades y las medidas correspondientes de seguridad e higiene necesarias para no contaminar el ambiente.
Los desechos industriales al igual que las actividades productivas extractivitas, como la minería a cielo abierto o la sobreexplotación de monocultivos que requieren de plaguicidas altamente contaminantes, generan efectos nocivos sobre la salud como por ejemplo enfermedades respiratorias y cardiovasculares; muertes prematuras; enfermedades degenerativas; inseguridad alimentaria; contaminación del aire; y cambios en los patrones de transmisión de enfermedades transmitidas por vectores.
En el camino hacia un planeta sano también es importante que cada une preserve en la medida de lo posible su salud física y mental.