En la última semana, un estudio del Proyecto “Mentiras Contagiosas” reveló que la mayor desinformación en relación con la pandemia gira en torno a las vacunas. De esta forma, la agencia de noticias brasileña Aos Fatos y el Centro Latinoamericano de Investigación Periodística (CLIP) iniciaron esta investigación. Para ello, analizaron 3.406 chequeos y hallaron que el tema principal eran las fake news sobre la inoculación.
La colaboración entre ambas instituciones y la participación de los diez medios latinoamericanos que integran el proyecto permitió realizar dicho estudio. El análisis se centró en 14 países de América Latina, todos miembros de Coronavirus Facts Alliance, con un importante chequeo de noticias sobre el tema.
Esta revisión se valió de diversos medios de comunicación de Latinoamérica y sobre Coronavirus Facts Alliance, que se encuentra bajo el ala de la International Fact-Checking Network. De esta manera, la investigación contempló chequeos informativos a 99 medios en más de 80 países. Asimismo, dentro de las 14 naciones participantes se encuentra la Argentina.
Una vez comenzado el estudio, cada revisión se clasificó en categorías de acuerdo con el tipo de tema abordado en las desinformaciones. En este escenario, el proyecto encontró que, sobre un total de 3.406 chequeos, el que ocupó mayor espacio en los medios fueron las vacunas contra el COVID-19. Por esta razón, 1.103 representan a los inmunizantes.
Los principales resultados: la desinformación sobre las vacunas
El hallazgo del estudio realizado por el Proyecto “Mentiras Contagiosas” arrojó que un 32% del total de los temas estudiados remitían a desinformaciones sobre las vacunas. Sin embargo, no son los únicos puntos tratados en los medios de comunicación. Como temas secundarios acompañaron los remedios caseros; curas; medidas de protección y datos erróneos sobre las muertes.
Como consecuencia, los principales resultados exponen no solo un trabajo conjunto para desprestigiar el uso y la aplicación de vacunas, sino también todo aquello vinculado a éstas. En este sentido, las falsas curas y medicamentos sin apoyo científico-médico incrementan la circulación y el esparcimiento de noticias falsas.
A lo largo del avance del COVID-19, los temas sobre los cuales se confeccionaban noticias falsas se modificaron, pero siempre giraron sobre las mismas temáticas. En sus inicios, el uso de barbijos y el aislamiento eran el eje central. Luego, los remedios caseros y por último, las vacunas.
No obstante, las mentiras sobre la efectividad de estas últimas fueron predominantes sobre los demás temas abordados. En la región, se hallaron 87 desinformaciones sobre las vacunas y 29 sobre las medidas de protección. Esto expone las diferencias respecto a las fake news de unas y otras.
Por último, en Brasil se registró el mayor número de noticias falsas sobre curas y remedios, muy ligado a la postura de su presidente, Jair Bolsonaro. El mandatario descreyó del virus, lo definió como “una gripe” y aseguró haberse tratado con hidroxicloroquina e ivermectina, sustancias que no reducen los efectos del virus.
Impacto en Latinoamérica
La construcción de fake news y los discursos políticos de figuras como Donald Trump o el propio Bolsonaro, tuvieron un efecto letal sobre las personas latinoamericanas. La confianza sobre este tipo de informaciones deparó en la creencia de datos erróneos, o bien en descreer de las vacunas y los tapabocas.
En este sentido, de acuerdo con un estudio de The Lancet de 2021, les latines residentes en Estados Unidos fueron aún más propenses a contagiarse el virus. La investigación indica que, en materia de contracción de COVID-19, tienen una tasa cuatro veces superior a quienes no son de América Latina.
Asimismo, una encuesta liderada también por la revista científica arrojó que casi un 70% no se vacunarían o dudarían en hacerlo. De esta forma, se observa el impacto que las falsas informaciones tuvieron sobre las personas al momento de confiar en la efectividad de las vacunas.
En la misma línea, en una investigación de la organización dedicada al fact-checkers, First Draft, se constató que las personas hispanas en Estados Unidos tienen mayor probabilidad de contagiarse. Además, el estudio también indica la excesiva circulación de noticias falsas sobre las vacunas en redes sociales.
El caso Rafael Nadal
La corriente de desinformación creció de modo tal que también afectó a otros países, y hasta al mundo del deporte. Hace algunos días, en diversos chats de Telegram, comenzaron a circular falsas versiones sobre el estado de salud de Rafael Nadal. Sin embargo, el cuerpo médico del tenista y el propio competidor desestimaron las noticias.
Tras su paso por el Máster de Indian Wells, Nadal empezó a sentirse mal y debió atenderse. Luego de someterse a pruebas médicas, el equipo de profesionales que acompaña al español constató que sufrió una fisura de estrés del tercer arco costal izquierdo. No obstante, las noticias indicaban que esto se debió a efectos adversos por la vacuna.
Ahora bien, Chequeado de Argentina y Maldita de España, medios dedicados a la revisión de información, confirmaron que la vacuna no fue la causante del estado de salud. Asimismo, Nadal certificó que la lesión tuvo lugar en las semifinales de Indian Wells a través de su cuenta de Twitter y disipó los rumores.
De esta forma, el caso del deportista es un claro ejemplo de las innumerables desinformaciones que surgieron y aún existen sobre el COVID-19. La intención de causar miedo y sembrar terror incrementan la circulación de noticias erróneas sobre los tratamientos, medicamentos y vacunas. Una situación que impulsó el desarrollo de medios de fact-checking para analizar y chequear la información.