En este mundo globalizado existen dentro del ámbito futbolístico determinados partidos que suelen captar la atención de toda la prensa mundial. Sin duda, El Clásico entre Barcelona y el Real Madrid es el evento deportivo con mayor foco de atención, sobre todo en la época de enfrentamientos entre Cristiano Ronaldo y Lionel Messi quienes son considerados los mejores futbolistas de todos los tiempos.
Sin embargo fue el fútbol femenino, cada vez más en alza, quien atrajo en esta oportunidad a miles y miles de espectadores. El pasado miércoles 30 de marzo el estadio Camp Nou de Barcelona fue el escenario de un nuevo récord: 91.553 espectadores colmaron el estadio catalán para ver el triunfo del conjunto local y escribir una página histórica para las mujeres.
El avance del fútbol femenino ya es un hecho, y este récord no hizo más que confirmarlo. Con esta asistencia se consiguió el mejor registro jamás alcanzado en un partido de fútbol femenino, superando los 90.195 espectadores del Rose Bowl de Pasadena (California) en la final del Mundial de 1999 entre Estados Unidos y China.
La previa de un encuentro único
Dos meses antes del partido se habilitaron las entradas gratuitas para les socies. Por otra parte, el público general debió abonar entre 9 y 15 euros. La reacción y acogimiento del público blaugrana desde los comienzos del encuentro generó una reacción por parte del plantel del Real Madrid, quienes felicitaron a sus contrincantes por el espectáculo post partido.
En las tribunas pudo observarse un mosaico mediante el cual el club Barcelona buscó lanzar un mensaje claro y concreto: More Than Empowerment (Más que empoderamiento). El resultado final del encuentro, anecdótico en comparación al hecho histórico, permitió al Barcelona clasificarse a las semifinales de la Liga de Campeones de la UEFA tras derrotar al Real Madrid por 5 a 2.
El conjunto catalán ya había dejado la eliminatoria medio sentenciada tras ganar 3 a 1 en Madrid la semana anterior. Marcaron a favor del equipo culé las futbolistas Mapi León, Aitana Bonmati, Claudia Pina, Alexia Putellas y Caroline Hansen. Por otra parte, Olga Carmona y Claudia Zornoza descontaron para el Madrid.
El resultado global fue de 8 a 3 para el Barcelona, que pudo festejar de manera sobrada con su gente. De esta manera, pusieron broche de oro a un partido que quedará anotado en los libros de historia.
La situación del fútbol argentino
El 16 de marzo de 2019 se oficializó la profesionalización del fútbol femenino en Argentina. Se definió un mínimo de 8 futbolistas contratadas por club. Además, se determinó un salario mínimo de quince mil pesos (equivalente a un contrato de Primera C masculino).
Actualmente el torneo cuenta con 19 equipos divididos en dos zonas: la Zona A con 9 equipos y la Zona B con 10. En cada zona se disputa una ronda de todos contra todos. Los cuatro primeros equipos de cada zona se clasificarán a la Fase Final.
Las chicas suelen alternar el estadio donde hacen las veces de local. Generalmente el partido se juega en el predio de entrenamiento donde lo hacen también los de reserva masculina. Por citar algunos ejemplos, Boca Juniors disputa sus encuentros en el Predio de Ezeiza, River Plate en la cancha auxiliar al Monumental y Estudiantes de La Plata en el Country Club de City Bell, entre otros.
Son muy pocas las veces en que las chicas juegan en el estadio oficial de su club. Sin embargo, la última fecha del torneo femenino tuvo un hito también para destacar. El Superclásico se desarrolló en el Monumental Antonio Vespucio Liberti, en el barrio porteño de Belgrano. El Millonario y el Xeneize igualaron 1 a 1, con goles de Amancay Urbani (5m PT) para la visita y de Martina del Trecco (5m ST) para el local.
Es cierto que este hecho histórico se produjo bastante después del reclamo masivo de las futbolistas. Las mismas llegaron inclusive a quejarse porque no tenían acceso a una cancha. Además, estas se utilizaban en los recesos para la disputa de partidos entre periodistas, dirigentes o directives de los sponsors.
Que el Monumental se haya sumado a la Bombonera, el Nuevo Gasómetro o el Gigante de Arroyito (en donde ya se han jugado partidos oficiales de fútbol femenino) es un verdadero triunfo. No solo por el hecho en sí, sino porque se empiezan a naturalizar situaciones que antes parecían imposibles. El camino por recorrer aún es largo, pero se hace camino al andar.